Legado de Víctor “Maldito” Fúnez

El legendario entrenador de baloncesto, Víctor “Maldito” Fúnez dejó un legado importante en el deporte hondureño, particularmente en el baloncesto donde además de ser un destacado jugador fue uno de los grandes estrategas de todos los tiempos.

Su reciente fallecimiento ha calado hondo en su familia, amigos, exatletas y todos los que le vieron dar sus conocimientos en el baloncesto y otros deportes, pero la terrible enfermedad de la diabetes lo consumió hasta cegarle la vida.

En el ámbito de baloncesto fue una persona muy querida ya que tenía una aptitud muy positiva al momento de trabajar con sus dirigidos, además en la Dirección General de Educación Física y Deportes, donde laboró con honradez más de 40 años de su vida.

Su mote muy reconocido en Honduras viene desde la época colegial en el Instituto Central Vicente Cáceres, cuando le preguntaron por un compañero a quién no había visto: “a ese maldito no le he visto, desde allí se quedó en su vida, aunque muchos le dieron otro sentido”.

Amigo de todos, jovial, aquí apareció con grandes basquetbolistas catrachos como Juanín Lanza, Carlos Padilla, hijo y Marco Antonio “Mike” Avilés.

UN POCO DE SU HISTORIA

“Maldito” Fúnez comenzó a jugar baloncesto en la cancha El Obelisco donde alternaba con sus amigos Raúl Godoy, Max Campos, los hermanos Guillermo y Octavio Corleto, destacándose como defensor y pasador por su estatura: “a nivel colegial fue seleccionado y campeón nacional y centroamericano, mientras a nivel profesional fue preseleccionado”.

Un gran recuerdo y logro de su época de juventud fue que junto a la recordada basquetbolista, Hulda Herrera (QDDG), al ser campeones en tiros libres.

A nivel de liga mayor fue parte del quinteto del Olimpia, aunque además participó en Juventus y AllStar, donde compartió con jugadores como Julio Henríquez, Guillermo Corleto, Octavio “Magallón” Corleto, Julio Zúniga, Domingo C. Wu, Rigoberto Umaña, Raúl Godoy, Max Campos y “Juanín” Lanza, entre otros.

Rivales en la cancha, amigos y colegas en el baloncesto nacional, Mauro Fúnez y Gustavo “Mantequilla” Salgado.

Un mal recuerdo del histórico exjugador y entrenador fue el incendio del 15 de marzo de 1963 que dejó sin gimnasio de baloncesto a toda la capital, por lo que los partidos pasaron a disputarse en la escuela Lempira de Comayagüela.

En esos años mientras se construía de nuevo el Gimnasio Nacional la escuela Lempira sirvió para jugar torneos mayores y menores en ambas ramas, luego al habilitar el nuevo gimnasio que se llamó el Rubén Callejas Valentine todo volvió a la normalidad hasta que en octubre de 1998 el huracán Mitch se lo llevó y dejó sin baloncesto a la capital del país.

El baloncesto fue su pasión lo jugó desde joven y después trasladó sus conocimientos a los jóvenes que buscaban destacar.

SU GRAN LABOR EN EL BALONCESTO

Sin duda alguna que su vida deportiva fue totalmente dedicada al baloncesto en todo su esplendor, trabajó con los niños especiales del Juana Leclerc, del Sire, además lo hizo en varias selecciones menores y mayores, colegiales, en ambas ramas.

Un hecho anecdótico en su carrera es lo que sucedió con el recordado Nathanael López Fuentes, dirigente de Motagua, con quien tuvieron un altercado, por lo que el equipo femenino azul pasó a llamarse España, ya que don Miguel Felipe Canahuati les ayudó en ese tiempo.

Otro recuerdo memorable fue el campeonato centroamericano ganado en 1981 en Costa Rica, tuvo el auxilio del recordado entrenador Juan Barahona. Tampoco hay que olvidar que fue entrenador campeón con el Más x Menos en la liga Nacional de Baloncesto y luego también los hizo campeones en la fusión de Dimerc MxM, trabajando junto al cubano César Valdés y José Francisco “Chino” López.

La trayectoria de “Maldito” Fúnez en el baloncesto fue muy amplia y difícil describirlo todo en este pequeño recuento de su vida, pero que sirva de testimonio que al irse a la presencia de Dios, dejó un legado grande para su familia, amigos y el deporte de las cestas en su amado país. (GG)

Dirigió a muchos equipos, lo curioso sucedió con Motagua, una discusión con Nathanael López Fuentes le hace formar al España.
Su campeonato con el Más x Menos en 1992 en la primera Liga Nacional de Baloncesto fue inolvidable, hizo dupla con Martín Zelaya.