José María Díaz Castellanos
LA INTELIGENCIA NO SE MIDE EN CUANTAS PALABRAS SABES PRONUNCIAR, SINO AQUELLAS QUE NO DICES, PARA NO HERIR.
Este tema se maneja normalmente en las clases de ética, filosofía, Derechos Penal o religión. Agregaría otra materia: Métodos Alternos de resolución de conflictos donde a través de un conciliador o árbitro, o sea, que no es juez ni forma parte del Poder judicial.
En el libro de Proverbios (6:16) hay algunos pasajes:
“Seis cosas hay que aborrece Yahveh, y siete son abominaciones para el alma: 1) ojos altaneros, 2) lengua mentirosa, 3) manos que derraman sangre inocente, 4) corazón que fragua planes perversos, 5) pies que ligeros corren hacia el mal, 6) testigo falso que profesa calumnias, y 7) el que siembre pleitos entre los hermanos”.
El columnista de Diario LA TRIBUNA, PG Nieto, preparó un documento titulado “Cuidar las palabras”: Dice que el filósofo Heráclito, hace 25 siglos, llegó a la conclusión de que el carácter de cada persona construye su destino, el cual viene marcado por el lenguaje que utiliza. Las palabras establecen la calidad de nuestras conversaciones y relaciones. Afirma el profesor Luis Castellanos “cuida las palabras y ellas cuidaran de ti”. En definitiva, el modo de hablar forja nuestra personalidad. Cita a Bertrand Russel (1872-1970): “La estupidez se coloca en la primera fila para ser vista; la inteligencia es la última para ver”.
“Pensar es difícil, es por eso por lo que la mayoría de la gente prefiere juzgar”. (CJ. Jung).
“Caminaba un día con mi padre cuando de pronto me preguntó: ¿Además del canto de los pájaros, oyes algo? Sí le contesté. El ruido de una carreta. Muy bien me dijo. Y está vacía. ¿Vacía? ¿y cómo lo sabes, si no la hemos visto? -Muy fácil por el ruido. Cuanto más vacía está, mayor es el ruido que hace. Desde entonces, cuando veo a alguien hablando demasiado, interrumpiendo, siendo inoportuno, alabándose de lo que tiene y menospreciando a otros, me parece oír la voz de mi padre: Cuanto más vacía está la cerreta, mayor es el ruido que hace”.
Otro pensamiento: “Cuando le tiras tierra a alguien, a quien le quedan las manos sucias es a ti”.
A su vez Mahatma Gandhi decía: “Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida tus palabras porque se volverán actos. Cuida tus actos porque se volverán hábitos. Cuida tus hábitos porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino. Y tu destino será tu vida”.
Murmuración o acción de murmurar: “comentario que se hace de una persona que no está presente tratando de que esta no se entere y con la finalidad de hacerle daño o de molestarla. Tiene su base bíblica en Santiago 3: “He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan y dirigimos así todo su cuerpo”. Un gran bosque puede incendiarse con una pequeña llama de fuego. La lengua es como la chispa que prende el fuego. El pueblo de Israel murmuró contra Moisés, Aarón y Dios en el desierto (Éxodo 15:24).
En proverbios 12:18 está la palabra del sabio: Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada, mas la lengua de los sabios es medicina”. El hombre chismoso aparta a los mejores amigos (Proverbios 16:28).
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno: el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo, porque de la abundancia del corazón habla su boca (Lucas 6: 45).
Hay otros que se preguntan por qué no llegas a la cima, piensas que la gente te está deteniendo, pero olvidas que es tu boca.
Figura distinta es la “critica”. El pensar bien consiste o en conocer la verdad o en dirigir el entendimiento por el camino que conduce a ella. La verdad es la realidad de las cosas. Cuando las conocemos como son en sí, alcanzamos la verdad, de otra manera caemos en el error. Una crítica es la acción de discernir, es la acción dirigida por el intelecto, expresada como opinión formal y razonada.
El “falso testimonio”, tiene relación con el tema: No dirán falso testimonio contra tu prójimo (Deuteronomio 5:16).
La calumnia que imputan la imputación de un delito mientras en la injuria daña el honor porque atenta contra la dignidad de las personas. El Código Penal habla de delitos contra el honor.
Término de “Esopo”, “fabulista” de la antigua Grecia a quien le vamos a dedicar por aparte un artículo completo, decía: “la lengua es la madre de todos los pleitos y discusiones, el origen de las separaciones y las guerras. Con la lengua se miente, con la lengua se calumnia, con la lengua se insulta, con la lengua se rompen amistades, es el órgano de la blasfemia y la impiedad”.