Ministro Julián Pacheco: “Hicimos de la transparencia una cultura de trabajo en Seguridad”

La misión era difícil pero no imposible y es por eso que, contra viento y marea, la Secretaría de Seguridad demostró en pocos años que una cultura de transparencia sí era posible en una institución que había sido marcada por el desorden administrativo, la corrupción y los escándalos de algunos de sus miembros.

Hoy, la Secretaría de Seguridad se ha convertido en referente de los procesos de transparencia en la administración pública, cumpliendo así el reto que les planteó el Presidente Juan Orlando Hernández, al asumir el mando en 2014.

Los procesos adoptados en la Secretaría de Seguridad, con el acompañamiento de la organización Transparencia Internacional (TI), en el marco del convenio suscrito el 6 de octubre de 2014, son de primer mundo y, por tanto, usados en organizaciones, como: US Army, US Navy y en países como Canadá, Dinamarca, Alemania, Noruega e Israel, entre otros.

El ministro de Seguridad, Julián Pacheco, explica qué hizo la institución para dejar en el pasado una historia marcada por fracasos y escándalos y dar paso a la transparencia que hoy goza a nivel nacional e internacional.

—¿Por qué hacer una apuesta tan fuerte por la transparencia en la Secretaría de Seguridad?
Porque estábamos conscientes que la Policía hace tres, cuatro años, padecía de un gran problema de confianza y otro de credibilidad. Ambas cosas no eran compatibles con el rol y la gran responsabilidad que tenemos como servidores públicos y más aún, con la gran misión que tiene cada policía. La transparencia se puede decir, pero no se refleja, si no hay honestidad.

— ¿Era la falta de transparencia un Talón de Aquiles en la institución?
Yo aquí puedo decir un discurso de transparencia, pero lo que esté haciendo es otra cosa; entonces, en la Secretaría estamos siendo coherentes en lo que decimos y lo que hacemos.

–¿Y en qué momento deciden que hay dar un giro?
El Presidente Juan Orlando Hernández nos impuso el reto, de hecho, el 28 de enero de 2014 se firmó una carta de intenciones con Transparencia Internacional y el convenio finalmente se suscribió el 6 de octubre de 2016. Acordamos monitorear y evaluar los esfuerzos anticorrupción en cinco sectores vulnerables: Salud, Educación, Seguridad, Gestión Tributaria e Infraestructura.

Desde entonces, la Secretaría de Seguridad ha sido muy activa y eficiente en el cumplimiento de ese Convenio de Colaboración y Buena Fe para la Promoción de la Transparencia, Combate a la Corrupción y Fortalecimiento de Sistemas de Integridad policial.

–¿Qué áreas de la Secretaría de Seguridad han sido alcanzadas?
Asumimos muchos compromisos, pero resaltan el tema de recursos humanos, compras y contrataciones, porque es donde teníamos los mayores problemas. Ya en el pasado se habló suficiente sobre planillas fantasma, sobre policías en libros y planillas, pero no en las calles brindando seguridad. Todo eso es parte del pasado.

Junto al Comisionado Renán Sagastume hemos trabajado muy de cerca en los planes de acción de Gobierno Abierto, como Secretaría de Seguridad hemos sido un aliado muy participativo para lograr esa transición de un Gobierno Abierto a Estado Abierto, asumiendo como propio el reto de lograr la implementación efectiva de los principios: transparencia, participación ciudadana, rendición de cuentas e innovación.

—¿Cuál fue el primer paso para devolver la transparencia a esos procesos que eran vulnerables a la corrupción?
Como primer paso para trasparentar los procesos decidimos adquirir e implementar un Sistema Integrado de Gestión de clase mundial. Este sistema informático, conocido como SAP, nos permitió automatizar los procesos operativos y estratégicos, nos permitió unificar y ordenar toda la información de los recursos logísticos, humanos y financieros, posibilitando así la toma de decisiones de forma más rápida y segura.

— ¿No existía antes un sistema de esa naturaleza en la Secretaría de Seguridad?
Mire, aquí hace 3 años las planillas se hacían en una hoja de Excel, cualquiera podía manipular los datos y no dejar rastros. Toda esa debilidad informática hacía propensa a la institución al desorden administrativo y a la corrupción.

—La pregunta es obligada, ¿resultó fácil hacer esa transición, hubo oposición o resistencia?
Ha sido complicado porque es un cambio de cultura, porque el tema de transparencia no solo es de presupuesto o de recursos humanos, es un eje transversal de la Policía. Cuando el policía acude a darle respuesta a un llamado de auxilio a un ciudadano debe ser transparente en lo que hace y dice, debe tratar de dar una respuesta al ciudadano, pero también decirle al ciudadano: “no, si no se puede”, esto también es ser transparente, no engañar.

También, es un asunto de transparencia tomar un caso hasta concluirlo, o sea, que el delincuente quede preso o sea absuelto, de esto dependerá definir si hay o no un buen uso de los recursos del Estado.

— ¿Y cómo puede el ciudadano exigir más transparencia en sus funcionarios policiales, porque la transparencia también pasa por ser receptivos?
Nosotros nos debemos a la gente. Aquí cualquier ciudadano puede venir a reclamar porque no le hemos cumplido y con toda la razón porque él paga impuestos y de esos impuestos nos pagan a nosotros, y nos puede decir con lo que pago ponemos el combustible, ponemos los materiales, los uniformes para los policías, ponemos todo, entonces el ciudadano también tiene todo el derecho a reclamar. Hemos convertido esta cultura de servicio en un eje transversal.

—Se han dado muchas quejas por la emisión de la hoja de antecedentes policiales y licencias de conducir. ¿Esto ha cambiado?
En efecto, tuvimos muchos reclamos, pero ambos procesos han cambiado.

Aquí el ciudadano para todo necesitaba la constancia de antecedentes policiales, para un empleo, para entrar a la universidad, para comprar un vehículo. En efecto, había un reclamo de la gente, primero las enormes colas que se hacían bajo el sol para que les dieran una constancia; segundo que esa constancia cuesta 200 lempiras y solo duraba 3 meses. Por lo anterior, convertimos y cambiamos el proceso de atención al público con nuevas horas de atención a la gente y extendimos el plazo de 6 meses a un año de vigencia para la constancia de antecedentes policiales.

—-¿Y se ha logrado un mejor manejo presupuestario?
Hacemos el mayor uso posible de cada lempira que se nos da para darle un mejor servicio a la comunidad, para darle un mejor servicio a nuestra gente y eso pasa por tener entidades transparentes.