Sigfrido Burgos Flores
En el proyecto que elaboré para la regionalización y descentralización, como una estrategia de desarrollo nacional, propongo la organización del país en 8 regionales y en cada una enfocarnos en 10 sectores económicos. El sector de infraestructura comprende el desarrollo de carreteras, puertos y aeropuertos, electricidad, represas, energía renovable, agua potable y demás servicios, en apoyo a los proyectos y programas de cada plan de desarrollo regional. Se promovería la creación y fortalecimiento de empresarios locales en las regiones para desarrollar un arraigo en cada municipio y departamento, con el apoyo educativo en formación financiera, créditos especiales y asistencia técnica actualizada.
La centralización de la matriz de generación de energía eléctrica ha sido una de las estrategias de los gobiernos que hemos tenido a la fecha y los resultados son los mismos, o sea un déficit permanente en todos los tipos de consumo como el residencial, comercial, turismo, industrial, agroindustrial, producción agrícola y pecuaria, así como todo tipo de plantas empacadoras y las naves donde operan las maquilas.
Las fuentes como las hidroeléctricas, térmicas, eólicas y fotovoltaicas han conformado la matriz de generación de energía eléctrica y su ubicación ha sido determinada por estudios de factibilidad, concentrando su producción en una zona específica y para transportarla se necesita construir una red de distribución de largas distancias, con un alto costo y el resultado son las “pérdidas técnicas” propias de ese sistema de transmisión y las “no técnicas” que tienen que ver con el robo de energía y la corrupción. Con los recursos hídricos que tenemos nunca debieron aprobarse las plantas térmicas ya que consumen bunker y esto significa importaciones, erogación de dólares y mal uso de nuestras reservas.
Algunos técnicos, acertadamente, recomendaron que eran preferibles las pequeñas represas de generación de energía eléctrica y no las grandes, sin embargo, los gobernantes de turno siempre apoyaron las enormes construcciones; las razones se las dejo a su imaginación. Uno de los componentes obligatorios de esta alternativa es que se necesita un sistema de transmisión y distribución con grandes torres y cables de alta tensión, siendo necesario talar los bosques para hacer la trocha del ancho del tendido por miles de kilómetros.
En varias explotaciones productivas los técnicos han logrado convencer a quienes toman decisiones, o bien a dueños de negocios, que “las pérdidas son normales”, que es aceptable un determinado porcentaje y que el mismo debe ser cargado como parte del costo de producir la unidad de venta, llámese libras, kilos o kilovatios hora.
En el caso de la generación de energía eléctrica las “perdidas técnicas”, debido al sistema de distribución en tendidos eléctricos en miles de kilómetros, son cargadas a los consumidores, ya sean hogares o empresas a nivel nacional. Asesores financieros en este tema han recomendado que se consideren dichos costos como “perdidas normales de la operación”, las cuales deben ser compensadas con otros ingresos del gobierno, provenientes del pago de los distintos tipos de impuestos y en el peor de los casos, cubrirlas adquiriendo deudas.
Un proyecto de energía eléctrica en cada una de las 8 regionales tiene como propósito que dispongan de su propia matriz de generación, considerando todas las opciones, como pequeñas represas hidroeléctricas, eólicas, baterías de arena, la energía generada por las olas del mar, solar y de transformación de desechos, que supla las necesidades de cada regional. El tipo de empresa debe ser definida tomando en cuenta la participación de los habitantes como socios. El gobierno pudiera brindar todo el apoyo técnico necesario para su ejecución, administración y control de las mismas.
Como podrán notar es más práctico definir una matriz de energía para cada regional, ajustada a los recursos naturales de la zona. Los ahorros serían significativos, se aseguraría el suministro permanente de energía y con esto las unidades de producción y negocios pueden planificar con seguridad su crecimiento, generando desarrollo sostenido y aumentando la generación de empleo, de autoempleo y de nuevos empresarios.
Visualicemos los 18 departamentos, agrupados en 8 regionales en las que cada vivienda tenga paneles solares; eólicas para la región y plantas de procesamiento de desechos para generar energía, con lo cual se tendría autonomía y control en su generación.
Los alcaldes podrían considerar esta propuesta para solucionar de manera efectiva el problema del suministro de energía. Adicionalmente, tendrían el poder de decisión en sus respectivas regionales y que sumado a un presupuesto descentralizado sería la solución al desarrollo de sus comunidades.
Es muy fácil administrar nuestro país y para esto se necesita sentido común, una verdadera voluntad de desarrollar todas las regiones del pais y aceptar que la regionalización y descentralización, como una estrategia de desarrollo nacional, es la más indicada para lograr elevar la calidad de vida y una mejor distribución de la riqueza para toda la sociedad.
Asesor y consultor independiente