Por: Lourdes Chávez
Padres dormidos por la tecnología, los afanes o la vanidad de la vida, mientras sus hijos lanzan un S.O.S “buscando apoyo social en línea”, no se percatan que mueren lentamente en un mar de crisis, se han encendido las ALARMAS en muchos centros educativos, entre familias, así en la comunidad en general, por la afectación emocional de niños, niñas y adolescentes(NNA), que se manifiesta en agresividad, irritabilidad, angustia, intranquilidad, estados depresivos crónicos, tendencia suicida, adicción sexual, tecnológica, alucinógenos y ahora la incursión en pandillas, causada en su mayoría por crisis al interior de sus familias, situación que reviste mucha importancia considerando que somos un país joven donde el 43.5% de la población es menor de 20 años, .
Los investigadores reconocen que el uso excesivo de la tecnología digital contribuye a la depresión y a la ansiedad en niñas, niños y adolescentes(NNA), es así que los ordenadores, tabletas y otros dispositivos tecnológicos forman parte de la vida cotidiana de esta generación que ha crecido en la era de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, más conocidas como “TIC” creando adicción en el mundo virtual real para ellos, generando trastornos conductuales para los que NO existen centros de rehabilitación, es preocupante el excesivo manejo de información inapropiada que consumen diariamente, interfiriendo con los estudios, ejercicio, deporte, ocio, sociabilidad, falta de privacidad.
Según la Revista Electrónica de Investigación Educativa, “La última encuesta sobre uso de las TIC por parte de los menores españoles de entre 10 y 15 años revela que es prácticamente universal 94.9% y 95.2%. El peso principal de conexión recae en el hogar, se evidencia conflictos familiares a raíz del uso excesivo”, lamentablemente son los padres y madres, así como tutores altamente responsables por facilitar desde temprana edad estas conexiones sin establecer límites.
Agregado al impacto de las TIC, los niveles de violencia, así como los múltiples problemas son una sobre carga para esta pobre generación huérfana de familia y apoyo social.
Según el informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), sobre la niñez revela que más de 4,200 niños murieron en circunstancias violentas desde el año 2010 al 2022, , unos 79 municipios del país fueron escenario de la muerte violenta de unos 160 niños y niñas(2022); al menos 1.2 millones están excluidos del sistema educativo, víctimas de desplazamiento forzado, actos de tortura, pobreza extrema, vida en calle entre otros. Está claro que la niñez es un sector vulnerable NO prioritario para los gobiernos.
Sin duda las niñas, niños y adolescentes(NNA), NO goza a plenitud de sus derechos, en tal sentido debe revisarse el sistema de protección, sancionar de manera severamente la irresponsabilidad de los padre y madres, obligarlos a asumir su rol y NO quítales sus hijos para que el ESTADO termine de criarlos; Es lamentable que en caso de abandono o abuso sexual, los NNA son quienes pagan un alto precio, porque después de tanto sufrimiento los institucionalizan para alejarlos del entorno familiar nocivo, y en muchos casos los envían a centros que no reúnen las condiciones no solo físicas, sino el estándar de atención integral de calidad y para colmo de males algunos sufren abuso o violaciones.
La Oficina Internacional de los Derechos del Niño (IBCR), UNICEF, Plan y la Dirección de la Infancia, la Adolescencia y la Familia (DINAF), con el apoyo del gobierno de Canadá, han aunado esfuerzos desde el año 2016, para sostener una iniciativa de estructuración de gran magnitud, con el fin de fortalecer el funcionamiento del sistema de protección del niño y la justicia para NNA.
Mientras nuestras niñas, niños y adolescentes(NNA) se están muriendo en profundos estados depresivos, entre la maraña de los tentáculos de la tecnología y múltiples adicciones, mi pregunta es ¿qué estamos hacienda las madres, padres, y la sociedad para rescatarlos del hoyo de la desesperación?
¡¡¡Estamos a tiempo de rodearlos con cuerdas de AMOR, eslabonar una cadena de protección que incluya todos los sectores de la sociedad, estamos perdiéndolos, los que no mueren, deciden huir del país, sino lo hacemos pagaremos un precio altísimo, tal es el caso cuando surgieron las pandillas, muchos alzamos la voz buscamos ayudada para prevenir que incursionaran en este submundo a fin de frenar esta vorágine social, nadie escucho, hoy todos lamentamos, salgamos del letargo, NO seamos PADRES DORMIDOS…!!!