Óscar Lanza Rosales
Disculpen, pero el país está en una situación crítica. Lo que ha pasado en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas) de Támara, es una gran tragedia, que se repite una y otra vez, y que refleja el descontrol que existe en el manejo del sistema penitenciario, desde hace muchos años atrás. A esto se suman otras crisis: el fenómeno de El Niño, que amenaza al sector agropecuario con el pronóstico, de tener malos inviernos en 2023 y 2024, y por supuesto, amenaza la seguridad alimentaria de los hondureños y con ello, va a aumentar el hambre. La crisis de seguridad (nadie está a salvo ni en su propia casa), energía (mucha parsimonia para tomar decisiones), empleo (el cierre de la maquiladora Gildan, que implica 5 mil puestos de trabajo directos), la emigración (sigue aumentando), la invasión campesina a la propiedad privada (algunas en producción), salud (continúa el desabastecimiento de medicamentos de la Sesal y el IHSS, todo por el capricho de cancelar el fideicomiso efectivo de compra que existía), educación (todavía no se han reconstruido los centros escolares que están en mal estado), y las carreteras (en mal estado, con excepción de la CA-5), crisis que ha profundizado el actual gobierno con sus medidas y aptitudes.
Y lo más lamentable, es que el gabinete original, a un año y medio de haber tomado posesión, ha quedado desvencijado, con la salida de Barquero, en Desarrollo Económico; Sabillón, en Seguridad y Edmundo Orellana, que está próximo a retirarse de Transparencia. Además, como lo han repetido varias veces nuestros economistas, el actual gobierno tiene baja capacidad de ejecución de la inversión pública, que tanto se requiere para generar puestos de trabajo y reconstruir la infraestructura. Supuestamente en el Ministerio de Finanzas se eliminaron los fideicomisos para tener una caja única y disponer de más recursos, pero su titular, como que disfruta tener tanto dinero inmovilizado en sus manos, a pesar de la lipidia en que viven las demás instituciones del Estado. Solo a Casa Presidencial le suelta dinero cuando lo requiere.
La Presidenta Xiomara Castro, ante esta crítica situación, y la ausencia de una asesoría profesional en asuntos de estado, debería lanzar un SOS a la cooperación y organismos internacionales para que nos ayuden económicamente y en la parte técnica, en los diferentes campos de especialidades, para sacar a flote este país del marasmo en que se encuentra actualmente. En Honduras, sin ideologizar las asesorías, también puede encontrar profesionales calificados localmente y prestar servicios a la patria, porque Libre aparentemente, no tiene los técnicos que necesitamos para salir de esta multicrisis.
En los países desarrollados, se encuentran con facilidad asesores especializados para cambiar el rumbo de empresas en quiebra, pero tratándose de estados que están al borde del colapso, es más difícil encontrarlos, salvo expertos en diferentes campos, para formar un equipo, que -en forma coordinada- atiendan las consultas de un mandatario o mandataria en apuros, como doña Xiomara.
Honduras no es el primer país que pasa por una situación calamitosa. Y lo que recomiendan los expertos, en primer lugar, es traer calma y esperanza a la población. Establecer un diálogo y la reconciliación sincera y sin rencores (que prometió en la campaña electoral) con los diferentes sectores sociales, económicos y políticos del país, tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo, donde la oposición es la que tiene la mayoría. Establecer un plan integral y priorizar las necesidades más apremiantes de la sociedad, entre ellas seguridad, salud, educación, infraestructura y un clima favorable a la inversión.
Lejos de tener como enemigos a organizaciones de sociedad civil y empresarial, más bien debería caminar de la mano con instituciones como Fosdeh, ASJ, CNA y Cohep, para mencionar unas cuantas, porque el reto de sacar adelante a Honduras es de todos nosotros sus hijos. El gobierno debería cumplir su papel de guía, facilitador, promotor o coordinador (como se le quiera llamar) de todo el esfuerzo nacional.
Así que doña Xiomara, a restaurar el orden de nuestro país y la confianza que el pueblo hondureño depositó en usted, cuando en forma abrumadora, le dio el triunfo a la alianza en 2021. Ahora necesitamos de su liderazgo y compromiso -fortalecido, asumimos con el roce de estadistas de talla mundial- para que con sabiduría y sin sectarismos, nos saque a los hondureños de las profundas honduras de la pobreza, desempleo, inseguridad, insalubridad y corrupción, entre otros. ¡Siga lo que haría un médico especializado en cuidades intensivos, de devolverle la vida saludable a un paciente moribundo!