Imparables ataques a buses “rapiditos”

Los ataques despiadados a los empleados del sector transporte continúan en Honduras, la tarde de hoy se reportaron dos hechos en distintos puntos de la capital, que dejaron como resultado un conductor muerto y otro herido a disparos, supuestamente tiroteados por pandilleros y en exigencia al pago de extorsión.

El ataque mortal se ejecutó en pleno bulevar Fuerzas Armadas.
El ataque mortal se ejecutó en pleno bulevar Fuerzas Armadas.

El primer ataque ocurrió a eso de las 6:30 de la mañana, cuando un conductor de buses de la ruta interurbana se salvó de morir tiroteado al momento que estacionaba una unidad de transporte en un tramo del bulevar Los Próceres, frente al Hospital San Felipe de Tegucigalpa.

El herido es Daniel Figueroa, de unos 50 años de edad y que conducía una unidad de transporte que cubre la ruta Santa Lucía-Tegucigalpa.

Figueroa a las 7:00 de la mañana hacía su primera carrera desde la zona nororiental del país hacia la capital.

Frente al San Felipe el chofer estacionó el automotor para subir y bajar pasajeros. Ese momento fue aprovechado por dos hombres para subirse violentamente al automóvil y disparar en dos ocasiones.

LO DIERON POR MUERTO

El conductor del “rapidito” murió instantáneamente y tras el ataque armado.
El conductor del “rapidito” murió instantáneamente y tras el ataque armado.

Al ser herido y dejado como muerto, los hombres armados huyeron del lugar y eso fue aprovechado por varios pasajeros y transeúntes para rescatar al conductor y subirlo a un taxi, siendo llevado de emergencia al Hospital Escuela de Tegucigalpa, donde ha sido intervenido quirúrgicamente.

En el centro asistencial se dictaminó que Figueroa recibió dos perforaciones de arma de fuego a la altura del abdomen y afortunadamente su estado de salud ayer en la tarde era estable.

Con este ataque serían tres los atentados contra motoristas de autobuses en ese mismo sector capitalino, pues el 18 de septiembre pasado otros pistoleros liquidaron al conductor de un bus ejecutivo, mejor conocido como “rapidito”, cuando se hallaba estacionado en una calle aledaña al bulevar Los Próceres.

Ese día la víctima fue identificada como Eligio Manuel Verón, quien al momento del ataque aguardaba su hora de salida en la terminal de buses de la ruta Valle de Ángeles-Tegucigalpa.

Hace un mes otro bus “rapidito” fue atacado frente a dicho hospital, saliendo heridos el conductor y un pasajero.

CUMPLIERON CON COMETIDO

Parientes del motorista lamentaron con impotencia su muerte violenta.
Parientes del motorista lamentaron con impotencia su muerte violenta.

Pero cuando la calma imperaba en la capital y se esperaba que no hubiese más atentados contra transportistas, otros dos sujetos ultimaron a disparos al conductor de un bus que transitaba por el bulevar Fuerzas Armadas que une Tegucigalpa y Comayagüela.

El motorista ultimado manejaba la unidad 931 de la ruta Carrizal-Metromall-Cascadas-UNAH-Sosa, siendo tiroteado por dos sujetos que abordaron el bus en un punto no determinado del bulevar del norte.

Después de cometer el crimen, los hombres se bajaron del rapidito y abordaron un carro particular que circulaba por el mismo bulevar, siguiendo al automotor de pasajeros, informaron algunos testigos que presenciaron el hecho violento.

Después de matar al motorista los pistoleros huyeron y la unidad de transporte quedó encendida a un lado de la carretera en el carril que de la colonia Miraflores comunica con Las Brisas, a la altura de un centro comercial.

Inmediatamente al lugar llegaron otros conductores de “rapiditos” que identificaron a su compañero de labores como Jorge Benjamín López Ochoa, de unos 50 años de edad y apodado “Lobo”.

CONSTANTES ATAQUES

En la mañana otros individuos estuvieron a punto de matar a otro chofer dentro de este bus de ruta interurbana.
En la mañana otros individuos estuvieron a punto de matar a otro chofer dentro de este bus de ruta interurbana.

Uno de los choferes, que miraba con asombro al otro motorista muerto, lamentaba la falta de seguridad para los “buseros”, relatando que “en la ruta nos ponen dos militares en la mañana y en la tarde nos los vuelven a quitar”.

“Claro el delincuente bien sabe cuando no andamos seguridad en los carros, sino mire al pobre hombre que ganándose sus bocaditos lo atacaron a disparos”.

Para los demás choferes el “busero” muerto en vida trabajó como cuatro años y medio en la ruta anteriormente mencionada.

Después del ataque, en la zona se armó un tremendo caos vial debido a la presencia en medio de la calle de efectivos policiales, curiosos y compañeros de trabajo que llegaron a la escena del crimen.

Las autoridades policiales que llegaron a ambos hechos violentos, mencionaron que el ataque posiblemente fue ejecutado por personas dedicadas al cobro de extorsiones a los conductores de buses urbanos e interurbanos.

Un día antes murió de la misma manera Rony Alexander Rosales Cruz, motorista de un bus de servicio ejecutivo, quien fue atacado a disparos por desconocidos en el puente Soberanía, en el centro capitalino.