Tragedia en carretera al sur: ‘La persona que iba a mi lado quedó desechita…’

“Íbamos por la vuelta peligrosísima, solo vi la trompa del camión venir y le hizo plot…”, relató Osman Antonio Medina (31), uno de los pasajeros que viajaba en el bus interurbano de ruta Tegucigalpa-San Miguelito, embestido por un furgón el pasado domingo, en el kilómetro 10 de la carretera que conduce al sur del país.
El fatal accidente dejó como saldo 24 muertos y 39 heridos.
Según reportes médicos, en el Hospital Escuela Universitario (HEU) todavía permanecen 22 hospitalizados; uno de ellos es Medina, quien contó a LA TRIBUNA cómo ocurrió la tragedia, mientras se recupera de politraumatismo en una camilla de la sala de emergencia de Adultos.
“Allí, un día se dio vuelta un furgón, tenía miedo al pasar por allí; cuando íbamos, la rastra venía, yo la miré, miré la trompa del animal que le hizo duc…”, recordó el sobreviviente.
“El bus quiso quitársela, pero no se pudo”, explicó Medina, con un gesto de horror por las escenas vividas en ese momento.
“La gente gritaba, la persona que iba a mi lado quedó desechita… Cuando desperté, solo vi una carne blanca, desecha; le pregunté al Señor qué estaba pasando, los bebés pedían auxilio, luego comenzaron a romper los vidrios para sacar a la gente”, relató Medina, con lágrimas.
Contó que antes del accidente iba para el municipio de Santa Ana, Francisco Morazán, a cerrar la compra de un vehículo, y que, afortunadamente, hace una semana tuvo la oportunidad de regresar a la iglesia donde se congrega, por lo que le agradece a Dios por haber salvado su vida.
“Hace una semana me reconcilié con el Señor; cuando puse un pie en el autobús, yo sentí algo raro, oré y oré; no quería ir, el Señor me avisó, pero uno no escucha muchas veces”, reflexionó Medina.

Roger Leví Euceda: “Solo eran lamentos y auxilios”.

En otra camilla de la sala de emergencias del HEU estaba Roger Leví Euceda (49), originario de “bajos de Miramesí”, quien al momento del accidente viajaba en la unidad de transporte hacia el desvío a Ojojona, a encontrarse con unos clientes que le adeudan dinero por la adquisición de varios productos.
“Le tenía que ir a cobrar a algunos clientes, iba platicando con un señor que me contaba que conoce El Salvador y en eso vimos venir la rastra, segundos antes que impactara, eso me ayudó a defenderme y que no me matara”, narró Euceda.
“Solo eran lamentos y auxilios, la gente gritaba que la sacaran. Le pedí a Dios que me salvara y si no que cuidara a mi familia, si me moría”, dijo el sobreviviente, quien se recupera de una quebradura en su pierna derecha, otras lesiones leves en su cuerpo y politraumatismo.
TRAGEDIA INESPERADA
En el área de emergencia y en el quinto piso del centro asistencial, los heridos de gravedad están en recuperación y vigilancia médica, mientras sus familiares esperan por ellos y sufren a la par, al escucharlos hablar sobre lo que pasó.
Antonio Cruz Madrid (35) describió que en el choque murieron su esposa, Heidy Odely Bautista de Cruz, y su suegra María Mercedes Bautista. Por fortuna sobrevivió su hija de seis años; todos procedentes de Alubarén, Francisco Morazán.
“Mi hija solo perdió un diente, ya me la entregaron, pero murió mi mujer y mi suegra, ese día iban de compras…”.
Rostros entristecidos mostraron familiares de las personas fallecidas y sobrevivientes.

“…nos comprometimos a pasar un fin de semana felices, en familia, como lo hacemos siempre, y tomaron el bus que nunca tomaban”, lamentó Cruz Madrid, sin poder contener el llanto, mientras en su mirada triste se reflejaban los momentos de dolor por el que atraviesa.
El día del suceso vio las noticias y leyó el nombre de su pequeña, pero no supo si estaba en la lista de heridos o muertos y se angustió por saber quiénes habían fallecido.
Como pudo, salió a buscar transporte para llegar al lugar de los hechos. Al ver que no pasaba ningún bus, en su desesperación, corrió kilómetro tras kilómetro, sin importarle el cansancio.
Al llegar a la escena del accidente, vio a la mujer de su vida muerta, a su hija en los brazos de paramédicos, y de su suegra no supo nada, hasta más tarde, cuando su cadáver le fue entregado en la morgue capitalina.
“Mi esposa solo me dijo: nos vemos más tarde mi amor; mi esposa y yo llevábamos 18 años de casados y dos de noviazgo, íbamos a pasar el 13 de febrero juntos, porque estábamos de aniversario ese día”, manifestó Cruz Madrid, con nostalgia.
COMPRAS ESCOLARES
Muchos de los que se transportaban en el bus hicieron el viaje para comprarles los útiles escolares a sus hijos y otros niños de diferente parentesco, por el inicio de las clases en las escuelas.
Santos Munguía señaló que su familiar, Mayra Munguía Villalta (30), quien se recupera en el centro asistencial, venía de realizar compras de útiles escolares y ropa para revenderlos en el municipio de Alubarén, donde vive.
Antonio Cruz Madrid llora a su esposa y su suegra muertas.

Asimismo, confirmó el deceso de Modesto Castillo, esposo de Munguía Villalta. “Ella sobrevivió, pero se quedó sin nada y su esposo fracasó”, dijo el entrevistado, al agachar la cabeza con la mirada perdida.
El jefe de Comunicaciones del HEU, Miguel Osorio, informó que, entre tanto, siguen hospitalizadas 22 personas y se les dio el alta médica a otras seis: Erick Gustavo Vásquez (18), Deysi Mejía Mendoza (20), Daniel Munguía (5), Bryan Acosta (2), Leslie Mireya Cruz (6) y Erick Rodríguez (14).
Osorio agregó que en el hospital se registraron cinco muertes, la de Kerin Roney Medina (21), Dayvi Yahir Matamoros Posadas, Ariel Gustavo Posadas, Eduardo Bautista y Heidy Odely Bautista.
PÉRDIDA
“Viajaron para vender cosas”.
Santos Munguía (allegado): “Llevaban alimentos y útiles escolares para venderlos, Mayra perdió todo y su esposo fracasó”.
VIUDO
“Nos vemos más tarde amor”
Antonio Cruz Madrid (esposo): “Quedamos de pasar un fin de semana felices, mi esposa me dijo nos vemos más tarde amor, y se fueron de la casa para siempre”.