Por: Carlos G. Cálix
Ayer, mientras escuchaba a Julio Iglesias sonaba la canción “Con la misma piedra” y fue inevitable no pensar en un pueblo que ha tropezado de nuevo y con el mismo pie. Si bien la letra de la melodía dista de lo político, al escuchar el coro resulta imposible no comparar el desencanto que provoca ver los traspiés de 2009 repitiéndose en 2023. “Tropecé de nuevo y con la misma piedra”, indudablemente es una expresión que perfectamente encaja con los electores hondureños que creyeron en el liderazgo victimizado de unos pocos, cuyos resultados hasta la fecha van en detrimento de una población que después de ver en cámara lenta los errores y delitos de los principales políticos de este país, aun cree en las segundas oportunidades. Aspecto que no estaría mal, si quienes gozan de tal privilegio, hubiesen aprendido la lección.
En Twitter muchas personas piden de forma irónica que “el tiempo les regrese a las elecciones de 2021 y que les devuelvan su voto”, otras más osadas comparan la gestión del expresidente Hernández con las de la presidenta Castro y concluyen que con el primero “estábamos mejor”, resulta impresionante sin duda leer este tipo de comentarios que demuestran ausencia de liderazgos renovados.
Aunque tarde, Pedro Barquero y Salvador Nasralla han recapacitado y por fin se dieron cuenta del error político que cometieron al conformar una “alianza” que a todas luces se les dijo llevaría al gobierno por la vereda del caos. Recapacitan de la misma manera los votantes en contra de la cuestionada administración de Juan Orlando que ahora consideran que tomaron una decisión errada, no tan alejada de aquellos liberales que votaron en las primarias por el candidato que los representaría en las generales, ahora en la lista Engel.
La fecha de lanzamiento de la canción de uno de los intérpretes más grandes que ha dado España fue en 1982, el mismo año en que Honduras retornó a la “democracia”. En esa época, “Con la misma piedra” sonaba en todas las radios del país mientras los hondureños seguían tropezándose con el mismo pie creando burócratas que se volvieron profesionales de la política, delincuentes del erario público y herederos de lo ajeno. Con el silencio de la mayoría de los honestos, el tropel de los secuestradores del Estado llegó a tomar el protagonismo en la palestra pública.
En 1999 circuló en toda Honduras la visión que Manuel Zelaya Rosales tenía del “Poder Ciudadano”, fueron pocos los que prestaron atención a la propuesta. Entre 2006 y 2009 se dedicó a tratar de implementar su visión de país ahora en el poder y con el consejo de una oleada “socialista” de moda. La astucia al crear un nuevo partido político bajo los preceptos de la “izquierda”, fue sin duda una jugada coyuntural que en 2013 y 2017 fue detenida por lobos también feroces, dirigida por el otro “animal político”. Sin embargo, en medio de los desaciertos y de la “alianza” en la cima de las buenas intenciones, el “comandante vaquero” regresó al poder como víctima de la circunstancia. Con ello, el caos reinante se ha vuelto sustancialmente evidente: “Cerraron el despacho de Salvador Nasralla; pretenden callar la protesta genuina ciudadana; intimidan/amenazan al Cespad y al CNA; obstaculizan a la CICIH; desprestigian al COHEP; atacan a la ONU y los EEUU, sacan a Taiwán; desacreditan a los opositores individualmente en las redes de forma sistemática; pretenden cerrar partidos políticos; el guión de la izquierda extrema a la orden del día”, expresa José Luis Moncada, a lo que se agrega el caos en educación, salud, seguridad y economía.
“Tropecé de nuevo y con la misma piedra”, es una frase que pueden expresar muchos hondureños que creyeron en una segunda oportunidad. Al parafrasear la canción de Julio Iglesias, parece que el pueblo es solo una diversión, un juguete de su colección, un pueblo que cae en la trampa y en la traición. Aspecto al que hace mención Gustavo León Gómez: “Nuestros gobernantes, con pocas excepciones, traicionaron las aspiraciones y sueños del pueblo hondureño, coludiéndose con corruptos del sector público y privado que han saqueado el erario público, a través de corrupción contractual estatal. Ese crimen de lesa humanidad, debe terminar”. Aspecto en lo que estoy de acuerdo.
Curiosamente, “Momentos” es el álbum de la canción “Con la misma piedra”, mismo en que fue presentada “Quijote”, canción cuya frase inicial dice: “Soy de aquellos que sueñan con la libertad”, expresión que cada hondureño que sueña con transformar el país, debe hacer suya. Por ello, es el momento de renovar los liderazgos y dejar de tropezar con las mismas piedras.
*[email protected] Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato. Director del Consejo Académico de Fundación Eléutera. Posdoctorado IIESS-CONICET.