Cultura cívica y patriotismo en decadencia

Por: Ivonne Tabora*

A propósito del inicio del mes de septiembre… Qué bonitos recuerdos me vienen a la mente de las celebraciones patrias, en mis tiempos de colegiala, un par de años desfilé con la banda del colegio tocando los platillos, bajo un sol intenso que quemaba mis mejillas y con medias altas que hacían que la temperatura típica de la época, se sintiera más, pero nada me detenía, era más fuerte mi fervor, alegría y orgullo, por formar parte de la fiesta de independencia, del 15 de septiembre.

Los desfiles en ese tiempo, allá por el 86 eran otro rollo, allí no se celebraba más que lo que se tenía que celebrar, no había manifestaciones paralelas, ni marchas políticas, ni mescolanzas de ningún otro tema que no fuera, celebrar la independencia de nuestra patria, prevalecía en la mayoría mucho respeto y entusiasmo.

Lamentablemente la identidad nacional, los valores y la cultura se han ido perdiendo, y este es un buen momento para intentar recuperarlos, aunque en la actualidad, con nuestras actitudes demostremos estar muy lejos de alcanzar los sueños de nuestros próceres, José Cecilio de Valle, Francisco Morazán, Dionisio de Herrera, entre otros.

Hemos olvidado el significado de estas fechas, y en gran parte recae la responsabilidad en los hogares y las escuelas, pues se ha dejado de educar correctamente a los niños y jóvenes en torno a este y otros temas, por ejemplo, ya no se estudia civismo, ya no se enseña a respetar nuestros símbolos patrios, ahora es común ver como se utiliza en protestas nuestra Bandera Nacional, tratándola como cualquier trapo y llegando hasta quemarla.

Hay un profundo desinterés sobre los valores morales y la ética, y luego nos preguntamos porque nuestros niños y jóvenes se pierden en la calle, andan en delincuencia o quieren emigrar, ya que no solo es por pobreza que lo hacen, es también porque existe una falta de identidad y amor a la patria.

Si bien es cierto también, no hay muchos buenos modelos a seguir, ni en los hogares ni en las escuelas, ni en la misma sociedad en general, pero no hay peor lucha que la que no se hace y la oportunidad de hacer las cosas diferentes esta allí, si se inicia a inculcar valores en nuestra niñez, veremos pronto los resultados.

Lógicamente no se puede generalizar, porque siempre hay buenos hondureños que amamos el país que nos vio nacer, que anhelamos tener una nación justa, y que entendemos que patriotismo no es andar gritando por las calles, sino conocer y respetar nuestra soberanía como nación, nuestros símbolos, nuestra independencia.

Ya iniciamos el mes de septiembre con los preparativos de la celebración, y con la noticia que el actual gobierno, dirigido por la Presidenta, Xiomara Castro de Zelaya, determinó que los desfiles patrios serán llamados “Movilización Cívica Patriótica Refundacional” y las celebraciones a nivel nacional se desarrollarán bajo el lema: Impulsando a Honduras hacia el futuro.

Pretendiendo resaltar y narrar los acontecimientos más importantes que ha vivido el país a lo largo de la historia, en ese entorno, ojalá que se promuevan las acciones necesarias para recuperar ese amor a la patria que se ha perdido, el respeto a nuestros símbolos patrios, esa independencia de poderes que tanto nos hace falta y si lo vemos desde un punto de vista más profundo, respetar nuestras formas de pensar diferentes.

Este año llegamos a los 201 años de independencia, y debemos tener claro que esta celebración es de todos los hondureños, sin importar raza, colores políticos y religión.

Un logro histórico, que un 15 de septiembre de 1821 se firmara el Acta de Independencia de Centroamérica y que fue José Cecilio del Valle quien redactó el histórico documento que se proclamó en el año 1823, aunque fue hasta 1838 que Honduras se logró independizar de C.A., y se constituyó como un nuevo Estado hondureño, marcando un antes y un después no solo en nuestro país, sino también en Centroamérica.

“Todos los ciudadanos tenemos la más estrecha obligación de ser útiles a la patria y defenderla cuando se vea amenazada de algún peligro”, pensamiento del general José Trinidad Cabañas, presidente constitucional de Honduras de 1852-1855, defensor de las ideas unionistas de C.A.

*Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.

@Ivonnetabora, [email protected]