Evaluación del gobierno de doña Xiomara

1/3

Óscar Lanza Rosales

Voy a compartir con ustedes algunas conclusiones de una evaluación sobre los primeros 6 meses de la Presidenta Xiomara Castro, elaborada por el Movimiento Patria (MP) -hondureños talentosos, algunos afines al actual gobierno y otros independientes- bajo las premisas que, gobernar es difícil, especialmente en una coyuntura de pandemia y un Estado saqueado por el gobierno anterior; con una sociedad y clase política polarizadas y un contexto internacional conflictivo. A lo anterior, hay que agregar una campaña de medios muy crítica al actual gobierno, encabezada por el Partido Nacional y sus aliados, orientada a detener, desanimar y a confundir, incluyendo dividir a los partidos aliados, con el propósito de desestabilizar. Por eso, ese movimiento hace la salvedad, que ha tratado de evaluar con conocimiento y discernimiento, haciendo un balance justo.
Para su análisis, han dividido la evaluación, en la Gestión Presidencial, Educación, Salud, Relaciones Exteriores, Economía, Seguridad y Defensa; Ciencia, Tecnología e Innovación; y del Legislativo.

Sobre la Gestión Presidencial, el MP considera que se ha atacado a la Presidenta como lideresa, aunque siga contando con uno de los mejores puntajes de aprobación: 53%. Se le crítica por las incongruencias y la falta de poder real frente a actores cercanos y poderes fácticos. Reconociendo que le hace mucha falta una mejor definición de las prioridades y una mayor gestión por los más vulnerables. Pero el MP concluye que, a pesar de estas interferencias -según los sondeos- ella sigue levantando expectativas y esperanzas. Esperando que crezca y madure en el cargo, con un liderazgo más claro y aplomo. Le piden que arriesgue más, que confíe menos en asesores, y que realice un mejor trabajo de coordinación y avive su visión.

Educación. En estos primeros meses, la gestión en el ramo educativo ha estado centrada en asegurar el retorno a clases presenciales, garantizar la gobernabilidad y revisar o derogar las leyes educativas emitidas en los dos gobiernos anteriores. Estas prioridades han pospuesto el cumplimiento de la promesa de campaña de la “refundación de la educación”. Por eso las metas intermedias solo se han cumplido a medias. Hay baja ejecución presupuestaria, centros educativos en estado precario, sin merienda escolar, falta de textos y materiales educativos, campañas de vacunación anticovid inferior a las metas, mucho ausentismo y continúa la inequidad digital que afecta a la mayoría de estudiantes. Las relaciones con los maestros son armoniosas, en vista que el gabinete ministerial -desde el secretario de Estado hasta las direcciones generales- está integrado por exdirigentes gremiales.

Salud. En ese sector falta todo y todo está por hacerse. No se ha cumplido lo que se ofreció en la campaña, de una salud pública con un enfoque primario y de prevención, con mayor presupuesto y gratuidad, entre otros. Seis meses son insuficientes para ese fin, pero bastan para que la nueva administración muestre a la nación un diagnóstico y un plan con las estrategias apropiadas para enfrentar la herencia ignominiosa del gobierno anterior, y resolver los entuertos. La sinceridad y el arduo esfuerzo de un ministro no son suficientes. Sin duda ha cambiado la política, pero la ejecución presupuestaria en salud es ineficiente. Creen que, si no hay un plan de largo plazo, la decepción y la calamidad en salud continuarán.

Relaciones Exteriores. Señala el MP que el contexto internacional y regional ha complicado los primeros meses de la administración de la Presidenta Xiomara, que pese a su promesa de abrirse al mundo, con una política de relaciones internacionales soberana, su gobierno ha vacilado y priorizado sus relaciones amistosas con Estados Unidos (EU), sin duda importantes de conservar, pero que conllevan la exclusión de las que se proyectaba entablar con China y los Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), con lo cual se excluye la posibilidad de la inversión de China, que es la más importante y favorable, para restaurar represas, carreteras y la generación de energía. Contrario al gobierno de EU, que solamente ofrece facilitar que empresas de ese país inviertan en el Triángulo Norte, con pocas ventajas y buscando condiciones de privilegio reñidos con el aseguramiento del bien público. Además, Honduras debe ayudar a la reconstrucción de CELAC y fortalecer el SICA, que buscan diseñar políticas y estrategias propias, sin la injerencia que ha caracterizado a la OEA, para buscar nuevas salidas al neoliberalismo del fallido consenso de Washington. Honduras debe diseñar una política exterior coherente con nuestros objetivos, principios y necesidades nacionales, para normar la relación que asumirá con cada país y organismo regional y mundial.

Continuaré en la parte 2.

[email protected]