¿Otra cuarta urna?

Nery Alexis Gaitán

Uno de los proyectos políticos más nefastos en la historia nacional fue la cuarta urna. Recordemos la intentona final que Manuel Zelaya trató de instaurar para perpetuarse en el poder. Pero las instituciones democráticas se defendieron con el resultado que ya todos conocemos.

El daño ocasionado no se ha cuantificado todavía, lo que sí se sabe con certeza es que dejó una enorme cantidad de nuevos ricos en Honduras. Sobre todo, dirigentes de organizaciones populares y magisteriales. El dinero del pueblo se derrochó a manos llenas, en Casa Presidencial hacían fila para recoger enormes cantidades de dinero. También Hugo Chávez mandó millones de dólares para apoyar el proyecto continuista de Zelaya. Que por cierto Maduro se los está cobrando ahora.

El comportamiento de “Mel” Zelaya, y lo mencionamos a él porque es el presidente en funciones sin duda alguna, indica que no aprendió la lección y que va por otra cuarta urna. La acumulación de dinero del erario público, sin justificación alguna, así lo indica.

Veamos, dijeron que iban a eliminar la partida confidencial, y más bien la incrementaron a 17 mil millones de lempiras, con el pretexto de que iban a asignar 6 mil millones a educación y 6 mil a salud, pero hasta el momento no han dado ni un cinco. ¿Dónde están esos 34 mil millones de lempiras de los dos años?

El año pasado incrementaron el presupuesto en L. 52,271.4 millones, alcanzando los 360,505 millones, con la promesa que sería destinado para atender los problemas principales del país como falta de salud, precariedad en el sistema sanitario, reducción de los índices de pobreza que alcanza al 73.4% de la población, entre otros. Pero se registró la ejecución más baja en los últimos años, la pregunta obliga es: ¿dónde están los millones de lempiras que no ejecutaron el año pasado?

Este año, la situación pinta de igual forma, hasta el momento solo han ejecutado del presupuesto el 23.19%, ni la cuarta parte, y ya estamos a medio año; en el caso del Programa de Inversión Pública lo ejecutado es de tan solo el 16.9%. Mientras tanto, el pueblo sigue sufriendo, necesitando medicinas, una mejor educación, mejorar la infraestructura vial, etc. Y no conformes con eso, desean captar más dinero imponiendo más impuestos a los empresarios con la mal llamada Ley de Justicia Tributaria.

El pueblo tiene necesidades urgentes, ¿por qué no ejecutan el presupuesto con rapidez y eficacia? La respuesta salta a la vista, están guardando el dinero para financiar una nueva intentona para instaurar una Asamblea Nacional Constituyente que redacte una nueva Constitución (en el 2009 ya tenían una redactada), y legislar la reelección continúa, eliminado nuestro sistema democrático, tal como lo han hecho los demás seguidores del fracasado socialismo del siglo XXI.

Hasta el momento, lo que Libre le ha dejado al pueblo hondureño ha sido caos, violencia y amarguras al por mayor. Y al llegar al poder, instauraron el nepotismo y la corrupción se ha incrementado a niveles alarmantes. Cada día se denuncian actos de corrupción.

Esta administración deficiente y fracasada del “socialismo democrático” ha incrementado los males sociales. Las huelgas están a la orden del día, la delincuencia común anda a sus anchas y el crimen organizado está de fiesta. El resultado es que el sufrimiento del pueblo sigue; al final, siempre son los pobres los que pagan por todos los desmanes que ocasionan los políticos. Que en ningún momento representan los intereses de las mayorías y solo les interesa, en este caso, el bienestar del familión y sus allegados.

Ante esta grave amenaza a nuestra institucionalidad y el sistema de vida que hemos elegido los hondureños, es urgente que los demócratas defendamos nuestra democracia y el Estado de derecho.

¡Honduras es primero y no los intereses nefastos de un partido antidemocrático!