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Cnel. (R) FAH Francisco Zepeda Andino
Para miles y miles de personas, una visita a Florencia no puede ser completa sin admirar la grandiosa escultura en resplandeciente mármol blanco de David, rey de Israel, esculpida por Miguel Ángel. La majestuosa estatua mide un poco más de 5 metros. En su mano derecha sostiene la piedra con la cual derribó a Goliat y la izquierda está sujetando la honda usada. En septiembre, 1501 el artista empieza trabajar la obra y le tomó 2 años terminarla. “El David de Miguel Ángel es un ser cargado de vida y deseo de victoria…”. Actualmente la escultura se ubica en la “Galería de la Academia”. Junto a “La Pietá”, en la Basílica de San Pedro, Roma, y la Capilla Sixtina, Miguel Ángel se inmortalizó.
Otro lugar obligatorio visitar es la “Galería o Museo Uffizi”, donde se exponen una enorme cantidad de obras como bustos, esculturas o pinturas, algunas datando desde años a. C. En sus inicios sirvió para almacenar la gran cantidad de obras de arte pertenecientes a la familia Médici. Entre las muchas estatuas hay una de Nicolás Maquiavelo, llamado Padre de la Ciencia Política, escritor, diplomático y político florentino a quien solo se le recuerda por su obra “El Príncipe”, con una connotación negativa no digna del “apóstol de la libertad en Italia y enemigo de toda tiranía”. La Basílica de la Santa Cruz, bella obra arquitectónica, se empieza a construir en 1294. Es considerada la Iglesia Franciscana más grande del mundo. En su interior están las ilustres tumbas de Miguel Ángel, Galileo Galillei, Nicolás Maquiavelo y el compositor Gioachino Rossini. Hay una tumba vacía. La de Dante Alighieri, (La Divina Comedia), quien por razones políticas fue exiliado de Florencia y está enterrado en Ravena pero en 1829 Florencia reconoció el valor histórico de Dante y construyó una tumba dentro de la basílica que permanece vacía.
“Todos los caminos conducen a Roma”, y la “Ciudad Eterna” no podía faltar en nuestra visita. Dentro de la ciudad usted puede empaparse de tres milenios de historia. Desde la Basílica de San Pedro, el Museo Vaticano, el Foro Imperial, Castillo San Ángelo, el Coliseo, La Fontana de Trevi, el Arco de Constantino erigido en 315, la Plaza España, y otras, hasta estructuras o sitios recientes como el Monumento a Vittorio Emanuele ll, primer rey de Italia Unificada, también llamado el “Altar de la Patria”, y lugar donde descansa la Tumba del Soldado Desconocido, o un sitio de dolorosa recordación para los italianos como lo es las Fosas Ardeatinas, donde el 24 de marzo, 1944, tropas nazis masacraron a 335 civiles en represalia por el ataque el día 23 en Vía Rasella, a personal alemán e italianos, colaborador de las SS.
Entre los ejecutados estaba el coronel Giuseppe Cordero Lanza di Montezemolo, héroe de la Resistencia Italiana, padre del posterior cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo a quien conocimos cuando fungió como Nuncio Apostólico en Honduras, 1981 y sirvió de mediador en el secuestro de 2 aviones DC-9 venezolanos llegados a Toncontín la tarde del Lunes 7, diciembre, 1981, asaltados por el Grupo Bandera Roja Comando 10 y Comando 9, quienes aduciendo falta de combustible se les autoriza aterrizar. Los secuestradores exigieron que monseñor di Montezemolo actuara como intermediario y luego de tensas negociaciones los dos aviones, previo haber accedido liberar 10 pasajeros cada uno, salieron la madrugada del 8 rumbo a Panamá y posteriormente La Habana, Cuba. Por mi cargo como jefe de Estado Mayor general de la FAH, mantuvimos coordinación y contacto directo con monseñor di Montezemolo.
La Capilla Sixtina, parte final en el recorrido del Museo Vaticano, fue decorada por diversos pintores italianos pero resalta la esplendorosa bóveda, obra de Miguel Ángel, con su “Creación de Adán” como máxima expresión artística. También, “El Juicio Final”, obra de gran tamaño, dio lugar a una anécdota todavía circulando sobre la queja del Maestro de Ceremonias del papa Pablo lll, Biagio da Cesena, por los desnudos plasmados por Miguel Ángel, y este, en venganza, pintó la cara de Cesena en el extremo inferior derecho, representando a Minos, juez del Infierno.
Hemos visitado diferentes sitios donde la opulencia de la nobleza europea, visible en castillos, museos o galerías, es evidente. Desde San Petersburgo, Rusia, hasta ciudades como París, Londres, Viena, Estambul o Madrid, nos llevan a reflexionar sobre la forma que se adquirieron todas esas inmensas riquezas. Ya haya sido vía compra, botín de guerra, despojo, herencia, intercambio o explotación, es posible que por esa situación se estaba sembrando la semilla de revoluciones o actos violentos. El asesinato del Zar Nicolás y su familia, la guillotina en la Place de la Concorde, la Torre de Londres, la Revolución húngara de 1848, vienen a la memoria.
El Estado Vaticano, dentro los límites de Roma, es uno de los sitios más reverenciados por la Iglesia Católica. El Papa Francisco ha buscado dar al catolicismo una imagen menos ostentosa y acorde a la situación social y económica de millones y millones en el mundo.