El golpe de Estado y su impacto en Honduras

Carlos Medrano

Este 28 de junio nos recuerda el fatídico golpe de Estado en contra de un gobierno electo democráticamente encabezado por el expresidente Manuel Zelaya Rosales, quien fue exiliado a Costa Rica, causando un daño inconmensurable al país en el orden económico, social y político.

Hordas militares en confabulación con políticos inescrupulosos gestaron esta violación constitucional aislando al país del concierto de las naciones y causando una división social de la que hoy seguimos afectados y fraccionados sin que podamos ponernos de acuerdo como una sociedad normal y civilizada.

El golpe de Estado provocó pérdidas humanas que es lo más valioso que tiene nuestro país, muchos se peleaban en plazas públicas enfrentados entre los que apoyaban el nuevo orden y quienes querían que “Mel” regresara del exilio para gobernar a un país caótico.

La nación se paralizó, las marchas irrumpían todos los días las calles y carreteras, la quema de llantas afectaban el asfalto y medio ambiente, toma de edificios públicos era la orden del día, los militares prácticamente arrebataron el control del gobierno, la economía estaba colapsada y la incertidumbre se apoderó de todos quienes vivíamos en este país.

Nunca más en la historia pasada, presente y futura de debería concebir y aceptar un nuevo golpe de Estado en contra de autoridades que fueron electas por la voluntad soberana del pueblo, pues es un retroceso al sistema democrático, es un impacto negativo contra el Estado de derecho y la institucionalidad.

Debemos empeñarnos en fortalecer la democracia y sus instituciones, crear un sistema cada vez más representativo, que los diputados respondan verdaderamente al pueblo que los eligió, legislar por una segunda vuelta a fin de que las autoridades tengan la representatividad y calor popular.

Además, exigir a nuestros mandatarios que trabajen por mejorar las condiciones de vida de cada uno de los ciudadanos que habitamos en este territorio, y no que respondan a intereses familiares e individuales.

Hoy recordamos el golpe de Estado en contra de un gobierno democrático no con alegría, ni nostalgia, lo condenamos y repudiamos pues es una violación a la ley y a todo el engranaje democrático, es un retroceso a la paz social, a la convivencia armónica, es un acto salvaje en contra del sistema de gobierno.

Jamás, jamás debemos concebir un nuevo golpe de Estado en Honduras por muy malo que sea un gobierno, por muy aberrante que sea su conducción y liderazgo, por mucha maldad que sus líderes tengan en su manejo y sus resultados.

Hoy más que nunca debemos apoyar a nuestras autoridades, tenderle la mano con propuestas que le permitan conducir con inteligencia su gestión, tenemos que ser buenos hijos, buenos padres y buenos ciudadanos para que el país se enrute por el camino correcto.

En su momento marchamos en contra del golpe de Estado, hoy también marcharemos si quieren violar la legislación, marcharemos en pro de un sistema democrático y representativo y por la alternabilidad en el ejercicio del poder.

Unidos todos los hondureños lograremos tener a un mejor país, más justo, más democrático y con más trabajo para la mayoría, sino al igual que el pasado gobierno, las urnas castigarán a quienes no han hecho su mejor labor en su paso por la administración pública.

Periodista

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