Fernando Berríos
Desde ya días venimos insistiendo que los mensajes que Honduras está enviando hacia afuera son muy peligrosos y si no se detienen a tiempo, se traducirán en más pobreza, inmigración irregular e inseguridad.
No es que queramos molestar a los funcionarios hipersensibles del actual gobierno, pero en una sociedad democrática tenemos derecho a opinar y los pesos y contrapesos son absolutamente necesarios.
De ahí que no está mal la arremetida que le han encargado al hijo menor de la presidenta, quien de una forma muy directa pero a la vez sutil, le está diciendo a los funcionarios de gabinete: más trabajo, más tolerancia y menos verborrea en las redes sociales.
Hay funcionarios que, erróneamente, han creído que defender a un gobierno es equivalente a destruir a cualquiera que se atreva a darles siquiera una sugerencia de cómo mejorar las cosas.
Los calificativos de oligarcas, narcos, dictadores, cachurecos o golpistas están a la orden del día entre quienes quieren gobernar sin pesos y contrapesos. Entendemos que muchas de las críticas que reciben no son constructivas y es obvio que tienen tintes políticos o ideológicos, pero son tan extremistas que no solo rechazan las críticas de sus “adversarios electorales” sino las de todos los ciudadanos en general.
Dicho lo anterior, seguiremos insistiendo que prácticamente todos los indicadores económicos, sociales y de seguridad ciudadana en Honduras van hacia la baja. Insistimos porque estos indicadores, más que mostrar una buena o mala gestión gubernamental, lo que demuestran es un progreso o un deterioro de las condiciones de vida de los hondureños.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) nos ha mostrado las cifras preocupantes de la caída de la inversión extranjera directa, siendo la fuente de su análisis el Informe de la Balanza de Pagos, Posición de Inversión Internacional y Deuda Externa Primer Trimestre 2023 del Banco Central de Honduras.
No son inventos, no es campaña de oligarquías o de las derechas recalcitrantes del país, es un informe del mismo Banco Central de Honduras el que revela una caída de 134 millones de dólares. En el primer trimestre de 2023 la inversión extranjera apenas alcanzó 208.7 millones de dólares mientras, en el primer trimestre de 2022, fue de 343.3 millones de dólares. Y si lo comparamos con trimestres de años anteriores la situación es aún más alarmante. La inversión extranjera viene en picada.
¿Y por qué viene en picada? El informe indica la salida de 74.8 millones de dólares en el sector transporte, almacenamiento y comunicaciones y la salida de 45 millones de dólares en comercio, restaurantes y hoteles.
Un país convulsionado por las protestas diarias, los apagones, las masacres, los toques de queda, el cierre de empresas, la extorsión y el acoso fiscal, no es atractivo para los inversionistas. Hoy lo volvemos a reiterar: nadie está haciendo fila para venir a un país que no ofrece seguridad jurídica, respeto a la propiedad privada, tranquilidad, paz social y garantía de rentabilidad en los negocios.
Recientemente se anunciaron toques de queda para apaciguar las aguas en la zona norte del país, impactada por la masacre de 13 personas en Choloma. La medida dejó la impresión de no obedecer a una estrategia integral contra el crimen organizado.
En lo personal pienso que encerrar a los honestos deja el mensaje de que vivimos en un estado de terror. Y por otro lado, el impacto de un toque de queda viene a ser el tiro de gracia para miles de negocios que dependen de la actividad económica nocturna.
Fue tan apresurada la medida que se anunció para una vigencia a posteriori, sin previa consulta con gobiernos locales y con fuerzas vivas de las ciudades afectadas. Los sectores económicos clamaron una reconsideración y en respuesta, la Secretaría de Gobernación estableció que de 9:00 de la noche a 4:00 de la mañana, nadie podría circular libremente en SPS y Choloma. Apenas minutos más tarde, el alcalde sampedrano anunció la suspensión del carnaval de la Feria Juniana. Minutos después, el ministro de Seguridad finalmente aceptó suavizar la medida, ordenando el toque de queda a partir de las 11:00 de la noche.
Todos estos son mensajes que afectan la imagen del país. ¿Usted cree que un inversionista quiera traer un tan solo dólar a un país donde sus ciudadanos ni siquiera pueden circular libremente entre 11:00 de la noche y 4:00 de la madrugada porque corren el riesgo de ser asesinados?
Se deben tomar medidas contra el crimen y deben ser contundentes. Si bien el objetivo es salvar vidas, no creemos que la solución pase por encerrar a los honestos, porque estas medidas no pueden ser permanentes. Lo que esperamos es consolidar un frente que incluya endurecimiento de las leyes anticrimen, más presencia policial en las calles, activar las cámaras 911 y más operaciones de represión en tanto se analizan las medidas de prevención (que son a corto, mediana y largo plazo).
El gobierno no puede estar dando tumbos en materia de seguridad, ni en la materia fiscal ni en la energética, porque de afuera nos observan y no somos opción cuando las condiciones del país nos vuelven menos competitivos.
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