No discuta, es inútil!

Otto Martín

De acuerdo a todos los récords de toda la historia del mundo, a través de todas las eras, nadie, absolutamente nadie, ha ganado una discusión sobre ningún tema.

Ya se trate de política, deporte, religión o cualquier otra materia, nunca nadie ha convencido a su contraparte de nada, mucho menos al grado de hacerle cambiar su manera de pensar y actuar.

¿Crees que el Real Madrid es mejor que el Barsa?

Cualquiera de los seguidores más moderados y bien comportados de uno de esos dos equipos, está dispuesto a matar o morir encarnizadamente antes de reconocer que el otro es mejor.

No importa cuántos campeonatos haya ganado, cuántas copas y triunfos haya tenido el otro, jamás se le reconocerá superioridad sobre nuestro equipo, ¡no importa qué!

Primero matan o se suicidan antes que dar su brazo a torcer, dígame usted si no es cierto. (Desde luego que todos prefieren matar a morir, que conste).

Y en política? Nada más intente usted convencer a algún miembro de otro partido político de que está equivocado, que sus ideas no sirven o que las suyas son mejores y se dará cuenta de lo que es chocar de frente contra una locomotora de unos ochenta y tres vagones cargado de vigas de concreto… nunca lo va a lograr.

Eso es fácilmente comprobable si platica con antiguos miembros de la desunida Unión Soviética, donde se demostró fuera de toda duda que el comunismo solo conduce a la pérdida de la libertad y aumento del hambre.

Ninguno de ellos va a reconocer el fracaso y, todavía, más de cuarenta años después del derrumbe, sus fanáticos siguen desfilando nostálgicamente el Día del Trabajo y añorando “los buenos tiempos”, cuando sobraba la represión y faltaban alimentos y libertad.

Lo mismo sucede con las momias de la Revolución cubana, setenta años de sufrimiento, hambre, exilio y muerte, no sirven para convencer a nadie.

Tampoco los fanáticos de reciente formación, esos que no tienen idea de cómo era Cuba antes de que la “liberaran” y solo hablan de dos cosas: todo es culpa del bloqueo norteamericano, Cuba tiene la mejor salud del mundo.

Yo, a veces, les recomiendo que la comparen con Vietnam, país comunista que venció a los Estados Unidos en una guerra de tiros, no de discursos y poses amañadas como las de los líderes cubanos.

Ahí pelearon a muerte y vencieron a los gringos.

Después de eso, en lugar de lamentarse por los sufrimientos de la guerra, se dedicaron a reconstruir el país. Actualmente es muy próspero, abundante en fuentes de empleo, salud y educación y, además, sigue siendo comunista!

¿He logrado convencer a alguien? Noup!

Nadie puede ganar una discusión sobre ningún tema, aunque a veces es sabroso restregar Vietnam a los fanáticos de los herederos del castrismo cubano.

Igual preguntarle a un fanático religioso por qué, cuando hablan de la Biblia, nunca mencionan Levíticus y el montón de barbaridades que propone ahí ese libro santo.

Como ejemplo; en esos pasajes hay pena de muerte si uno trabaja los domingos, al igual que si viste ropa de dos tejidos diferentes o siembra dos semillas diferentes en el mismo campo.

También ese mismo libro establece que aquellos que tengan defectos físicos no pueden ser admitidos en los templos y que las mujeres que no lleguen vírgenes al matrimonio deben ser muertas a pedradas.

Semejantes estupideces no son escuchadas por los fanáticos religiosos a la hora de discutir sobre el tema, simplemente los pasan de largo y empiezan a hablar de otros pasajes bíblicos, sin tocar esos u otros asuntos espinosos.

En lo que concierne al deporte, particularmente el fútbol, se puede atraer la violencia con solo portar los colores del equipo contrario.

En las calles mueren o son atacados con relativa frecuencia las barras o simpatizantes de otros equipos y todos hemos visto las batallas campales en los estadios en cualquier país del mundo.

Es inútil discutir sobre cualquiera de esos tres temas: religión, deporte y política, así que hay que evitar hacerlo para conservar la paz y evitar un inútil derramamiento de dientes.

Un subtema adicional sobre el cual es inútil conversar es la gordura.

Cuando se le menciona a alguien que ha subido de peso, la respuesta automática es: más bien he bajado dos libras, lo que desde luego es  mentira. “Estoy a dieta, esta ropa encoge”, etc.

Nada se gana diciéndole a alguien que está gordo, ellos saben que han ganado peso, pero lo único que se logra es molestar a la otra persona, a veces amigos o familiares.

No discutamos por nada, es inútil.

Es más, recomiendo ni siquiera discutir sobre el tema de este artículo.

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