José Rolando Sarmiento Rosales
La polución o contaminación del ambiente, las agresiones a la biodiversidad, constituyen una amenaza a la vida y salud de los seres humanos, pero también a las especies animales y vegetales, y en definitiva lo que tiene que ver con el impactante cambio climático, que incide en las tormentas tropicales, los huracanes, pero también las sequías, las sofocantes olas de calor, los destructivos incendios forestales y la pérdida de cosechas agrícolas, de crías de ganado, de granjas agropecuarias, que impactan la seguridad alimentaria de la población y el alza inmoderada de sus precios. A propósito, el plástico es uno de los productos que más incide en la contaminación del ambiente mundial, razón por la que: el 28 de julio se celebra el Día Internacional del Exceso de Plástico, cuando el mundo supera oficialmente la cantidad de plástico que puede gestionar eficazmente en un año. Nuestra Honduras es víctima de los abundantes desechos de plástico que contaminan su medio ambiente, que se botan sin control a lo largo y ancho del país.
El Día Internacional del Sobregiro de Plástico: el punto en el que los seres humanos ya no podemos gestionar adecuadamente los residuos plásticos que producimos anualmente. Por primera vez, la consultora de investigación Earth Action, con sede en Suiza, celebra este día a escala internacional. “Concienciar es uno de los objetivos, pero el empoderamiento y la capacidad de acción son aún más importantes”, explica a Euronews Green Sarah Perreard, codirectora ejecutiva y responsable de la participación de las partes interesadas en Earth Action. “No queremos limitarnos a educar a la gente sobre este problema, queremos que los datos y las perspectivas de nuestro exhaustivo informe sirvan de herramienta para impulsar los cambios necesarios”. Todos los años hay un Día Internacional del Plástico en cada país. El Día Internacional del Plástico pretende concienciar sobre la nociva relación del mundo con el plástico y nuestra lucha por reciclarlo adecuadamente.
El 28 de julio es importante porque en él se calcula la media de los progresos de cada país del mundo en la gestión del plástico, comparando la cantidad de plástico que reciclan con la que se “desperdicia” o se tira. Algunos son capaces de procesar mucho más plástico que otros. En la actualidad, según Earth Action, el 43 % de todos los residuos plásticos generados se gestionan de forma inadecuada. Esto equivale a más de 68,5 millones de toneladas de plástico solo este año. Esto incluye 420,000 toneladas de aditivos químicos vertidos en los cursos de agua. Desde el 8 de enero de 2023, más del 40 % de la población mundial vive en zonas donde la cantidad de residuos plásticos generados ya ha superado la capacidad para gestionarlos. Los plásticos no solo son perjudiciales para el medio ambiente, sino también para los seres vivos. El macroplástico, cualquier cosa mayor de 5 mm, puede causar enredos, lesiones e ingestión en los animales. Mientras que los microplásticos, de menos de 5 mm, se han relacionado con efectos cancerígenos, disfunción hepática y alteraciones endocrinas, sobre todo si contienen sustancias peligrosas.
La producción de plásticos tampoco parece ralentizarse, ya que más de la mitad de todos los plásticos que se han fabricado datan del año 2000. Se calcula que la producción mundial de plásticos seguirá creciendo rápidamente, hasta alcanzar más de 1,000 millones de toneladas en 2050. “Miles de millones de personas viven sin sistemas adecuados de gestión de residuos y la contaminación por plásticos es muy evidente en algunas partes del mundo”, explica el Dr. Tobías Nielsen, investigador sobre políticas climáticas y de sostenibilidad del Instituto Sueco de Investigación Medioambiental. “Sin embargo, no solo los gobiernos nacionales, sino también las empresas que operan en estos países tienen la responsabilidad de desarrollar la gestión de los residuos plásticos. La UE también puede ayudar desarrollando sistemas de gestión de residuos y, por supuesto, garantizando que los residuos plásticos de la UE no acaben en los países en desarrollo”. Las Naciones Unidas intentan ahora acordar un tratado sobre la contaminación por plásticos para eliminar la contaminación y los residuos a escala mundial.
La producción e incineración de plásticos contribuye en gran medida al cambio climático. Los residuos plásticos ahogan nuestras vías fluviales, contaminan nuestros océanos, matan la vida silvestre y se infiltran en nuestra cadena alimentaria. Un claro ejemplo de esta situación en Honduras lo constituye la invasión de todo tipo de basuras, en su mayoría residuos de plástico que por toneladas invaden las aguas marinas del Golfo de Honduras, arrastradas por las corrientes del río Motagua desde Guatemala, que no solo ensucian las playas turísticas de Omoa, sino que dañan el hábitat de la barrera de corales y las abundantes especies marinas, contaminando las aguas que rodean las paradisiacas Islas de la Bahía, Cayos Cochinos y municipios costeros de Atlántida y Colón.