(*) María Vargas
El Diccionario de la Lengua Española (DLE) se considera la obra lexicográfica académica de referencia para los hablantes del idioma español. Este diccionario está en constante actualización y para lograr este propósito se han integrado diversas comisiones. A esta tarea se suma también la Asociación de Academias de la Lengua EspañolA (ASALE), liderada por la Real Academia Española (RAE), cuya misión es “trabajar a favor de la unidad, integridad y crecimiento de la lengua española, que constituye el más rico patrimonio común de la comunidad hispanohablante”. En este proceso, la ASALE, con la participación de las veintitrés academias que la integran; pretende recoger el léxico utilizado en los países que hablan el idioma español, siendo conscientes de la dinámica creatividad que posee la comunidad de hablantes de cada país.
A continuación, se detalla cómo se lleva a cabo esta labor, ya que en varias ocasiones la Academia Hondureña de la Lengua ha recibido sugerencias para proponer a la RAE la incorporación de una nueva palabra al DLE, muchas veces inventada por el mismo proponente o por otra persona.
Para que una palabra ingrese al diccionario, en primer lugar, se debe verificar su uso en los bancos de datos, en este caso los Corpus, además los buscadores de internet como Google. Como ejemplo usaremos la palabra tunante, utilizada en Honduras para referirse a un hombre que frecuentemente corteja a varias mujeres. Para verificar su uso en Honduras con ese significado consulté el Corpus del Español del Siglo XXI (COPES) versión 1.0. En esta base de datos se encontraron siete documentos de Honduras de los cuales cito dos:
“Era la primera vez que visitaba nuestra casucha y quiso dejar sentado ante todos que él sí era un hombre de güevos. Tenía veinticinco años y era un tunante, al que niguna mujer se resistía. Acepté cordialmente su invitación a bailar, a pesar de que me pareció un adefesio mal vestido y carente de atributos”.
“Tenía fama arrastrada de gran bailador y mejor decidor, tunante sempiterno que, empero, se cuidaba de no dejar descendencia ilícita e incluso antes de llegar al poder ya eran prolijas las habladurías sobre su mal carácter de empecinado cumplidor y su obsesiva afición al trabajo. Se levantaba al alba con las gallinas y se acostaba temprano pero luego se volvía a despertar y durante la noche el pueblo lo adivinaba sentado a su escritorio tras las cortinas de palacio, que dejaban traslucir el perfil de un hombre inmerso en la sustancia gelatinada del porvenir”.
En Google se encuentran varios documentos, de los cuales cito dos: “Por ‘tunante’ le habrían quitado la vida a hombre en Tegucigalpa.
Sánchez, de 34 años, fue encontrado este martes en el sector de La Calera, al sur de la capital de Honduras.
Según la versión de los vecinos, la víctima habría sido asesinada por el esposo de una mujer a la que pretendía”.
«Aquí no hay boda ni p…». Desenmascaran a tunante en El Corpus, Choluteca. El hombre pretendía contraer matrimonio con dos mujeres el mismo mes”.
Todos estos ejemplos hacen referencia al significado con el que usamos los hondureños la palabra tunante. Si consultamos el DEL la encontramos, pero no con el significado que tiene en Honduras, por tanto, sería una palabra a la que se le puede agregar esta acepción con la marca Honduras.
Bibliografía
Nelson, D. (2006). El regreso de una wetback. Tegucigalpa: Guardabarranco. Obtenido del CORPES.
Escoto, J. (2007). El génesis en Santa Cariba. Honduras: Centro. Obtenido del COPES
Herando, E. (23 de marzo de 2012). Por tunante le habrían quitado la vida a un hombre en Tegucigalpa. digital, pág. 1.
Diario, E. (27 de enero de 2023). Aquí no hay boda ni p… El diario de Honduras, pág. 1.
ASALE. (22 de marzo de 2007). Estatutos ASALE. Estatutos ASALE, 13. Medellín, Medellín, Colombia: Academia Colombiana de la Lengua.
(*) María Vargas Académica de número de la Academia Hondureña de la Lengua, Académica correspondiente de la Real Academia Española