Por: Mario E. Fumero
Hasta hace poco las iglesias cristinas ejercían una influencia dentro de la moral de la sociedad occidental que la fortalecía, pero ahora tenemos que estar alerta, porque hay una conspiración que planea atacar, prohibir y destruir el cristianismo y su fuente de inspiración como es la Biblia ¿creías que tus valores cristianos eran intocables? ¿Jamás pensaste que los activistas LGBTQ tendrían la osadía de desafiar a los cristianos y declararlos ilegales? Pues, aunque usted no lo crea, así es. Ya tienen todo preparado para prohibir, atacar y perseguir al cristianismo y a las iglesias en los países occidentales.
El 21 de junio, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas presentó un informe que afirma que nuestras creencias cristianas violan los derechos de las personas LGBTQ y, por lo tanto, se tiene que combatir y prohibir las enseñanzas proclamadas por las iglesias cristianas ya que las mismas hacen abiertamente una apología al odio al no aceptar estas inclinaciones sexuales, que según los cristianos van contra el principio bíblico. Esta peligrosa propuesta no solo amenaza nuestra fe, sino que allana el camino para la injerencia institucional del Estado en asuntos religiosos.
¿Quiénes están de este ataque el cristianismo? Nada menos que las Naciones Unida y los organismos que defienden los derechos humanos, y tratan de extender estas corrientes contra cristianismo a la OEA y a otras instituciones dependiente de las Naciones Unidas. Todo esto se debe a que los cristianos se oponen abiertamente a la imposición jurídica de la llamada ideología del género, ya que la consideramos violatoria de las leyes biológicas y los principios tradicionales del fundamento de la sociedad, como es la familia entre un hombre y una mujer.
Es preocupante el impacto potencial que tales recomendaciones de las Naciones Unidas (ONU) sobre las políticas de Orientación Sexual e Identidad de Género (SOGI) y su imposición hacia todos aquellos que no pensamos iguales y defendemos la Biblia. Estos organismos tratan de exigirles a las iglesias cristianas que no prediquen contra el pecado.
Los defensores de los movimientos LGTBQ consideran la fe cristiana como un factor históricamente vinculado a la violencia y a la discriminación hacia las personas con esta orientación sexual de género, ejerciendo un mensaje de odio y represión a la diversidad sexual. Esto podría llevar a los gobiernos ha inmiscuirse en asuntos religiosos, violando nuestros derechos básicos a practicar nuestra fe de forma libre e independiente. En otras palabras, obligaría a las iglesias a oficiar matrimonios entre personas del mismo sexo y prohibiría todo tipo de mensaje que señale tales conductas como pecado o acción contra natura, lo que incluso puede originar que se declare a la Biblia como un libro promotor del odio y se empiecen a destruir y prohibir en su circulación .
Por otro lado, se le prohibiría a los pastores y líderes religioso ayudar a aquellos que confrontan problema de identidad sexual, y según las propuestas de un experto en orientación e identidad sexual de la ONU llamado Víctor Madrigal-Borloz, se debería prohibir las “terapias de conversión” las cuales consiste en ayudar a los que tienen confusión respecto a su identidad sexual, para orientarlos a que acepten su realidad biológica y modifiquen su conducta, por lo que tal acción de ayudarlos se consideraría un grave delito que puede ser sancionado con cárcel, limitando así la libertad de los religiosos a ayudar a aquellos que confronten tendencias homosexuales o lesbianas.
Debemos alzar nuestra voz, y estar alerta, y no permitir que nos obliguen a aceptar una ideología radical que trata de imponerse por la fuerza, restringiendo nuestra libertad religiosa y de conciencia. Es necesario evitar, por todos los medios, que los miembros del Consejo de Derechos Humanos Impongan la llamada política “SOGI” (Orientación Sexual e Identidad de Género por sus siglas en inglés) para forzar a las iglesias a que no prediquen la verdad bíblica contra el pecado, y forzarnos aceptar como normal una nueva antropología y moral sexual contraria a los mandamientos divinos .
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