Cinco puntos a considerar antes de reconstruir el Ministerio de las Artes y la Cultura

José Alvarado*

En 2014, la administración del expresidente Juan Orlando Hernández decidió disolver la Secretaría de Artes, Cultura y Deportes y convertirla en dos oficinas de dirección ejecutiva: una para el arte y la cultura, y otra para los deportes. En enero del 2022 bajo la nueva administración de la Presidenta Xiomara Castro, la Sra. Anarella Vélez fue nombrada como la titular de la reconstruida Secretaría de las Culturas, Artes y los Patrimonios. Bajo el mando de la Sra. Vélez, ¿es posible que dicha oficina ascienda a nivel de ministerio nuevamente? De ser así, es necesario tomar en consideración los siguientes puntos:

Separación saludable entre el arte y el Estado: El Ministerio de Artes y Cultura nunca debe sentirse como una máquina de propaganda para el presidente. A menudo ocurre que cuando llega el momento de proporcionar financiamiento para diferentes obras de arte, las únicas obras que reciben estos fondos son las que reflejan la agenda creada por el presidente. El financiamiento para el arte debe mantenerse equitativo.

a.i.1. Las artes y la cultura impulsan la economía: Las industrias creativas impulsan la economía como cualquier otra industria. Como un ejemplo: cada vez que se realiza un concierto, los asistentes no solo pagan su boleto de entrada, también suelen comprar un refrigerio y bebidas de los vendedores locales, usan el transporte local para ir al concierto, algunos incluso pagan una estadía en un hotel cercano y compran ropa nueva para asistir. Además, es bien sabido que el arte y la cultura estimulan el turismo local e internacional, lo que a su vez incentiva nuestra economía.

Abogar por la legislación cultural integral: Debe ser la prioridad número uno abogar por la creación de leyes que faciliten la participación de todos los artistas en los sistemas económicos y financieros del país. Y, ¿qué tal finalmente crear leyes que brinden atención médica y seguro de salud a todos nuestros artistas?

No olvidemos la educación artística: Como parte de los esfuerzos de preservación, cohesión social y desarrollo se debe priorizar la integración de la educación artística en nuestras escuelas. Además de asegurar que las instituciones de educación artística estén bien administradas, debemos procurar que la poesía, el baile, el teatro y todas las demás disciplinas del arte se integren en las escuelas públicas y privadas del país para garantizar que los estudiantes de todas las clases sociales estén expuestos a las artes desde muy jóvenes.

Arte, cultura, y deporte no deben de combinarse: La Secretaría de Arte y Cultura ha tenido muchas configuraciones, pero la más común siempre parece incluir una oficina que no solo se ocupa del arte y la cultura, sino también del deporte. Esto resta importancia a ambas disciplinas. Considero que el deporte tiene un gran impacto en el país y por eso se debe tener una Secretaría de Deportes propia y especializada. El arte y la cultura también deben de ser tratadas con el mismo nivel de importancia. No combinemos manzanas y peras.

(*) José Alvarado es un administrador de arte y profesional de la industria musical nacido en Honduras y radicado en Nueva York. Forma parte del equipo curatorial de THE OFFICE Arts, donde programa música, cine y artes escénicas para diferentes festivales e instituciones culturales alrededor de los EE. UU. y Europa. Algunos de sus créditos incluyen espectáculos para Celebrate Brooklyn! Festival, el Museo de Arte Contemporáneo de Massachusetts (MASS MoCA), los Festivales FreshGrass, el Kennedy Center, el Museo Americano de Historia Natural, The Momentary de Crystal Bridges y Symphony Space.