El poder de la palabra

Por: Elvia Elizabeth Gómez García*

La Real Academia de la Lengua define palabra como “unidad lingüística, dotada generalmente de significado, que se separa de las demás mediante pausas potenciales en la pronunciación y blancos en la escritura”. Nos ofrece además otras definiciones, en las que se hace alusión a la oratoria o al valor de esta en el contexto en el cual sea utilizada.

Recientemente tuve la oportunidad de compartir con mi querido amigo Julio Escoto en un conversatorio sobre uno de sus libros. Reflexionábamos acerca de la importancia de la lectura en todos los niveles académicos, pues a partir de esta, se enriquece el vocabulario y esto permite la expresión de ideas y opiniones de forma clara y coherente. Me gustaría traer a colación el ejemplo que Julio Escoto daba a los estudiantes, en el cual les planteaba un escenario hipotético de una entrevista de trabajo y de cómo, aquel que pudo comunicarse con un lenguaje más fluido, haciendo uso de las palabras que mejor describían lo solicitado, pudo obtener el trabajo para el que aspiraba.

En efecto, no siempre nos detenemos a reflexionar sobre el poder que la palabra ejerce y de cómo estas pueden condicionarse al contexto en el cual sean utilizadas. Expresada de forma escrita u oral, su influencia puede trascender y marcar las vidas de quienes las reciben. Es por ello por lo que en el contexto educativo y en la práctica docente, es imperativo definir los límites de la comunicación. Debemos meditar en la forma en la que nos comunicamos con nuestros estudiantes y les hacemos ver los errores cometidos, ya sea en los trabajos que presentan en clase, en su desempeño académico, en sus relaciones con los demás compañeros, en fin; en cada una de las conexiones que tenemos con ellos, y que a su vez, ellos entablan con otros miembros de su entorno, pues debemos ser conscientes que, en alguna medida, dejamos una huella en sus vidas y debemos tener presente qué tipo de marca queremos plasmar, positiva o negativa.

A su vez, hacer ver a los estudiantes la importancia de saber comunicarse y de poder ordenar y expresar sus ideas en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología se vuelve todo un desafío, pues el daño que esta ha causado al lenguaje es evidente. El uso de nuevas formas de expresión verbal ha creado un tipo de escritura que entra en conflicto con los cánones preestablecidos, incurriendo en “horrores” de ortografía que, al verlos de forma tan repetitiva, nos ponen a dudar si somos nosotros los que estamos equivocados. Por supuesto que no es mi intención poner en entredicho los aportes que los correctores ortográficos incluidos en los procesadores de texto han realizado, pero volvemos de nuevo a la importancia del contexto en el cual hacemos uso de la palabra.

“La práctica hace al maestro”, esta frase tan común no debe ser vista a la ligera pues en efecto, es a través de la experiencia acumulada que llegamos a percibir el peso de lo que decimos a nuestros estudiantes. No olvidemos que más allá de un número o un nombre y apellido, inte-ractuamos con personas y que, cada una de ellas vive su propia realidad. Por ello, no podemos esperar que Ana sea como Camila, o Pedro como Alejandro, pues cada uno tiene su propia marca personal, construida por sus vivencias y en este caminar por la educación, las palabras pueden contribuir positiva o negativamente a su formación.

En la saga de libros de Harry Potter, en el primer tomo, Albus Dumbledore, director de Hogwarts expresa que “las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo”. Es pues, a partir de ella que podemos deconstruir esquemas de pensamiento y de enseñanza forjando nuevos procesos que nos permitan entablar formas de comunicación idóneas en un contexto en que la realidad es más compleja y el mundo es menos empático. Como docentes, independientemente del área de conocimiento o el nivel académico, debemos tener presente que la formación es integral y que, aunque no seamos profesores de español, somos un ejemplo para nuestros estudiantes.

*Docente universitaria.