En la pobreza hay que gobernar con austeridad

Por: Ivonne Tábora*

Según Economipedia existe un concepto técnico sobre la austeridad, muy empleado en el ámbito económico, al referirse a la aplicación de una política económica basada en la reducción del gasto público y el aumento de impuestos.

Por otra parte está el significado que nos da la RAE, sobre austeridad, del latín, austerus, severo, rigurosamente ajustado a las normas de la moral, sobrio, morigerado, sin excesos, en resumen es la cualidad de ser austero, que consiste en renunciar a gastar dinero en determinadas cosas de las que podemos prescindir, con el objetivo de disponer de ese dinero que no gastamos.

El año 2023 ha sido vaticinado como un año difícil para todos los países de América Latina y el Caribe, con un mal ciclo económico, alta desigualdad, instituciones débiles y malas gobernanzas.

Esto significa que no solo los pobres y vulnerables están sufriendo, sino también la clase media, por ello los gobiernos en la región enfrentan serias dificultades para promover empleos, invertir en educación, salud, y como consecuencia vemos tiempos de agitación social, porque los pueblos ya no aguantan más.

Algunos gobernantes en LATAM, han tomado manos en el asunto, tratando de mejorar la economía de sus pueblos, por ejemplo, el gobierno de Gustavo Petro, este año 2023, firmó un Plan de Austeridad en Colombia, con el objetivo de reducir el gasto público en las entidades del Estado, entre las medidas tomadas está la de racionalizar el reconocimiento y pago de horas extras y ajustarlas a las necesarias, por lo que cada institución deberá contar con un plan de vacaciones y ejecutarlo a cabalidad, además sobre los viajes nacionales e internacionales establece que los servidores públicos deben viajar en clase económica.

Asimismo si forman parte de una comitiva que acompaña al presidente o vicepresidente no recibirán pago por gastos de transporte, también los altos funcionarios deben reducir los costos de arrendamientos de instalaciones, prohibir la realización de recepciones, fiestas, agasajos, conmemoraciones de las entidades y las instituciones deberán de abstenerse de recibir obsequios corporativos, entre otros.

En este mismo sentido, el gobierno de Manuel López Obrador, en México, hace un par de meses presentó una iniciativa para reducir la estructura gubernamental, son exactamente 18 órganos de esa administración los que pide el mandatario mexicano, sean eliminados de la administración pública y así aprovechar mejor los recursos públicos de manera eficaz.

No es la primera vez que el presidente mexicano se refiere o toma decisiones al respecto, ya que desde su campaña electoral e inicios de su gobierno impulsó la austeridad republicana, en medio de muchas críticas.

En una reciente reunión del G7 en Japón, se estableció que los gobiernos de todo el mundo deben tener políticas de austeridad, sin descuidar los programas sociales, claro.

Al referirme a Honduras, no cabe duda que no existe ninguna política de austeridad en los poderes del Estado, tampoco seguridad jurídica, las promesas de campaña sobre el tema, quedaron allí, pues solo tenemos que observar los desfiles de carros de lujo del Estado, y que en su momento de proselitismo, el gobierno aseguró que iban a vender los mismos junto con el avión presidencial, pero allí siguen usándolos, qué decir de las comitivas que viajan al exterior acompañando a la familia presidencial, gastan a diestra y siniestra, se les olvida que son nativos de Honduras, un país sumergido en la pobreza, lleno de necesidades.

Por ejemplo, ante la inseguridad en que se vive en el país, creo que desde hace años se deberían haber cancelado las escoltas de los funcionarios públicos, y en su lugar los elementos ponerlos a disposición del cuidado del pueblo, que solo tengan los titulares de seguridad y procuraduría, por el tipo de responsabilidades que ejercen.

El panorama es sombrío, la población denuncia a diario a través de los medios de comunicación y redes sociales, la contratación de un buen número de familiares de altos funcionarios en cargos públicos, demostrando de esta manera que no están actuando con austeridad, sino con derroche y por otra parte cuántos hondureños cuentan sus fichitas para ver si alcanzan a mal comer con sus hijos una vez al día, nada más.

Que un gobierno implemente una política de austeridad económica significa que busca el bienestar y el crecimiento, pero sobre todo que tiene en su agenda mejorar las condiciones de vida del pueblo, ya que solo a través del ahorro, y una disminución del gasto, podrán empezar a gobernar y administrar el dinero del pueblo, de acorde a la realidad económica en que vive el país.

*Licenciada en Periodismo

@IvonneTabora
[email protected]