Muere policía y presunto delincuente en balacera

TEGUCIGALPA.- Un elemento de la Policía Nacional murió la noche del jueves durante el cumplimiento de su deber a manos de un aparente delincuente con el que se enfrentó a balazos y que también cayó abatido a tiros.

El policía preventivo murió “con las botas puestas” en el cumplimiento de su deber.
El policía preventivo murió “con las botas puestas” en el cumplimiento de su deber.

La balacera fue protagonizada el jueves a las 8:30 de la noche en la colonia “Ramón Amaya Amador” de Comayagüela, en la que murieron al instante el agente de policía y el supuesto maleante.

El uniformado respondía al nombre de Elio Armando Grádiz Salgado (29), un policía preventivo, asignado al Distrito Policial 1-7 con sede en la colonia San Francisco de Comayagüela.

Mientras que la otra víctima fue identificada como Héctor Manuel Rosales Chavarría (21), conocido como “Tetillo”, quien según sus familiares no era ningún delincuente como dice la policía.

El informe establece que a esa hora Grádiz Salgado y su compañero Pedro Antonio Ramírez, andaban a bordo de una motocicleta realizando un patrullaje de rutina cerca de la colonia “Ramón Amaya Amador”.

En ese momento ambos fueron alertados por sus compañeros de base a través del radio de comunicación, sobre un caso de violencia doméstica en la mencionada colonia, desplazándose inmediatamente al lugar.

Cuando los motorizados llegaron a la “Ramón Amaya Amador”, sorprendieron a tres individuos asaltando a un grupo de jóvenes y cuando decidieron requerirlos, estos abrieron fuego contra los agentes, resalta el informe.  

El reporte de la policía, señala que uno de los señalados era Rosales Chavarría y que este disparó en repetidas ocasiones contra la humanidad de Grádiz Salgado que conducía la moto.

El otro agente resultó ileso en el atentado, debido a que su compañero le sirvió de escudo al ver la acción de Rosales Chavarría, disparó contra él matándolo al instante, a quien se le encontró una pistola calibre 3-80.

A los dos capturados les practicarán las pruebas para determinar si dispararon.
A los dos capturados les practicarán las pruebas para determinar si dispararon.

El uniformado herido, segundos después expiró a consecuencia de las lesiones que le provocaron los disparos, quedando tendido boca arriba en la polvorienta calle de esa colonia, mientras que los otros dos facinerosos huyeron del lugar.

CAPTURAN A SOSPECHOSOS

Minutos después se hizo presente al lugar un numeroso grupo de policías que realizó un vasto operativo en esa colonia y otros sectores aledaños, con el fin de capturar a los otros delincuentes.

Como resultado se logró detener a Misael Antonio Murillo y a Wilfredo Martínez Reyes, a quienes se les decomisó un revólver calibre 38 y una pistola 3-80, con la que presumiblemente habrían liquidado al uniformado.

Ambos detenidos en las últimas horas fueron puestos a la orden de la Fiscalía de turno junto a las pruebas de convicción, a efecto de presentar el respectivo requerimiento fiscal en contra de los capturados.

Los restos mortales del agente de la policía y Héctor Manuel Rosales Chavarría, después del levantamiento de ley fueron trasladados a la morgue de Medicina Forense, donde sus familiares los reclamaron.

El cuerpo del policía preventivo ayer en la mañana estuvo siendo velado por sus compañeros en la posta de la colonia San Francisco y posteriormente fue llevado a la ciudad de Danlí, El Paraíso, de donde era originario.

Entre tanto, el cadáver de Rosales Chavarría hasta ayer en la tarde todavía se encontraba en el depósito de cadáveres, donde sus familiares aguardaban a que les fuera entregado para llevarlo a la colonia Montes de Bendición, donde residía.

NO ERA DELINCUENTE

La madre de la víctima, Nolvia Chavarría, manifestó que su hijo era ayudante de albañil y no era ningún delincuente como dice la policía, sino que los agentes les dispararon porque se negó a ser requerido para un registro de rutina.

Rosales Chavarría estuvo preso en la PN por un delito que no le comprobaron.
Rosales Chavarría estuvo preso en la PN por un delito que no le comprobaron.

“Los policías lo querían agarrar para llevarlo a la posta y él se resistió, quiso huir y se deslizó y lo agarraron a tiros los policías, son unos buenos delincuentes, porque me le dieron muerte de perro a mi niño”, expresó.

La acongojada señora dijo que su hijo no andaba armado y que se encontraba en el lugar desde las 4:00 de la tarde, porque estaba tomándose unas cervezas con un grupo de amigos.

Al consultarle quién mató al policía, comentó: “no se sabe, porque ahí habían varios muchachos, ellos (la policía), dicen que fue mi hijo, pero no fue él, porque no andaba armado”.

La señora aseguró que su hijo quiso huir de la requisa policial, porque anteriormente estuvo preso en la Penitenciaría Nacional “Marco Aurelio Soto”, acusado por el delito de homicidio y temía caer nuevamente preso.

Explicó que a principios del 2008 un grupo de delincuentes le mató a otro de sus hijos de nombre Nelson Geovany Rosales y que entre los homicidas figuraba un individuo de nombre Emerson Joel, quien cuatro meses después apareció muerto y culparon a Héctor Manuel Rosales de ese crimen.

El joven estuvo 18 meses prisionero por ese delito y al no poder la Fiscalía comprobar su culpabilidad, las autoridades decidieron dejarlo en libertad hace aproximadamente dos meses, señaló su madre.

“Él tenía dos meses de haber salido y una vez me dijo: “yo ya no quiero volver a estar ahí nunca, el día que me quieran agarrar mejor que me maten, porque yo no me voy a dejar capturar”, así me comentó”, sentenció la mujer.