CAF, por qué Honduras debe optimizar el uso de la banca de desarrollo

Por: Carlos G. Cálix*

Recientemente me preguntaron sobre qué pensaba respecto al CAF- Banco de Desarrollo de América Latina. Mi respuesta fue directa: “me parece que con esta institución se puede abrir una línea crédito interesante para apuntarle al desarrollo. Lo único que me preocupa es que, en caso que Honduras ratifique el acuerdo, este sea utilizado políticamente para romper relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, que Xiomara Castro termine abruptamente diciendo que dicho organismo es un fondo buitre, tal como lo hace Cristina Fernández de Kirchner. Sobre esta hipótesis, no me gustaría una nueva causa judicial contra Honduras en la Corte Suprema de Estados Unidos”. Lejos de esto, CAF se podría convertir en un socio clave para el desarrollo de aeropuertos, puertos, carreteras, ferrovías, logística y telecomunicaciones.

Por otra parte; si los diputados y el resto de la oposición están preocupados porque el Ejecutivo puede tener una línea abierta exclusiva para su proyecto “refundacional”, esto se mitiga efectuando una verdadera coalición que evite en primera instancia un potencial continuismo y en segunda, alcanzando mejores indicadores de calidad institucional. Con esto, el nuevo gobierno de coalición o uno de los partidos que llegue al poder en 2026, podría gozar de una nueva línea de crédito para desarrollar diversos proyectos. Algo razonable debido al análisis de las inversiones para diversos sectores habilitadores del desarrollo regional hacia 2040 que tiene el CAF y que incluyen más de 300 proyectos en inversiones aeroportuarias por arriba de USD 53,000 millones, más de 134 proyectos de expansión portuaria en América Latina por un monto superior a USD 55,000 millones y 43 proyectos relacionados con carreteras, ferrovías y logística por encima de USD 11,000 millones. En otras palabras, si se analiza detalladamente el potencial acuerdo, este podría servir para desarrollar diversos proyectos a futuro, particularmente en la costa atlántica y pacífica hondureña.

Atraer inversiones y tener la disponibilidad de fondos frescos es importante. Para ello, los negociadores hondureños en esta materia tienen que tener la habilidad para diseñar instrumentos que favorezcan la priorización de proyectos de infraestructura, sea con el FMI, el Banco Mundial (BM), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el mismo CAF. Por tanto, el reto es reducir la incertidumbre a partir de mejorar la disponibilidad y calidad de proyectos, explorar y explotar complementariedad productiva y comercial, así como conseguir financiamiento acorde a las necesidades que Honduras tiene.

Adicionalmente, hay dos temas que me han llamado la atención respecto al CAF, el primero referente a la activación de instrumentos innovadores para movilizar recursos mediante el CAF Asset Management Corp (CAF-AM) y el segundo en relación a la generación de espacios de diálogo en los temas cruciales para el desarrollo regional. En este sentido, según Ignacio Andino, director de desarrollo de negocios, el CAF-AM es un vehículo administrado de forma independiente, 100% propiedad de CAF, creado para invitar a otros inversores a co-financiar proyectos de infraestructuras y así aliviar dicha necesidad de recursos. Tiene bajo su administración el Fondo de Deuda Senior para Infraestructura en Colombia CAF-Ashmore I (USD 450 millones), el Fideicomiso Financiero Fondo de Deuda para Infraestructura en Uruguay CAF I (USD 350 millones) y el Fideicomiso Financiero Fondo de Deuda para Infraestructura en Uruguay CAF II (USD 500 millones). A Honduras no le vendría mal un fideicomiso de este tipo.

Tampoco le vendría mal un enfoque en gobiernos subnacionales o mancomunidades. Al respecto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicó un artículo intitulado “El financiamiento de los gobiernos subnacionales en América Latina: un análisis de casos”, en el que “intenta brindar una visión general de los aspectos centrales que hacen al financiamiento de los gobiernos subnacionales. A partir de una muestra de nueve países, se encuentran resultados que ponen en evidencia algunos hechos estilizados que resultan comunes a la mayoría de los países de la región y que permiten realizar un diagnóstico global de su situación”. Otro aspecto que no vendría mal es el asesoramiento financiero, la cooperación técnica y una serie de programas especiales para el desarrollo. Sumado a un financiamiento estructurado para empresas públicas, privadas y mixtas.

Para finalizar, ver a Laura Chinchilla expresidenta de Costa Rica en la 26° edición de la Conferencia anual de CAF realizada a principios de junio de 2023 en Washington DC ha resultado interesante. Vale mencionar que, Chinchilla tiene la esperanza de que “sepamos interpretar las aspiraciones de la generación más joven de nuestro hemisferio”, aspecto con el cual coincido. También considero que una de tantas formas de lograrlo es potenciando nuestros recursos y optimizando el uso de la banca de desarrollo.

*[email protected] Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato. Posdoctorado IIESS-CONICET. www.carlosgcalix.com

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