Por: Rodolfo Dumas Castillo
La semana pasada abordamos el tema del calentamiento global, haciendo un llamado a diversos sectores de nuestras ciudades para que se implementen políticas públicas y mecanismos destinados a proteger a la población y reducir los efectos del cambio climático, que son dolorosamente evidentes en la actualidad. También mencionamos las experiencias de ciudades en otros países que han establecido departamentos especializados para hacer frente a esta problemática, destacando el caso de Phoenix, una de las primeras ciudades en el mundo en abordarla activamente. De hecho, al momento de escribir este artículo, Phoenix ha experimentado 18 días consecutivos de temperaturas cercanas a los 44 °C, situación que algunos residentes describen como “un infierno terrenal”.
Aunque el artículo anterior no estaba enfocado en las causas del calentamiento global, sino que más bien en las formas en que podemos mitigar las temperaturas extremas en nuestras comunidades, valoramos y agradecemos especialmente los mensajes recibidos de un amable lector de Comayagua que nos aportó valiosos elementos sobre el tema, particularmente sobre la emisión de gases efectos invernadero y la educación ambiental. De sus mensajes se colige claramente que se trata de una persona con amplios conocimientos del tema y que tiene una genuina preocupación por el deterioro que los humanos le causamos a nuestro planeta.
Sobre los gases nos comentó: “No es el asfalto, ni el concreto, los que producen el calor, son los gases efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, ácido nitroso y aerosoles), que son producidos por los millones de carros, buses, motocicletas, aviones, barcos, motores estacionados, la industria con humos al espacio, cementeras, transporte, la energía no renovable, la agricultura, incendios forestales, uso de carbón, gas natural (chimbos de gas), estos manejados por nosotros los seres humanos”. Nos amplió: “Honduras no tiene mecanismos de medición o control de emisiones, especialmente de vehículos, no existe, pero el vehículo trae una válvula que se conoce EGP, esta sirve para medir los gases que está emitiendo. En la USA, muchos estados si utilizan la medición, Especialmente en Texas, especialmente en camiones, buses y carros. Comayagua no lo tiene, ni lo conocen, además las personas utilizan carros o camiones, en la CA5, que van dejando una estela de humo, alta contaminación, ha estos les llaman fumadores”.
Sobre el tema educativo, nos insistió sobre la importancia de abordar cuestiones como “la arquitectura y construcción bioclimática en ciudades emergentes como Nueva York, Barcelona, Londres y Países Bajos”. Compartimos su énfasis en que estos asuntos se estudien y enseñen a nivel académico, y es fundamental que se incluyan en el pensum escolar y universitario. Existen muchos ejemplos de países en que se habla del cambio climático desde la etapa preescolar hasta el nivel universitario.
En la lucha global contra el cambio climático, es crucial que cada país asuma la responsabilidad de reducir sus emisiones contaminantes. Lamentablemente, en el caso de Honduras, se evidencia la falta de mecanismos efectivos de medición y control de emisiones, especialmente en el ámbito vehicular. En este sentido, es preocupante constatar que Honduras carece de una infraestructura adecuada para realizar esta tarea y de una legislación fuerte para exigir su estricto cumplimiento. Apenas a nivel empresarial, como parte de los procesos de licenciamiento ambiental, se exigen estos controles, y aún estos son bastante limitados. Esta responsabilidad recae principalmente en el Estado (gobierno central y municipalidades).
Coincidimos plenamente con nuestro lector en que en el ámbito educativo hay mucho por desarrollar. Hemos realizado investigaciones preliminares sobre el alcance del tema en varias instituciones y los resultados son desalentadores. Se aborda el tema, pero generalmente se percibe como una cuestión lejana, sin comprender la urgencia que exige la realidad de nuestro maltratado ambiente y sin entender que se trata de un peligro existencia para la humanidad. En futuros artículos y al concluir nuestra investigación, presentaremos los resultados y propuestas para promover un mayor compromiso con la educación ambiental.
Correo: [email protected]