Por: Mario E. Fumero
Se están escuchando rumores de que, en estas fiestas patrias, además del desfile de los centros educativos y escuelas, también desfilarán los que forman el movimiento LGTB, algo que nada tiene que ver con los centros educativos, y menos con la celebración de las fiestas patrias en un acto cívico.
Si esto fuera verdad, lo que considero un absurdo, estaremos entrando a un grado de confusión entre lo cívico y lo ideológico, ya que las fiestas patrias se celebra como una forma de crear conciencia patriótica en los estudiantes de los diversos centros educativos públicos y privados, y es un acto que nada tiene que ver con ninguna ideología ni de izquierda ni de derecha y mucho menos con orientación sexual o incluso religiosa.
Los que forman la plataforma de la ideología de género y de los movimientos LGTBQ ya tienen su celebración programada cada año, la cual le llaman el desfile del orgullo gay, y no veo lógico mezclar un acontecimiento histórico y patriótico, con una tendencia ideológica que promueve la promiscuidad y la ideología de género, principalmente en eventos donde hay niños de los cuales los padres tienen el derecho de educarlos y protegerlos.
No considero inoportuno que en las fiestas patrióticas intervengan grupos religiosos o cualquiera ideología fuera del contexto relacionado con el civismo patrio, y si fuera cierto que se está defendiendo a ese nivel, los padres tienen derecho a tomar medidas para proteger a sus niños de una influencia que trata de socavar los valores tradicionales de la familia hondureña.
Si el día de las fiestas patrias el movimiento LGTB desfila sin ser un plantel educativo, sería el primer país del mundo en donde en eventos culturales y patrióticos se le concede a este movimiento tantos derechos que rompen toda lógica, algo que sí socava el sentido patrio, para imponer sus derechos de ideología, algo que sinceramente no me cabe en la cabeza.
Es bueno que tratemos de definir qué es una ideología, y sobre qué fundamento se sostiene la misma, porque una ideología es una corriente filosófica que en este caso no tiene sostenibilidad científica, por lo cual, no debemos ponerlas como norma de conducta social en eventos culturales o patrióticos, porque entonces, de la misma forma que ellos desfilan, lo podríamos hacer los que tenemos otras ideologías o creencias, lo cual rompería la tradición histórica de las celebraciones patrias.
¿Qué opción queda frente a esta realidad? Que los padres actúen con conciencia frente a algo inédito en las fiestas patrias, que debe enmarcar la vigencia de los valores cívicos y patrióticos dentro de los programas educativos.
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