Por: Manuel Bernales Alvarado.
Varios excelentes informativos, en particular de la Deustche Welle y la BBC, se ocupan clara, firme y documentadamente de los abusos a miles de menores, varones y mujeres, de monjas y clérigos, junto a prácticas que la añeja doctrina censura y condena, como la homosexualidad en varones y mujeres dentro de órganos y acciones de la Iglesia Católica Romana.
Estos hechos no son exclusivos ni excluyentes de la Iglesia Católica y otras cristianas. La historia comparada y la prensa actual lo ha registrado y documentado en muchas grandes religiones monoteistas. Violaciones de los seres humanos empezando por sodomía infantil y castración incluso para conservar la apreciada rara voz aguda, los castratti, se han practicado y aún hay testimonios grabados. Otras reglas esenciales como la castidad y la abstinencia sexual obsoluta son inseparables de un corpus doctrinal, ideológico, de patriarcado institucionalizado por siglos en el mundo entero.
También en nuestro universo occidental-muticultural-mestizo, estas cuestiones son inseparables de otras de conducta, moral, ética y teología o «inteligencia de la fe», como es la subordinación de la mujer en el sacerdocio. En el convento de Santa Catalina, Arequipa, se ilustra sobre el tema. Archivos eclesiásticos brindan información sobre hijos de obispos varones o mujeres. Cuanto más pobres y nativas, las mujeres eran más sometidas a servidumbre y aún cuasi esclavitud, como en la Amazonía, sociedades coloniales o marcadas de colonialidad. Esta crisis alcanza las penalidades para los divorciados. La historia del Perú documenta arreglos para personas «de arriba» y con no poco dinero. Basta revisar periódicos y revistas «de época».
La crisis del catolicismo, no es de o por merma de creyentes, o de irrupción de evangélicos que algunos quieren forzar como versión sustituta de la realidad, como en la época en que el arzobispado hacía las colectas pro misiones, en el mundo de Coco, Vicuñín y Tacachito, años 50, o para los niños refugiados de la post segunda guerra mundial. No. Ya hasta el cine y otras obras de civilización en México, Argentina y sobre todo en la principal capital histórica cultural de lo que se llama occidente, en Roma, superaron la represión y censura legal y no legal sobre creaciones como las de Fellini: Roma, Satiricón, La Doce vita Ocho y medio…La crisis religiosa, institucional y de poder e influencia romana se ve y se siente multidimensional y transnacional, ¿civilizatoria?… Si el Papa Francisco hace o no, dice o no, su palabra, su conducta, no se considera como antaño: «lo dijo el Papa». Ni siquiera en cuestiones de dogma, es decir, de verdad para la religión e iglesia, que el Papa de Roma lidera y dirige. Allí están las publicaciones desde España, Francia e Italia para corroborar lo enunciado. Este proceso se agrava por los que resisten a toda innovación eclesial, desde dentro de las estructuras eclesiásticas, en materias diversas ya citadas y otras litúrgicas, especialmente en ética y moral individual y social. Ellos están soliviantados y entregan al mundo falsas noticias, versiones tendenciosas y ocultan hechos no solo inmorales para cualquier examen de moral natural por así decir, esto es, no fundamentada en la fe, sino en una concepción del ser humano, varón o mujer, «abiertos a la trascendencia». Ocultan y justifican delitos graves y continuados en una estructura de poder sacralizado por la manipulación de la confianza, el temor, la adolescencia y la creencia en un Dios que respalda a su agresor o violador.
El Papado no las tiene todas consigo ni el Italia, Alemania, Estados Unidos, la India, el Perú o Chile, como es bien sabido. Las reacciones y procesos de justicia deben ser prontos, rigurosos en todo el proceso en su decisión y su ejemplar cumplimiento. Esos procesos comprenden reglas eclesiásticas y estatales: no hay derecho ni justificación para que no se cumpla con rapidez con la ley religiosa y civil, administrativa y penal. Pero lo peor que puede ocurrir para creyentes y no creyentes, es que quienes se han dedicado al saber, al conocimiento del mundo del ser humano y e la fe, guarden silencio y en todo caso, moderato cantábile, se ocupen de problemas de inconducta grupal en la gestión financiera e institucional, sin ventilar hechos y soluciones de un ámbito que no es del confesionario sino de la ley civil.
Un racconto importante: en los años 90, en la UNESCO, el director general valoraba una reflexión de Andre Malraux»: «el siglo veintiuno será religioso» y los estudios de prospectiva que entonces tuvieron importante desarrollo, mostraban el crecimiento relativo mayor de religiones e iglesias no cristianas, en particular el Islam junto a una creciente sociedad sirviente del dios consumo, de un materialismo práctico que había vencido al «materialismo dialéctico» de los socialismos reales en debacle o en adaptación, como la República Popular China. Diplomáticos y especialistas de El Vaticano y el Centro Católico con estatus de asociado a la UNESCO, hicieron, y realizan, importates contribuciones en la amplia esfera de su competencia, pero no en temas como los de esta crisis mundial que vive el catolicismo como consecuencia de delitos practicados y encubiertos hace decenios en muchas partes del mundo y en la misma sede Vaticana.
Roma es una ciudad abierta al mundo tanto física como virtualmente. Desde su fundación fue asiento de un poder creciente, lugar de destino y de diásporas de muy variados componentes humanos. Y así continúa. En otras épocas se supo mucho y muchas cosas de la corte y dominios del obispo de Roma. Junto con importantes causas en diversas épocas, eso contribuye a explicar el Papado en Aviñón, la Reforma Luterana y las reacciones internas para mejorar El Vaticano. En sociedades con «catolicismo de cristiandad» cuyo extremo es la unión del Estado con la Iglesia Católica. Tanto la romana como otras, por ejemplo la Anglicana, la cultura e instituciones del «césaro papismo» marcaron siglos de historia desde que, siguiendo el destino del poder estatal temporal, hubo una iglesia en occidente y otra en sede oriental, tambien pequeñas como en Oriente Próximo y África. El Estado se subordinaba a la autoridad eclesiástica. La vida de todos a la autoridad religiosa y política, mundana, del Papa y sus aparatos de gobierno estatal. Estos son muy antiguos, tienen un saber y un saber hacer que poco a poco está siendo desbordado por nuevas realidades. Su servicio de relaciones exteriores, inteligencia, diplomacia, y otros órganos e instituciones tiene presencia mundial y ha sabido navegar en nuevas aguas y corrientes, ya sea inclinándose a un poder como el nazismo o el fascismo. Eso se ha criticado en «El Papa de Hitler». Hoy se refuta. U otro, como el militante y rígido anticomunismo de Juan Pablo II. No obstante sus importantes planteamientos religiosos y sociales, hoy pesan menos que sus reiteradas declaraciones y decisiones tradicionalistas en lo social y de vivencia de la fe católica, incluida su poca acción contra los males que comentamos.
En esos van y vienen a la Iglesia Romana no le ha quedado otra que oponerse a las reformas, las Repúblicas, a la Ilustración, a los socialismos, al liberalismo y luego adaptarse a otros poderes temporales mediante el Concordato entre el «Principado Electivo Vitalicio», este el régimen del Estado Vaticano y la República del Perú, por ejemplo. Hubo aperturas, aggiornamientos, a lo largo de los siglos a otras ideas y creencias que en parte asimiló volviendo a sus fuentes, caso de la Patrística o reconociendo el valor de diversos humanismos: Concilio Vaticano Segundo. Recordemos, por ejemplo, para aceptar que la propiedad privada de los medios de producción no precede al derecho al uso permanante y estable de los bienes de la tierra para todas las personas: la versión oficial de la Doctrina Social de la Iglesia Católica, no reconoce el jus abutendi que impera en países como los nuestros.
En muchos Estados, aún de sociedades con gran herencia y adhesión a la religión católica y obediencia a las reglas de su iglesia, se vive cada vez más un «cristianismo de diáspora», en pluralismo, en retroceso, en incertidumbre, y en confusión, tanto en lo religioso como en lo temporal- político del Estado Vaticano. No hay, como antaño, una amplia y profunda hegemonía cultural e institucional inspirada en el cristianismo y en particular en el catolicismo. Toda la historia del cristianismo institucional está plagada de santos y demonios, de héroes, heroicidades, santos y santidades…y sus contrarios absolutos! Durante siglos se ha sabido lo bueno o malo y lo feo y se ha buscado ocultar verdades de lo horrendo, del abuso y el delito. No hablo aquí de pecado, sino de delitos y trasgresiones a toda moral natural y religiosa todas ellas fundamentadas en el respeto activo por toda la persona y todas las personas. En consecuencia, en el debido conocimiento, sanción, pena y reparación, siempre imperfecta a veces ridícula, de los delitos comunes, agravados por un cuadro social o institucional de desigualdad de poder, autoridad, creencia, medios materiales y sicosociales del delincuente individual y de su amparo, complicidad institucional. Asimismo en otra evidencia: de los que también delinquen al instituír una indeseable tolerancia e impunidad, que no pocas veces es un abierto insulto a la inteligencia y reglas básicas de justicia y equidad.
No sería extraño que más pronto que tarde algunos entendidos quieran aplicar a delitos como los citados en esta reflexión, el concepto y método del iter criminis de delincuentes corporativos: la mafia. Uso y abuso de moda en el criollo mundillo local aplicado a organizaciones políticas, que no han tenido ni encubrimiento ni red de alcance internacional tan espantosos como los denunciados de abuso o pedofilia intra eclesiásticos en los Estados Unidos de Norte América o en Alemania. Les dejo citas tomadas hoy, 15022019, de la página de la DW:
«Un informe interno de la Iglesia Católica en Alemania revela que cerca de 3 mil 700 menores sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes durante 70 años…..
Ocho películas sobre los abusos sexuales en la Iglesia Católica…..»Por la gracia de Dios», que se estrenó en Berlín, muestra los intentos de la Iglesia de tapar los escándalos de abuso sexual. No es primera vez que el tema es abordado en el cine…..
Francisco cede ante denuncias de la Iglesia. El Papa Francisco convoca una reunión histórica de obispos para tratar el tema de abuso sexual, tras los escándalos que vienen salpicando a la Iglesia Católica en el mundo…..
Doris Reisinger: “Yo era la víctima ideal”. DW habló con una monja que dejó los hábitos tras ser objeto de abuso sexual y violación en su orden. Ella insta al Vaticano a investigar la prevalencia de estos delitos en la Iglesia Católica, a prevenirlos y penarlos…..
El celibato en discusión. Feligreses católicos en Alemania discuten sobre el celibato a raíz del escándalo de abusos sexuales en la Iglesia…..
Iglesia Católica: los abusos y sus consecuencias. Los casos de abusos continúan incendiando la Iglesia Católica. Tras Pensilvania, ahora sigue Alemania. La Iglesia está ante un terremoto que podría tener resultados similares a la Reforma, dice el Vaticano…»