TEGUCIGALPA.- Un integrante de la Fuerza Naval de Honduras (FNH) y un menor de edad fueron ultimados a balazos hoy en la madrugada en el barrio La Plazuela, frente a un negocio de comida, en el centro de la capital.
Los muertos son el alférez Jorge Arturo Bernárdez Padilla (24) y Domic Emigdio López Licona (17), originario de Pespire, Choluteca, quienes iban acompañados de una tercera personas que resultó herida.
Según el informe de la policía, el crimen se registró a la 1:50 de la madrugada, cuando los tres jóvenes iban caminando del barrio El Centro con dirección a La Plazuela, cuando de repente fueron atacados a balazos.
Los agentes de investigación indicaron que desconocen la forma en que sucedieron los hechos, pero que según vecinos del lugar a esa hora escucharon varios impactos de bala y al salir encontraron a los dos muertos y a otro joven herido.
El herido fue trasladado inmediatamente a la sala de emergencia del Hospital Escuela, mientras que los cadáveres de Bernárdez Padilla y López Licona fueron llevados a la morgue de Medicina Forense.
Los familiares del cadete de la Naval, comentaron que el joven tenía un año y medio de haber ingresado a la FNH y que estaba asignado a la base de Puerto Cortés, de donde salió con permiso desde el 17 de diciembre.
Al consultarles qué andaba haciendo a esa hora, el militar junto a sus amigos dijeron desconocer, aunque un pariente identificado como José Manuel Díaz, indicó que andaban ingiriendo bebidas alcohólicas.
El muchacho comentó que el alférez comenzó a beber en el Barrio Abajo, donde residía y que después se fue al barrio El Centro a ingerir a un negocio de venta de carnes junto a sus dos amigos.
Los dolientes presumen que el móvil del crimen podría haber sido el asalto y que los muchachos se opusieron y fueron atacados a tiros por los ladrones, pero otra versión establece que dentro del negocio donde estaban bebiendo discutieron con individuos desconocidos y que estos les dispararon.
Los agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), realizaban hoy todas las pesquisas para determinar qué fue lo que realmente ocurrió.
Los parientes del alférez, entre lágrimas recordaron que Bernárdez Padilla tenía que haber regresado a Cortés el 28 de diciembre, pero que para su desgracia le extendieron el permiso hasta el 4 de enero.