El TLC con China-Inquietudes

Por: Óscar Núñez Sandoval, PhD-Economista

El pasado viernes 9 de julio Honduras y China iniciaron en Tegucigalpa la primera ronda de conversaciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral, después de que el gobierno de la Presidenta Xiomara Castro de Zelaya estableciera, a finales del mes de marzo, relaciones diplomáticas con el país asiático. Este Acuerdo definido como de alto nivel, moderno, integral y mutuamente beneficioso buscaría impulsar el intercambio comercial, promover la inversión y fomentar la cooperación económica y se espera finalizar las negociaciones en un año.

Antes de comenzar el análisis, quisiera aclarar que, como hondureño, deseo que el acuerdo sea de beneficio para el país y promueva un desarrollo sostenible e inclusivo. En ese sentido, el artículo busca ejemplificar la complejidad y requisitos técnicos, logísticos y financieros de esta negociación.

En general, las negociaciones comerciales que involucra un TLC son sumamente difíciles y requieren de mucho análisis y preparación de las partes involucradas. Las negociaciones pueden concentrarse en las grandes áreas siguientes: acceso a mercados, inversión, solución de controversias, compras del gobierno, laboral y ambiental, medidas sanitarias y fitosanitarias, normas técnicas y cooperación. Acceso a mercados es quizás el tema de mayor amplitud y complejidad ya que incluye negociar sobre bienes -agrícolas e industriales- y servicios, barreras técnicas al comercio, normas de origen, procedimientos aduaneros, textiles y vestido, facilitación del comercio y salvaguardas, entre otros.

Una vez definidos los temas de negociación el equipo negociador debe determinar, considerando los intereses nacionales, las posiciones de negociación. Esta debe de ser una labor multiinstitucional, o sea que reúna a representantes de las instituciones públicas que se relacionan directamente con cada tema, como ser la Secretaría de Agricultura, Secretaría de Finanzas, Secretaría del Ambiente, Banco Central, etc. Además, es fundamental la participación del sector privado por medio de sus cúpulas empresariales y gremiales. Normalmente estas posiciones nacionales de negociación deberían definirse alrededor de estudios concretos y especializados para cada tema, sector o incluso producto. Se busca proteger a la producción nacional frente a las condiciones de producción y de los mercados en la contraparte negociadora, a efecto de detallar medidas de salvaguardia, restricciones cuantitativas, aranceles, medidas no arancelarias, plazos de desgravación, entre otros.

La tarea se vuelve mucho más abrumadora, considerando la asimetría entre Honduras, (una economía en la posición 95 de las exportaciones mundiales de mercancías), negociando bilateralmente un TLC con China, la mayor economía exportadora del mundo. Se puede afirmar que un TLC con Estados Unidos resulta igualmente complejo. Sin embargo, el CAFTA-DR fue una negociación que incluía a los países de Centroamérica y Republica Dominicana frente a los EEUU, lo cual facilitó el apoyo mutuo en las negociaciones de países con economías muy similares.

Después de un largo y arduo proceso de 15 años de negociaciones, en diciembre de 2001 se concluyó la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Durante estos años, China adoptó reformas orientadas a fortalecer los mercados y a la apertura de su economía, para participar en el sistema multilateral de comercio, bajo los principios de la OMC. No hay ninguna duda del gran éxito de esas reformas que han llevado prosperidad financiera a sus ciudadanos. A pesar de estos avances, los socios comerciales todavía critican el uso de prácticas y medidas discriminatorias de China en el comercio, principalmente en la producción agrícola. Las reglas para la inversión extranjera son aún desiguales respecto a la producción local. Las leyes y regulaciones relacionada a la protección de la propiedad intelectual y manejo de datos son aún insuficientes. Un tema de mucha importancia es la alta participación en la economía y comercio de China de las Empresas Comerciales del Estado, amparadas por subsidios y apoyo interno.

Además de la complejidad de negociar en mandarín y/o inglés con traducción simultánea al español, bajo el entendido de que se ha mantenido cierta estabilidad en el personal de la subsecretaria de comercio exterior que estará a cargo de las negociaciones, una negociación exitosa dependerá del apoyo logístico del gobierno. Cabe también recalcar la importancia de la coordinación con el sector privado. Finalmente, tengo la certeza de que no es suficiente negociar acuerdos comerciales, el verdadero beneficio futuro para Honduras dependerá en la medida que se defina una política clara de administración de este y el resto de los tratados comerciales vigentes, al igual que de los acuerdos multilaterales.