Por: Adylia Zavala*
Este primero de julio los centroamericanos estamos celebrando el Bicentenario, de la Independencia absoluta de la patria Centroamericana. Narra la historia, que después de proclamada la Independencia de Centroamérica el 15 de septiembre de 1821, donde el redactor como ya sabemos fue el hondureño José Cecilio del Valle, donde estableció que la constitución de autoridades, fueran democráticamente electas y planteaba para tal fin, una Junta Provisional para ratificar la independencia y la nueva forma de administración del gobierno, a través de un Congreso a ser instalado antes del 1 de marzo de 1822, para esperar el voto de algunos ayuntamientos; pero Gaínza, con el respaldo de la élite guatemalteca, presidida por la familia Aycinena, declaró la Anexión a México, el 5 de enero de 1822.
Cabe destacar que Cuando México invitó a Centroamérica a anexarse al Imperio, Valle fue un decidido opositor a que se diera aquel paso sin escuchar las razones de algunos patriotas, pero Gaínza haciendo caso omiso, el 5 de enero de 1822 consumó el acto de Anexión de Centroamérica a México.
Cuando Valle, intervino en la Corte de Iturbide, como diputado representante de Tegucigalpa y Chiquimula en el Congreso Mexicano, su actuación fue firme y valiente y la sociedad, le rindió culto de admiración y se destacó, como orador de primera en dicho Congreso.
Con argumentos convincentes y fluidez y elegancia de palabra, Valle se opuso a que reformaran algunos puntos de nuestra Acta de Independencia y a que se emitieran leyes, que lesionaran los intereses centroamericanos.
Reconociendo los diputados mexicanos el talento, la preparación y el valor de Valle, lo nombraron vicepresidente del Congreso, en aquellos momentos tan difíciles que estaba atravesando el Imperio, porque la posición política de Iturbide comenzaba a decaer y un grupo de diputados atacaban su régimen con argumentos de gran convencimiento, entre ellos los del Abogado Valle, que atraían la atención pública.
La situación imperante atrajo el disgusto del emperador Iturbide y ordenó que Valle fuera puesto en prisión. Cuando se supo de esta orden, varios amigos diputados visitaron a Valle para ponerlo en conocimiento de la mencionada orden. Un amigo le ofreció su casa como refugio para salvarse de la captura y también le ofrecieron la embajada de Colombia, pero Valle con actitud serena y definida dijo: “Que huyan o se escondan los que son reos ante la ley: los que han cometido delitos y son positivamente criminales”. Al colapsar en marzo de 1823, el Imperio de Iturbide, Centroamérica quedó en libertad de continuar o cancelar esa anexión.
El 1 de julio de 1823, las provincias de Centro América se declararon “libres e independientes de la antigua España, de México y de cualquier otra potencia” y que intentarían formar una República Federal que se llamaría Provincias Unidas de Centroamérica.
Los países europeos tenían intereses creados sobre Centroamérica, porque la consideraban frágil y no apta de ser libre, para perseguir sus sueños de libertad. En ese entorno en diciembre de 1823, el presidente James Monroe emitió un discurso que advertía a los países europeos, que no intervinieran en los asuntos propios del continente americano, Monroe quería evitar que estos poderes se expandieran en América. Y expresó su declaración, que sintetiza su doctrina en la frase “América para los americanos”, hoy conocida como la Doctrina Monroe.
*Historiadora de la MRPT