Mario E. Fumero
Para poder contestar esta pregunta, debemos primero establecer un criterio correcto y no dejarnos influenciar por el neoliberalismo, ni el capitalismo y el fanatismo, sino que debemos de usar la lógica y considerar las terminologías. Lo primero que tenemos que analizar es el significado de la palabra “democracia”. Según la Real Academia de la lengua española se define la democracia como “un sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, el cual ejerce, directamente por medio del voto, la elección de las autoridades o sus representantes”.
Una vez definida esta palabra, establecemos varios criterios, como, por ejemplo, no puede haber democracia, si no hay una libre elección, y la misma ofrezca comparación o alternativas, o sea, diversidad de opiniones y de partidos dentro de unas elecciones en donde exista una terna. También tenemos que analizar si dentro de esta estructura de gobierno, el poder está en manos de un monopolio, o en mano del Estado, o el mismo es compartido entre varios. Otro aspecto que tenemos que tomar en cuenta es el hecho de que, dentro de ese sistema de gobierno, exista libertad de conciencia, libertad de religión, libertad de opinión y libertad de elección.
Después viene el segundo análisis, ¿el pueblo está contento con ese gobierno? O, por el contrario, ¿la migración se dispara como consecuencia de la mala política de Estado? ¿Se ha reprimido las opiniones contrarias, usando la fuerza o censura, por el simple hecho de combatir ideas o señalar errores?
Otro factor que hay que tomar en cuenta es la alternabilidad de los gobernantes. Indudablemente el poder absoluto corrompe absolutamente, y en un sistema democrático debe haber alternancia. No puede existir un estancamiento de líderes permanentes, sino una evolución, para que unos líderes sustituyan a otros, y se establezca un pluralismo.
Y el último elemento que tenemos que analizar para establecer el criterio si en estos tres países hay democracia es la opinión del pueblo, que es el soberano y para ello nos hacemos la pregunta; ¿están contentos con su gobierno? ¿Ha mejorado las condiciones de vida bajo este régimen, y el mismo respeto a los derechos humanos?
Una vez lanzada esta pregunta, podremos nosotros establecer el criterio de si en Cuba, Venezuela y Nicaragua son países que en realidad viven y prevalecen con una democracia, o de lo contrario, hay una dictadura de Estado encabezada por un líder cuyo gobierno ha cercenado los derechos del pueblo a disentir. Contestando estas preguntas, podemos encontrar las respuestas, y así podremos saber si en estos países existe una democracia de Estado. Si no hay libertad de prensa, libertad de elección, libertad de conciencia, libertad de religión, podemos afirmar que no estamos ante una democracia, sino que vivimos dentro de una estructura dictatorial, sea de derecha, izquierda o de centro.
Otra característica de cualquier gobierno, que deja de ser democrático para convertirse en dictatorial, está en el hecho de que no tiene los tres poderes equilibrados y diferentes, los cuales hace peso y contrapeso para evitar el abuso de autoridad y la corrupción, como por ejemplo tener un Congreso autónomo, una Corte Suprema de Justicia autónoma, y un gobierno Central Ejecutivo sujeto a las normas establecidas.
Estos sistemas de gobiernos democráticos, clasificados como republicanos, establecen las bases para que ni el poder económico ni el poder político puedan controlar absolutamente todos los aspectos de la economía, y aunque hay gobiernos monárquicos que tienen un origen absolutista, actualmente los mismos practican una democracia muy sólida, y un sistema socialista muy equilibrado, como es Inglaterra, España, Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, y otros muchos.