Nos jugamos la vida

Por: Carlos Medrano*

La Presidente constitucional de la República, Xiomara Castro de Zelaya, tiene una de las mayores oportunidades de quedar en la historia de este país por algo positivo, no como algunos de sus antecesores que violaron la ley, trasgredieron los principios fundamentales del Estado de derecho y degradaron a la institucionalidad de este país.

La historia la retratará de la siguiente manera: en el gobierno de la Presidente Xiomara se sentaron las bases para la instauración de una verdadera justicia independiente, expedita, que combate la corrupción e igualitaria para todos no importando su condición social y económica.

Contrario sensu, usted deberá responder ante los tribunales de justicia, una vez salga del poder, de todos los “desmadres” que ocasionan tener un Poder Judicial obediente y no deliberante, como vergonzosamente sucedió en el reciente pasado con Juan Orlando Hernández que hoy paga parte de los abusos y atropellos en su forma de gobernar.

Señora Presidente, gran parte de los votos que le favorecieron para que usted estuviera sentada en la silla presidencial es por las arbitrariedades e ilegalidades que el Partido Nacional cometió en el ejercicio del poder lo que provocó un voto de castigo al partido de la estrella solitaria y su líder Juan Orlando Hernández.

Borrachos de poder impusieron la reelección presidencial, impusieron las ZEDE cercenando el territorio nacional, construyeron todo un sistema de irregularidades que los enriqueció desproporcionadamente en perjuicio de millones de hondureños que nos empobrecimos a niveles inauditos.

Señora Presidente, si usted instaura una justicia que cambie radicalmente el destino de este país, que se terminen los privilegios y prebendas para todos estos políticos y clase gobernante, además de algunos empresarios, la historia la conmemorará para la posteridad.

La justicia es la piedra angular de todo país, es la virtud de dar a cada uno lo que corresponde, es un valor fundamental del ser humano, a través de ella se busca que cada individuo reciba lo que le pertenece independientemente de sus condiciones, lo que implica un reconocimiento y respeto total por sus derechos humanos.

Honduras requiere urgentemente tener a un Poder Judicial independiente, pues suficiente daño provocó el expresidente Hernández y su pandilla, muchos de ellos que hoy de manera impune y sinvergüenza se atreven a recomendar, criticar y exigir un mejor país.

Cuando no hay justicia en un país se vulnera la libertad, no hay orden ni paz, no hay igualdad entre las personas que viven en este país, de modo que el gran legado que debe dejar esta administración es crear las condiciones para tener a una nueva Corte Suprema de Justicia que imparta justicia para todos, de manera imparcial, pronta y contundente.

La última elección del Poder Judicial impuesta por grupos de poder fue una vergüenza, creó a una CSJ apegada al Ejecutivo, fomentó la impunidad, permitió la descomunal corrupción que pululaba en todas las oficinas públicas, programas de gobierno, en fin, en casi toda la institucionalidad.

Presidente Xiomara, Honduras se está “jugando la vida”, hemos caído en los más bajos indicadores de desarrollo humano, la pobreza llega a los peligrosos porcentajes de más de un 70%, la inversión no viene porque la justicia no garantiza un Estado de derecho fuerte y confiable.

Xiomara, usted no necesita tener a una Corte Suprema de Justicia a su servicio, basta con hacer las cosas bien, con honradez y teniendo a Dios por encima de cualquier decisión, de modo que tiene dos caminos, seguir los pasos de JOH o hacer las cosas rectas y derechas, solo esos dos caminos tiene.

*Periodista

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