La garra catracha

la-garrra-catrachaEn el fútbol no hay juego limpio. Sólo estampa y tecolilla. Hasta hacer morder el polvo en zancadilla danzaría al adversario. Inteligencia y dinamismo. Energía y exigencia física al máximo de capacidad. Talento y picardía. Anticipación al juego del adversario. Belleza física sobre el tapete verde. Manipuleo, a grito batiente, y soborno contendor. Trato y trata de negros y blancos. Pasión de multitudes y pingüe ganancia de los que siempre van tras la jugada. Cortina de humo politizante fuera del juego. Placebo popular acallador de angustias. (…).

En el fútbol no hay perdón. Se desconoce el “compermiso, voy a pasar”. Únicamente gobierna la determinación del triunfo a como dé lugar. Rítmica danza de extremidades inferiores. (…) Sólo juego de pirnas. Apoteosis de chimpinillazos, tapudas, rodillazos, descojonamiento y codazos al codillo. Son los protagonistas del viril deporte.

Armando García