Necronomicón es un antiguo y curioso libro, que ha permanecido oculto durante mucho tiempo, siendo buscado insistentemente por los magos y hechiceros de todas las épocas.
Se trata de unos escritos de magia, repletos de conjuros, encantamientos, exorcismos y fórmulas para invocar cosas que moran en el abismo de la mente humana, más allá de la comprensión racional.
Pero en Honduras, un grupo de pastores evangélicos denunciaron que en la costa norte y en el occidente del país, en donde hay menos vigilancia policial y religiosa, un grupo de extranjeros se ha dado a la tarea de repartir material prohibido, que ha llevado a la mayoría de las personas, casi todas jóvenes, a salir por la puerta falsa: El suicidio.
Las alarmas se han disparado en el Colegio de Psicólogos, pues ya las muertes están alcanzando altos porcentajes que no se habían visto en los últimos años en el país y piden a salud poner más control ante la salud mental de la población.
Pero un grupo de pastores, que hizo la denuncia en LA TRIBUNA, denuncian que ahora la invasión es en las escuelas, en donde los niños están siendo culturizados por sectas que distribuyen folletos y que revisen en su internet las ciencias ocultas, algo que se debe de prohibir en el país, por las autoridades de Educación.
Además las autoridades de Medicina Forense, también relacionan que muchos de los suicidios tienen que ver con las personas que se han metido a ser neófitos de la artes oscuras y muchos quieren hacer ritos para salir de la pobreza o amor, cayendo en trampas malévolas que están allí desde hace siglos para los incautos.
SUICIDIOS EN ADOLESCENTES
El suicidio de adolescentes y jóvenes es una problemática psicosocial grave que se ha incrementado en las últimas décadas no solo en nuestro país, sino en todo el mundo, según los datos de distintas fuentes.

Cuando irrumpe en el campo educativo, cuando el suicidio consumado de un adolescente ocurre en una escuela, cuando acontece un intento de suicidio por parte de un niño o joven, el impacto es de tal magnitud que se convierte en uno de los problemas más difíciles de afrontar por parte de los educadores, de los directivos y de los profesionales de los equipos de orientación escolar.
Los enfoques psicopatológicos, epidemiológicos o sociológicos, como es esperable, hacen hincapié en sus respectivas especificidades, como ser las patologías o la perspectiva estadística y sanitaria. La lógica disciplinaria dice no solo de la dificultad para las miradas integrales sino que, al reducir o impedir que el abordaje sea atravesado por otras miradas, logra que esta reducción no solo simplifique el fenómeno sino que lo distorsione.
La problemática abordada es de un grado de máxima complejidad, y requiere abandonar toda perspectiva unidimensional o mirada totalizadora.
Lo que Freud llamaba el enigma del suicidio, apunta a que, de las múltiples significaciones que se encuentran en su análisis, ninguna de ellas es su significación exclusiva.
La experiencia lo presenta a veces como un hecho pleno de sentido y muchas veces sin sentido.
El tema de las significaciones y causas es nodal para abordar esta problemática, sobre todo para comprender el impacto que nos produce y orientarnos para el acompañamiento de los afectados.
Lo indescifrable del acto repercute en los distintos tiempos que requiere la elaboración subjetiva y colectiva de esta acción extrema.
Es precisamente esa condición enigmática la que interpela al docente, como a todo aquel que confronta con el acto suicida, con la difícil ausencia de referencias y explicaciones.
ESCUCHAN VOCES
No toda depresión o suicidio debe asociarse a brujería, pero sí una buena parte de esos casos. La mayoría de enfermedades por brujería de las que se han visto y aún existen más, van asociadas con el espíritu de depresión.
De ahí toma control de la persona en algún momento inicial o crítico de la enfermedad, ya sea por darse cuenta de que tiene determinada enfermedad o por que al tratarse médicamente no mejora y hasta puede empeorar.
Después de ese momento de angustia y depresión, posee a la persona uno de los espíritus subordinados del principado de muerte, que tiene diferentes espíritus y manifestaciones de muerte, en este caso el espíritu de suicido.
Sabemos cuando existe depresión o deseos de suicidio en la persona por causa de brujería, con el discernimiento que Dios pone en sus siervos con dones espirituales con este fin, o a través de cualquier instrumento que el Altísimo quiera utilizar o por revelación directa de Dios.
Los sicólogos y los siquiatras que se ocupan del trabajo de la mente y sus comportamientos no lo podrán entender y tratarán a la persona de acuerdo a sus conocimientos científicos. Con sedantes naturales o farmacéuticos y terapias, que de alguna manera y de forma temporal pueden ayudar a la persona. Sin embargo cuando el origen es brujería no podrán de ninguna manera ayudarlos, por más terapias o pastillas sedantes que le receten a la persona.
Cuando el origen de la depresión y del deseo de suicidio no tiene que ver en absoluto con la brujería, tendrá entrada a la persona un espíritu de depresión y un espíritu de suicidio, porque la persona misma le ha dado posada en su cuerpo de manera voluntaria, una vez entrado buscará cumplir su propósito, pero la diferencia con la depresión y deseo de suicidio por brujería radica en que la brujería de la que se es objeto de forma pasiva o activa, esto es por haberla practicado o porque se la practiquen, dándose cuenta o sin darse cuenta, alimentará cada día esa depresión y deseo de suicidio.
El espíritu de depresión y de suicidio frecuentemente se manifiestan en las personas a través de sus mismas palabras y comportamientos y son fácilmente perceptibles para quienes pueden identificar esos espíritus.
Los sicólogos y siquiatras debido a la experiencia acumulada pueden identificar estas manifestaciones y saben que cuando una persona está deprimida puede llegar al suicido que es la etapa final de la depresión, saben también que cuando una persona dice de diferentes formas habladas escritas que se va a suicidar lo va hacer en cualquier momento.
Es un aviso. “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos”. Proverbios 18:21.