Far west vampírico

José María Leiva Leiva.

En un artículo precedente nos referimos a la sorprendente propuesta que Ana Lily Amirpour nos diera con su película “The Bad Batch” (conocida también como “Amores Caníbales” o “Amor Carnal”), ambientada en un mundo apocalíptico, en el que su protagonista principal (Suki Waterhouse), ha sido desterrada a un páramo de indeseables en el desierto de Texas, separado de la sociedad civilizada. Un mundo marginal que se ubica detrás de una inmensa verja probablemente en alusión al muro que defiende y promociona el presidente Trump, poblado de drogadictos, delincuentes, locos, inmigrantes y hasta caníbales, a los que en su conjunto suele llamárseles “El Lote defectuoso”.

Hoy nos referimos a su ópera prima, “Una chica vuelve a casa sola de noche” (2014), rodada en persa con subtítulos en inglés y español, ni duda cabe que estamos ante una directora que no deja indiferente a nadie con sus películas. Es atrevida, irreverente y provocativa, empezando por ese título tan estrambótico para un filme que se antoja como una mezcla de géneros, novelas gráficas, horror y la estética en blanco y negro, que combinan con el surrealismo y la tensión latente que se vive en Bad City, una ciudad fantasma de Irán poblada de prostitutas, drogadictos y proxenetas, donde van a ocurrir extraños sucesos relacionados con la presencia de una mujer vampiro (Sheila Vand), en medio de una inusual historia de amor”.

La cinta está basada en su cortometraje homónimo de 2011, y ha sido rodada en una ciudad petrolera del Sur de California, en un desértico lugar que más bien parece en vías de extinción no solo del recurso mineral que explotan las máquinas extractoras de este oro negro, sino también de sus habitantes como objetivo de “una justiciera de Far West que se dedica a estudiar sus conductas y a castigar a quien incumpla su código moral”.

Considerada como “un soberbio ejercicio de estilo y minimalismo narrativo en el que Amirpour demuestra una sensibilidad estética muy particular, fusionando terror y western en las páginas de una novela gráfica en movimiento”, Una chica vuelve a casa sola de noche, se convirtió en una de las sensaciones festivaleras del 2014. La crítica se volcó a su favor, particularmente destacando la sensualidad e iconoclastia de sus imágenes, algunas de las cuales se antojan para el recuerdo.

Para el caso se citan el encuentro de Arash (interpretado por Arash Marandi, que luce una personificación en el mejor recuerdo de James Dean), con la Chica, tras un baile de disfraces en la que él viste como el conde Drácula; su primera visita a la casa de ésta; cualquier aparición espectral de la mujer vampiro en las desoladas y tétricas calles de Bad City, más los sublimes instantes musicales, que combinan ritmos tan distintos como la música tradicional y los sonidos pop o electrónicos.

Los halagos pues no se hicieron esperar. Variety; The Hollywood Reporter; San Francisco Chronicle y Los Ángeles Times, en los Estados Unidos. Diario El País; Fotogramas; Cinemanía y Diario La Vanguardia, de España. Time Out, del Reino Unido. Diario La Nación; Diario Página 12; MicropsiaCine.com y OtrosCines.com de Argentina, y Diario La Jornada; Diario Excélsior y Diario El Universal, de México son solo algunos puntuales ejemplos.

Juzgue usted: “Astuto y elegante romance de vampiros, ambientado en un imaginario submundo iraní”. “Embriagadora mezcla de terror espeluznante y cultura pop de los 80, hecha por una artista a la que hay que seguirle la pista”. “Estupenda y sombría película que da más importancia a la atmósfera y a las emociones que a la narrativa». “Salvajemente original, que te agarra por el cuello con su oscura, variada y vibrante banda sonora y una historia de amor poco convencional».

«Hay aquí claridad estilística, seguridad en la narrativa, alejada del vértigo pero sostenida en atmósferas siempre logradas con un trabajo meticuloso”. «El film de Amirpour ensaya interesantes vueltas de tuerca sobre el género, que a pesar de tanta historia sigue dando buenos exponentes. Aquí, además del protagonismo femenino, la figura del vampiro encuentra otros matices para redondear un film disfrutable”. «Más allá que las referencias e influencias sean un tanto excesivas, la película posee una dosis de originalidad innegable y no solo por su lectura política”.

«Historia de horror gótico que es, ante todo, un malicioso juego de simulaciones. (…) Notable”. «Fuera de su contexto, la película resulta una continuación del legado de Jarmusch, pero, inevitablemente ligada a él, es un acercamiento histórico a una historia interrumpida por el fundamentalismo religioso». «Un vampirismo que hoy arraiga en un western lyncheano musulmán como revelador revulsivo, mundo de la ronda nocturna de un mefistofélico ángel exterminador femenino en chador sepulcral». «Una apuesta llena de anacronismos, de caprichos, pero también de sensualidad, de audacia y de libertad creativa”. “Es difícil ignorar una propuesta tan personal como la de esta joven directora, que ha marcado con su sello cada uno de los planos de esta película”.

En su conjunto, “Una chica vuelve a casa sola de noche” y “Amores caníbales”, son películas que gracias a sus imágenes que van desde lo bizarro al extraño lirismo, su narración, música y sonido despiertan curiosidad e interés. Son escenas cargadas de referencias y simbolismos… “historias provocadoras impregnadas de emociones encontradas que se alejan de todo convencionalismo. Por ende, recomendables como alternativa a lo usual, al mal acostumbrado cine repetitivo que no se atreve a innovar, que no quiere arriesgar”.