LA 8ª SINFONIA DE D´ VORAK “EN SU PUNTO”.

Utilizamos en esta ocasión, un término de la gastronomía popular. Cuando era niño, escuchaba cuando mi madre le solicitaba a alguna amiga le diera el punto a un manjar que ella estaba cocinando. La amiga, por lo general le contestaba: “Ya casi esta, solo falta que le agregue un poquito de orégano” ( o algún otro ingrediente).

Hacer una semana, la Orquesta Sinfónica de la Victoria, bajo la dirección de su Director Titular, el Maestro Luis Daniel Valeriano, puso en el programa la Octava Sinfonía en Sol Mayor del compositor checo ANTONIN D´VORAK. Recuerdo que la ORQUESTA SINFONIA NACIONAL. A finales de 1994 interpreto esta sinfonía, bajo la dirección del Maestro RAMIRO SORIANO ARCE, en su concierto de despedida, antes de regresar a Bolivia, su patria natal. Fue un concierto muy emotivo. Varios de los jóvenes integrantes de la Orquesta, no pudieron evitar prorrumpir en llanto.

El compositor checo Antonin D´vorak(1840-1904)

La obra musical a que me refiero, antecede a la famosa Sinfonía Número 9, más conocida como Sinfonía del “Nuevo Mundo”, que D´vorak compuso durante su estadía de tres años en la ciudad de Nueva York, donde dirigió el Conservatorio de Música de la urbe norteamericana.. Es, sin duda, su más famosa sinfonía.

Pero, la 8ª, está impregnada desde la primera hasta la última nota del espíritu nacional checo, que D´vorak supo captar de manera inigualable, como lo hizo en toda su obra musical. Si, el Maestro Valeriano tiene razón: El afirma y yo concuerdo con su opinión, que la 8ª es la Sinfonía más bella del compositor checo. Desde el punto de vista “gastronómico musical”, le dio el punto exacto. No le falto ningún ingrediente.

Pude confirmar en esta ocasión, que la OSV tiene un componente de suma importancia: una nutrida sección de violonchelos, que le permite abordar de forma muy bella, los pasajes eminentemente melódicos, en los cuales abunda la 8ª Sinfonía de D´vorak, como también en la alegre obra con que inicio el concierto: La obertura de la opera RUSLAN Y LUDMILA, del compositor ruso MIHAIL GLINKA

En suma, un banquete musical, que concluyo con rítmica obra “ENCUENTROS” del compositor mexicano contemporáneo ZIMAN.

Tegucigalpa M.D.C. 10 de junio de 3023.