Gran pérdida para el actual gobierno

Por: Cnel. de Av. (R) José A. San Martin F,

La manifestación programada por el Comité Coordinador con la marcha, pacífica y voluntaria, de militares en situación de retiro, reservistas, excombatientes veteranos de guerra para reconocer y honrar el esfuerzo, sacrificio, de quienes dieron y expusieron su vida en la defensa de la patria durante los recientes conflictos armados en que se vio envuelto nuestro país, tomó un giro inesperado. Después de haberse hecho gestiones ante las autoridades correspondientes para realizarla en las áreas apropiadas, con respuestas negativas, se optó por el apoyo de la iglesia católica para que, en la basílica de nuestra capitana de las FFAA, la Santísima Virgen de Suyapa, se llevase a cabo la misa de campaña, solemne, y una posterior alocución relacionada con el propósito del evento. Después de haber boicoteado su realización en el campo de parada Marte y en el campo Agafam, por parte del mando político, también a la iglesia católica se les instruyó no colaborar con el comité coordinador, negando la celebración de la misa programada y el uso de los predios de la basílica.

Increíble que la iglesia se haya negado a oficiar la santa eucaristía a hondureños, rebaños de cristo y seguidores del evangelio. Simplemente se desviaron de los principios cristianos y eclesiásticos, negándose a difundir la palabra de Dios entre los feligreses.

La indignación que ha provocado la actuación del gobierno político no tiene nombre. Un día antes, menos de 24 horas, se le daba el tiro de gracia al grupo coordinador para que la manifestación fracasara. Las FFAA y la Policía Nacional emitieron comunicados en donde señalaban la ilegalidad de convocar y movilizar a la reserva de las FFAA.

No queremos opinar sobre la reserva activa, con adiestramiento, porque esta apenas se manifiesta en un listado de nombres, sin organización, y si existe, no es real. Pero este es otro tema que no viene al caso analizar en este momento. No obstante, los comunicados a que hicimos referencia eran irrelevantes pues no poseían ninguna relación con la invitación girada por los coordinadores, que no convocó ni movilizó a la reserva pues no tenia la potestad de hacerlo. Sin embargo, este hecho no tenia nada que ver con el evento, de voluntarios, que emitió públicamente dicho comité. Quienes pudiesen atender la invitación, era su voluntad hacerlo. Sin embargo, a pesar de haberse suspendido oficialmente la marcha cívica desde el bulevar Suyapa hasta la basílica, unos pocos acudieron al sitio de la reunión y decidieron marchar hacia el templo católico, custodiados por una gran cantidad de policías y militares. El desplazamiento de estas autoridades del orden publico fue tal que superaba enormemente a la cantidad de retirados. Un compañero emitió una expresión que me pareció graciosa: “Hasta me da risa, ver a tantos policías”. Porque en verdad extrañaba tanta fuerza publica para controlar a un puñado de retirados de las FFAA y PN. Personalmente se me vino a la mente, ¿Por qué tendrán miedo? La ciudad prácticamente quedo desprotegida por la ridícula decisión de acompañar a los retirados con tal cantidad de policías armados. Jamás nos hubiésemos imaginado tal decisión, pues somos los mismos y comprendemos sus funciones. Sin embargo, las autoridades que dirigían ese magno operativo se comportaron como verdaderos compañeros, consientes de lo que ocurría y nos expresaban su pesar, pero que solo recibían órdenes.

La diversidad de opiniones entre los retirados motivados para hacerse presente, sobre si debían asistir o no al punto de reunión, era variada, desde la noche anterior en que la iglesia había cancelado la misa. Para evitar el riesgo a que se exponían tal cantidad de personas, cuantificados en unos 6,000 o más, se decidió regresarlos a sus comunidades de origen, porque de todos los rincones del país existía un genuino interés en participar. Igual consideración se tuvo con la población civil que simpatizaba con el propósito de dicho evento. Se fue razonable con la decisión.

Sin embargo, quienes se presentaron al lugar de reunión, unos pocos que residen en la capital y algunos de otras ciudades que decidieron manifestarse, se desplazaron hacia la basílica, resguardados por un, pocas veces visto, resguardo policial. El animo de los compañeros presentes fue exteriorizado por alocuciones poéticas y vítores propios de los grupos castrenses, como artillería, infantería, caballería y otros. A nuestra capitana de Suyapa se le rindió el homenaje correspondiente. En la estatua del Soldado Ausente en el anillo periférico, también se le rindió honores.
La misión no se cumplió como se debió, sin embargo, sí se manifestó la actitud oprobiosa que el actual gobierno posee contra lo que huele a militar o policíal, activo y retirado. Este tema es digno de reflexión. Nuestro deseo de vivir en libertad y democracia no debe ser mancillado.
Un gran sector de la población ha sido puesto de lado, por el actual gobierno. Un enorme yerro se ha cometido. /

Ex comandante General
Fuerza Aérea Hondureña

Julio 23, 2023