El hondureño Ángel Amílcar Colón, quien fue liberado la semana pasada después de cinco años preso injustamente en México, inició las gestiones legales para demandar al Estado “azteca” por daños y perjuicios, anunció el no gubernamental Centro Prodh que lo asesora en el caso.
La decisión de Colón de demandar al Estado mexicano no es por razones económicas, sino para sentar un precedente en la justicia mexicana hacia los migrantes que se encuentran presos en circunstancias parecidas a las del garífuna, dijo el centro en su sitio web.
Colón ha retrasado su regreso a Honduras, preparando la demanda asesorado también por Amnistía Internacional (AI) que lo declaró “preso de conciencia” y víctima de torturas desde que conoció su caso en el 2009.
Colón fue detenido por la policía en Tijuana, en el norte de México (ciudad fronteriza con San Diego, California), cuando viajaba desde Honduras a Estados Unidos en marzo de 2009. Sufrió entonces tortura a manos de policías y militares, que lo golpearon y lo sometieron a asfixia y a insultos racistas. Le obligaron a firmar una declaración falsa que se utilizó para implicarlo en actividades delictivas. Se retractó de la declaración cuando lo llevaron ante un juez y denunció la tortura a las autoridades, que no hicieron nada y más bien ordenaron su reclusión.
Tras muchas reclamaciones de sus defensores gratuitos, el procurador general federal de México retiró los cargos contra Colón, quien ha sido puesto en libertad sin condiciones.