Nery Alexis Gaitán
De grata recordación es el arduo y eficiente trabajo que hizo Tito Asfura al frente de la comuna capitalina. Su conocimiento del Distrito Central y su eficiente dinámica de trabajo pocas veces se ha visto en Honduras. Con “Papi a la Orden” sí había alcalde en la ciudad.
En cambio, con Jorge Aldana es todo lo contrario. Llegó a ser alcalde cuando menos lo esperaba, de hecho era un candidato minoritario sin probabilidades de triunfo, pero el voto de castigo en contra de JOH lo hizo alcalde. Quizás, porque sabía que no iba a ser electo, no se preparó y no estructuró ningún plan de gobierno municipal, y desde el inicio empezó a dar palos de ciego. Aunque sorprende que no estuviera preparado y con algún conocimiento de lo que sucedía en el Distrito Central, ya que fue regidor por muchos años.
Lo cierto es que de entrada despidió mucho personal (despidió a todas las humildes barrenderas) e incrementó el gasto mensual de las planillas en alrededor de 21 millones de lempiras. Y ya sabemos que colocó a sus partidarios. Y, para variar, aumentó la tasa vehicular en un 51%.
Lo lamentable es que su ineficiente administración ha ocasionado toda una serie de problemas. Tegucigalpa está prácticamente abandonada, sin alcalde, no digamos las aldeas que conforman todo el Distrito Central.
No ha presentado soluciones, por ejemplo, al grave problema del desabastecimiento de agua potable, donde muchas colonias no reciben el vital líquido. Y la distribución del agua mediante cisternas es totalmente ineficiente ya que la mayoría de las mismas están en mal estado. Y ni mencionar los problemas que tiene el sindicato en UMAPS entorpeciendo las labores de distribución, entre otros aspectos. Es obvio que la municipalidad no tiene la capacidad técnica y administrativa para manejar el sistema del agua potable y el saneamiento básico. Planificar la construcción de nuevas represas a corto plazo no es parte de la agenda municipal de Aldana.
El abandono y el deterioro de la ciudad se muestra en sus calles, avenidas y bulevares, es impresionante cómo se han deteriorado. Por todos lados los baches se han incrementado, lo que ocasiona constantes accidentes viales; asimismo, los carros se arruinan ocasionando más gastos al ya raquítico presupuesto de los capitalinos.
La ineficiencia es tanta que si por casualidad reparan algunos baches, dejan la mayoría sin arreglar. También, por tapar unos cuantos hoyos, ocasionan un tráfico endemoniado, los carros se mueven a vuelta de rueda gastando más combustible.
Les ha dado por arreglar el bulevar de las Fuerzas Armadas, pero un trabajo que debería hacerse lo más en una semana, llevan meses realizándolo y lo más triste es que solo parchan pequeños tramos, y el tráfico es horrible a toda hora. Lo mismo puedo decir frente a la Fuerza Aérea, han reparado por partes, después de un largo tiempo, y una vía la han dejado sin concluir y duerme el sueño de los justos. Los trabajos en el centro de la ciudad están casi en abandono, y así podemos seguir enumerando chambonadas. Los lectores pueden dar sus ejemplos de la inoperancia de Aldana.
¿Cómo puede ser posible que sean tan ineficientes? Deberían hacer las reparaciones en el menor tiempo posible, sobre todo, en lugares de alto tráfico. Inclusive, deberían trabajar en la noche para no interferir el tráfico durante el día.
Los capitalinos necesitamos un alcalde eficiente, que esté interesado en resolver los problemas de la ciudad. Necesitamos un alcalde trabajador y honesto, que no justifique su inoperancia culpando a la administración anterior. Repudiamos a este activista político al que solo le interesa dar trabajo a sus seguidores y correligionarios.
¡La administración municipal de Libre, en la capital, es una de las peores de nuestra historia!