Algo para recordar: diferendo fronterizo con El Salvador

Por: Jaime Martínez Guzmán

Septiembre es el mes de la patria. En él celebramos el aniversario de nuestra independencia nacional. Estamos a tres años de celebrar el bicentenario. En el mes además del 15, celebramos: 01 Día de la Bandera, 10 Día del Niño, 17 Día del Maestro, y el 28 la llegada de los documentos de Independencia. Sin embargo, hasta ahora, no se ha dado relevancia o se ha olvidado un hecho importante de nuestro acontecer histórico que ocurrió en este mes, precisamente el 11 de septiembre de 1992, hace ya 26 años, cuando la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, Holanda, profirió la sentencia sobre el prolongado y delicado diferendo fronterizo entre Honduras y El Salvador.

Ese día, quien fungía como presidente de la República, el licenciado Rafael Leonardo Callejas, nos convocó a quienes conformábamos su gabinete de gobierno, a fin de que a las 9:00 p.m. nos presentáramos a la Casa Presidencial y conociéramos de la sentencia que emitiría la indicada Corte. A las 10:00 p.m. sonó el teléfono. Era el canciller Dr. Mario Carías Zapata que llamó para informar al presidente sobre la sentencia. A los pocos momentos de escuchar el presidente Callejas gritó emocionado ¡Ganamos!
En efecto, de los 442 Km2 que comprendía el diferendo limítrofe, la Corte adjudicó a Honduras 302 Km2, un 69% y a El Salvador 139 Km2, un 31%. De lo recuperado por nuestro país en los bolsones de Tepangüisir, Cayaguanca, Zazalapa, Desembocadura del río Goascorán, los de Nahuaterique y Dolores en el departamento de La Paz, son los más extensos y en aquel tiempo de mayor concentración de población salvadoreña, sin embargo, con poco control administrativo del gobierno vecino ya que, desde su conflicto interno esos territorios fueron reducto de grupos guerrilleros.

Los presidentes Alfredo Cristiani de El Salvador y Rafael Leonardo Callejas de Honduras, antes de la sentencia y fuere como fuere esta, habían acordado reunirse en ceremonia solemne, en el puente El Amatillo, que une a los dos países. La reunión fue al día siguiente del fallo de la CIJ, asistiendo como testigos de honor los otros mandatarios centroamericanos: Serrano de Guatemala, Chamorro de Nicaragua y Calderón de Costa Rica. El evento culminó con un abrazo fraterno entre los presidentes Callejas y Cristiani.
El gobierno nombró al coronel (r) Abraham García Turcios, como Comisionado Especial para los territorios prácticamente recuperados y se instruyó a los entes correspondientes para el levantamiento de un diagnóstico situacional de ellos, como base para elaborar un plan de acción multisectorial a fin de ejercer soberanía y asegurar la consolidación política, económica y social de la zona, atendiendo las necesidades de su población. Conservo el instructivo inicial interinstitucional de acciones alrededor de los propósitos apuntados.

Para el 18 de septiembre de 1992 se previó una visita del presidente Callejas y su gabinete de gobierno a los territorios de Dolores, Nahuaterique y Zazalapa, a los efectos de conocer la situación de los mismos y ejecutar los actos iniciales de soberanía. Por razones especiales solamente se visitó Zazalapa, cercano a la población de La Virtud, en cuyo Cabildo Municipal tuvo efecto un solemne acto conmemorativo.

Los meses de octubre a enero fueron de febril labor de las secretarías de Estado, preparando y ejecutando acciones para atender a la reticente población y cautelosamente ejercer soberanía. La Secretaría de Educación con auxilio del Fondo de Inversión Social, reconstruyó y habilitó edificios y consiguió el nombramiento inmediato de 24 maestros que, adecuadamente capacitados, estuvieron listos no solo para el servicio docente, también comunitario. Les esperaba una generacional labor misionera de hondureñización.

Para el 8 de febrero de 1993 en que se iniciaba la matrícula escolar y la formalización de otras acciones gubernamentales se previó la celebración en un acto especial que tendría efecto en la aldea El Zancudo, sede del comisionado especial, acto que contaría con la presencia del presidente Callejas. Lamentablemente el mandatario y parte de su gabinete de gobierno, por razones de seguridad aérea, dadas las condiciones meteorológicas de la zona no pudieron viajar vía helicóptero, como se había previsto.

Dado que quien esto escribe ya estaba en la zona y siendo, como secretario de Educación, la persona de mayor rango, me tocó la honrosa designación de presidir el importante evento, en representación del presidente Callejas, contando con la presencia de integrantes de la Comisión de Límites de la Cancillería, del Comisionado Especial, de otros funcionarios gubernamentales y autoridades militares de la zona, lo mismo que de autoridades civiles de los municipios aledaños y pobladores de la comunidad.

Histórico y sumamente significativo por su emotividad fue el acto de los pabellones nacionales. Con mucho respecto el comandante militar de la zona arrió el pabellón salvadoreño que aún permanecía izado. Después me tocó la honrosa tarea de izar nuestro sagrado pabellón nacional, por primera vez en las zonas recuperadas. Algún tiempo después nuestra Cancillería entregó el pabellón arriado a la embajada salvadoreña.

Los pobladores nativos que estuvieron en los actos se comportaron respetuosamente, aún cuando se arrió el pabellón salvadoreño. Los líderes comunales, que también conformaron parte de la base social del FMLN, solicitaron una reunión con las autoridades hondureñas, la que concedimos. Presentaron un manifiesto con doce exigencias al gobierno de Honduras. Es anecdótico el hecho de que cuando uno de los líderes leía las doce exigencias, al llegar a la que decía: “Declarar a Nahuaterique como zona desmilitarizada”, vio a su alrededor e inmediatamente dijo: “Este punto ya quedó fuera, porque de todas maneras los militares hondureños ya están aquí”.

(*) Exsecretario de Educación