Migrantes huyen de Florida con Ley de DeSantis

Por: Ivonne Tábora*

Miles de indocumentados que radican en el estado de Florida, en EEUU, están en un estado de alarma y suma preocupación por la nueva y controversial legislación SB1718 contra la inmigración ilegal, y que entró en vigencia el 1 de julio, del año en curso, promovida por el gobernador de ese estado, Ron DeSantis.

Son varias las medidas que dicha legislación contiene, entre ellas están que quien transporte o emplee a alguien que ingresó de forma ilegal a ese país del norte, podría enfrentar una condena de uno a cinco años de prisión o también una multa de 5,000 dólares por persona, además de sanciones a las empresas que aun sabiendo que sus empleados son indocumentados, les den trabajo.

También contempla que algunas licencias de conducir e identificaciones que se han emitido en otros estados a los indocumentados, no sean válidas en el estado de la Florida y establece hasta 15 años de prisión para los individuos que, con pleno conocimiento, albergan, ocultan y protegen a personas que entraron de forma ilegal a Estados Unidos.

Esta ley exige que los hospitales que aceptan el seguro Medicaid, que es para personas de bajos recursos, pidan a sus pacientes su estatus migratorio, para saber si es ciudadano americano, residente legal o extranjero con permanencia irregular.

La situación se pone cada vez más complicada para los inmigrantes indocumentados, pero para DeSantis la ley es una medida contra la creciente llegada de migrantes indocumentados, pues según este, la política del actual presidente Joe Biden, en torno al tema migratorio, ha fracasado.

Y es que son alrededor de más de un millón de indocumentados solo en el estado de Florida, la mayoría trabajando en las áreas de la agricultura, la construcción y el turismo, contribuyendo con su fuerza laboral en la economía de EEUU.

Florida, es uno de los estados preferidos de los indocumentados latinos, solo hondureños rondan unos 200 mil, allí no se tienen que enfrentar con la barrera del idioma, pues se habla mayormente el español, sin embargo, con la entrada en vigencia de esta ley, ya son unos 30 mil catrachos los que han salido de ese estado, por temor a ser deportados o castigados con la nueva ley.

En referencia al tema, el canciller de Honduras, Eduardo Reina, afirmó que él no visitará la ciudad de Florida en protesta a la ley, porque no está de acuerdo con la misma y además la considera racista.

Me parece que es una decisión muy personal, porque no incidirá en el problema coyuntural, pues lo más importante y triste es que somos uno de los países de la región con más población que emigra, y ahora hasta menores de edad encabezan las famosas caravanas.

¿Por qué será? pues por la falta de oportunidades y porque Honduras continúa con niveles de desempleo altos, casi alcanzando los 2.4 millones de ciudadanos con problemas de encontrar un trabajo, que equivale al 62% de la fuerza laboral, así lo detalla un informe del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, Cohep, reciente.

Y aunque tengamos un creciente nivel de informalidad laboral, esto no ha mejorado la calidad de vida del pueblo, al contrario, muchos trabajadores viven en pobreza y precariedad, a pesar de tener un empleo.

Además, el hecho de que Honduras sea el país de Latinoamérica que más depende de las remesas y que un 29% de su Producto Interno Bruto, PIB, provenga de las mismas, no equivale a que estamos bien económicamente y tampoco es motivo para presumir o alegrarse, porque lo que está claro, es que como no se generan oportunidades de empleo en el país, se nos están yendo nuestros jóvenes, mujeres y niños en busca de una vida mejor y libre de violencia.

Es tan alarmante la situación que, según uno de los indicadores de capital humano, del Banco Mundial, ha señalado que un niño que nace en Honduras será casi la mitad de productivo cuando crezca, de lo que podría ser, si se le garantizara una educación completa y una salud plena.

Nuestra gente emigra cada día más, y el panorama no es alentador, urge que, en el país, nuestras autoridades promuevan un crecimiento económico, mejoren la productividad, competitividad y los accesos a la salud y educación, y sobre todo generen empleos.

“Emigrar es ese estado donde estás feliz con una profunda tristeza”.

*Licenciada en Periodismo

@IvonneTabora
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