“RONCAR Y RONCAR”
LA consigna de la autocracia es atacar duro “al enemigo”. Allá no hay adversarios; las cosas son blanco y negro. Todo el que no sea camarada, o satélite del régimen, es enemigo. A cualquiera que los cuestiona, ya no digamos que los enfrenta, responden con la acostumbrada filípica. Cualquier dirigente de la oposición es tratado …