Por: Otto Martín Wolf
Si bien es cierto la lucha contra la delincuencia debe emplear todos los medios y recursos posibles, entre estos no debe incluirse el populismo.
Colocar cincuenta o cien delincuentes en una pose que haga recordar el éxito obtenido por El Salvador, de ninguna manera contribuirá a resolver la plaga que abate a la población desde hace mucho tiempo.
Cuando el gobierno de Bukele publicó videos y fotos de sus delincuentes ya contaba con prisiones grandes, modernas y seguras donde recluir más de setenta mil de ellos, cosa que aún estamos muy lejos siquiera empezar a diseñar.
Parte de ese efecto propagandístico incluyó la propuesta descabellada de convertir nuestras Islas del Cisne en una prisión.
Descabellada?
Descabellada es poco!
Empecemos por la logística; supongamos que se intente trasladar una gran parte de nuestro delincuentes a ese lugar, de verdad han pensado en el problema logístico que eso significa?
Digamos cincuenta mil reos para empezar, se le ha ocurrido a alguien que toda esa gente tiene que comer diariamente, tomar agua y hacer sus necesidades? Dónde desembocarán las aguas negras piensan arrojar todos esos desperdicios al mar? Tienen idea esos ideolocos de lo que eso significa?
Pero, además, el personal de vigilancia y mantenimiento también necesita un lugar donde vivir, dormir y, desde luego, contar con servicios médicos, de hospitalización y, además, entretención, no solo van a estar cuidando delincuentes todo el día.
El personal a cargo de todo, vivirá solo o será necesario trasladar a sus familias, esposas e hijos quienes también ocuparán escuelas y colegios, además de todo lo necesario para desarrollar una vida normal.
Energía eléctrica, de dónde la van a obtener si ni siquiera se cuenta con suficiente para satisfacer la demanda de tierra firme?
¿Existen suficientes fuentes de agua ahí? Cómo se llama el río y cuál es su caudal o habrá que perforar pozos, supongo que ya hicieron estudios sobre eso al igual que de las plantas de procesa-miento y los tanques de almacenamiento que se necesitan, cierto?
Será también que ya se cuenta con toda la cadena logística para transportar de manera permanente los alimentos y demás vituallas necesarias para su mantenimiento. Puerto de embarque, barcos o lanchas cargueras, puerto para desembarcar todo o han pensado llevarlo en avión?
De ser así, dispone el país de una flota de aviones cargueros? Además, se necesitarán enfriadores para los alimentos perecederos entre los cuales se encuentran todas las carnes, verduras y legumbres.
¿Cómo se va a movilizar todo ya en las islas? Será que tendrán que construir calles internas, llevar vehículos y combustible, además de los talleres mecánicos para dar mantenimiento a la flota vehicular.
Una megaprisión en las Islas del Cisne equivale a diseñar, edificar y construir una ciudad de unos cien mil habitantes entre delincuentes, cuidadores, sus familias, personal de cocina, lavandería, servicios médicos, etc.
Sabe alguien lo que eso significa?
Mejor dicho: tiene alguien la menor idea de lo que están hablando? Por otra parte, las prisiones de máxima seguridad con que ahora cuenta el país han demostrado varias cosas, entre ellas la más notable es que no son de ninguna manera de máxima seguridad.
Ahí entran en forma regular toda clase de armas -algunas de alto calibre- drogas, equipo de comunicación y todo lo que la corrupción del personal a cargo permite a cambio, lógicamente, de un pago.
O sea, ahí los jefes son los delincuentes pues el jefe es el que paga por un servicio o por hacerse de la vista gorda.
Se puede alguien imaginar la corrupción que se desarrollará en un lugar tan aislado y lejos de la supervisión de la gente?
Bien -o mal- digamos que ya han efectuado los estudios del caso, que han tomado en cuenta todos los factores para ejecutar el proyecto, supongo que también alguien ha hecho un presupuesto y saben cuánto dinero se necesita para todo eso y, desde luego, ya también saben de dónde lo van a sacar.
Perdón: ya saben cuánto se necesita y dónde van a conseguir toda esa plata, no solo para construirla sino para su mantenimiento de manera permanente?
El problema de las prisiones en Honduras no tiene que ver con su ubicación, la corrupción llega donde quiera pueda haber una ganancia.
El problema tampoco se localiza dentro de las cárceles, no al menos en el campo de los prisioneros; es afuera, del lado de las autoridades que son las que deberían prever y evitar todo lo que sucede dentro, incluyendo el ingreso de cosas prohibidas a cambio de un pago en dinero, no puede ser de otra forma.
Por eso creo que, entre más lejos se ubiquen las prisiones, más distante aún estará la solución.