Por: Carlos Medrano (Periodista)
Mientras el Covid-19 acecha a todos los hondureños ante el repunte del virus a nivel mundial y no digamos en nuestro país, las autoridades del Ministerio de Salud Pública están distraídas en problemas domésticos de chambas para activistas políticos, entre otras, que poniéndole atención a la crisis sanitaria que tenemos encima.
No vemos por ningún lado cómo la Secretaría de Salud se está preparando para hacerle frente a este rebrote sanitario con lo más elemental como medicamentos, que deberían estar en todos los hospitales del país y que sirvan para combatir a esta pandemia.
Desde ya deberían tomar medidas preventivas urgentes para lograr la menor cantidad de decesos posibles y defender al pueblo de esta enfermedad que no desaparecerá y que seguirá castigando a un pueblo enfermo como el nuestro.
Ya debieron reactivar uno o dos triajes en las principales ciudades, dotados de pruebas para detectar la positividad de los ciudadanos y con medicinas básicas para desinflamar las vías respiratorias y atacar el virus con mayor conocimiento que nos provee la ciencia.
En los hospitales más grandes del país pudieron empezar a habilitar salas especiales contra el Covid-19, proveerles instalaciones especiales con oxígeno y que aíslen de manera adecuada a los ciudadanos que están siendo contagiados por el virus.
Con el conocimiento y experiencia adquirida por los galenos que se “jugaron la vida” en los hospitales públicos en el principio de la pandemia, desde ya deberíamos estar estableciendo un programa preventivo y proactivo a fin de combatir al virus de manera más inteligente.
Hay que sentarse con todos los directores de hospitales, con las autoridades de Salud Pública expertas en el Covid-19, con la academia, con la empresa privada, etc. para juntos lograr hacer un acuerdo sanitario que permita mitigar los efectos desastrosos de esta pandemia que seguirá golpeando la salud de nuestro pueblo.
Tenemos oportunidad –ahorita que este rebrote no ha golpeado con fuerza– de solicitar la ayuda logística a gobiernos amigos, reequipar centros como el Hospital Escuela que tanta ayuda necesita, habilitar espacios propiedad del Estado de Honduras y que quedaron solos porque muchos ministerios se trasladaron al Centro Cívico, para convertirlos en minihospitales para contener a la enfermedad.
Hoy más que nunca Honduras ocupa de la unidad para enfrentar a este monstruo de mil cabezas llamado Covid, pues solo así lograremos tener éxito y evitar más muertes por este fenómeno que ya nos golpeó fuertemente a partir del 12 de marzo del 2020.
Desde esa fecha, pese a las determinaciones erráticas, improvisación, y corrupción de ese gobierno, el pueblo se unió y la mayoría fuimos disciplinados con las recomendaciones de la OPS y la empresa privada jugó un papel preponderante habilitando triajes para la atención primaria.
Los médicos hondureños se comportaron como verdaderos héroes nacionales, arriesgando sus vidas en salas con condiciones precarias y riesgosas.
Hoy el Covid-19 toca de nuevo nuestras puertas, tenemos oportunidad de prepararnos para esta nueva batalla, podemos ser ejemplo en el mundo de un pueblo disciplinado y obediente frente a este enemigo que vuelve al ataque.
Dr. Matheu, olvídese por un momento de sus nuevos hospitales que no nos explicamos cómo los va a equipar, proveer medicamentos y personal y mejor dedíquese a atender esta urgencia que podría matar a miles de hondureños.