Supuestos testaferros de «Los Cachiros» quedan con auto de formal procesamiento

El juzgado de letras penal con jurisdicción nacional en audiencia inicial decretó auto de formal procesamiento con la medida cautelar de la prisión preventiva contra los supuestos testaferros de los líderes de la banda criminal «Los Cachiros».
 A ellos se les supone  responsables  de  los  delitos  de  lavado  de  activos  y  asociación ilícita  para lavar activos en perjuicio de la economía del Estado de Honduras. 
Los encausados son Francisco Arturo Mejía, Roberto Arturo Mejía Salgado y Waldina Lizzette Salgado Pérez, quienes se entregaron la semana anterior voluntariamente a las autoridades. 
Con la incorporación de las pruebas documentales y testificales y al no justificar los activos a su nombre se constituyen en los indicios racionales mínimos que se suman a la naturaleza del delito, la gravedad de la pena e imposibilidad de otorgar medidas cautelares distintas a la prisión preventiva. 
Lo anterior, son los argumentos que asume el juez de letras penal los remite tanto a la Penitenciaría Nacional de Máxima Seguridad como la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social ambas en Támara, mientras se celebra la audiencia preliminar.

Testaferros   

En marzo del 2018, la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), llevaron a cabo la Operación Apolo, contra una estructura criminal acusada de lavar activos y ser testaferros de la familia Rivera Madariaga (Los Cachiros). 
En ese entonces, el operativo dejó como resultado el aseguramiento de 84 bienes, 31 vehículos y 16 empresas mercantiles valorados en más de 500 millones de lempiras, que estaban en posesión de personas ligadas al clan de narcotraficantes. 
Según investigación de los agentes de la ATIC, Arturo Mejía, Waldina Lizzette Salgado Pérez y Roberto Arturo Mejía Salgado, tenían vínculos con la estructura criminal “Los Cachiros” a través de la empresa Inversiones Rivera Maradiaga “INRIMAR”, propiedad de Devis Leonel Rivera Maradiaga y Nohelia Mercedes Pacheco Murillo y varias empresas que fueron constituidas por la familia Mejía Salgado. 
También se constató que Mejía era un administrador y testaferro de “Los Cachiros”, a través de un poder general de administración de todos los bienes de la empresa INRIMAR y del señor Devis Leonel Rivera Madariaga. 
Además, era quien realizaba todos los trámites legales en lo referente a la constitución de las empresas, compra y venta de bienes inmuebles, tanto de la estructura criminal “Los Cachiros” como de su núcleo familiar. 
De igual manera, se logró identificó al señor Francisco Arturo Mejía, quien es abogado y notario, casado con la señora Waldina Lizzette Salgado Pérez, tiene tres hijos de nombre Roberto Arturo Mejía Salgado, Viviana Mejía Salgado, Felipe Gabriel Mejía Salgado, quienes mantienen vínculos con la estructura criminal “Los Cachiros” a través de varias empresas y diversas transacciones realizadas por los mismos. 
Según información, se identificó al señor Devis Leonel Rivera Madariaga en junio del 2009 constituye una sociedad mercantil con el nombre de Inmobiliaria Rivera Maradiaga, S.A. de C.V., INRIMAR, S.A. de C.V., con la señora Nohelia Mercedes Pacheco Murillo, escritura de constitución que fue elaborada por el abogado y notario Francisco Arturo Mejía quien inscribió la misma en el Registro Mercantil de Tegucigalpa en fecha 11 de junio del 2009.