Un liderazgo político para emular el triunfo de la coalición de centroderecha uruguaya

Carlos G. Cálix

Salvador Nasralla tiene dos opciones políticas: liderar una Gran Coalición de Centroderecha o apoyar a otro líder capaz de hacerlo. Sin duda, la política es un terreno de posibilidades, donde las voces de liderazgo pueden cambiar el rumbo de una nación. Precisamente, en 2022 publiqué el libro “La señora Presidenta, una solución o un problema”, en él, hice una sola pregunta respecto a Nasralla: “¿qué podría pasar con el designado presidencial si mantiene el sobrero equivocado? Quizá, tres posibles escenarios: 1. Dimitir al no estar de acuerdo con las medidas que quiera implantar Castro. 2. Aguantar por un tiempo, haciéndose de la vista gorda con la idea de volver a lanzarse como candidato presidencial. 3. Simplemente asegurar su vejez como exdesignado presidencial autoproclamado vicepresidente, que le baja la cabeza a la izquierda y pasa a la historia política, con pena y sin gloria”. 15 meses después, el primer escenario será confirmado-.

Algo innegable, es que, en el contexto hondureño, Salvador Nasralla ha emergido como una figura relevante en las elecciones presidenciales, de manera similar a Luis Lacalle Pou en Uruguay. Si bien Honduras enfrenta desafíos únicos, es interesante explorar las similitudes entre estos líderes.

Luis Lacalle Pou, líder de la “Coalición Multicolor”, trascendió fronteras partidistas y unió a diversos partidos de centroderecha en Uruguay, creando una fuerza política cohesionada que generó un cambio histórico en las elecciones presidenciales de 2019. Ahora bien, ¿puede Salvador Nasralla, con su trayectoria política y visión de transformación, emular este triunfo en el contexto hondureño?

Es un hecho que tanto Lacalle Pou como Nasralla comparten ciertos puntos en sus trayectorias. Ambos han sido figuras destacadas en la oposición, desafiando el status quo y representando una alternativa a las fuerzas políticas establecidas en sus respectivos países. Además, ambos líderes han hecho hincapié en la lucha contra la corrupción, un tema que resuena en las sociedades que anhelan mayor transparencia y honestidad en la gestión pública.

Otra similitud relevante es la capacidad de Lacalle Pou y Nasralla para movilizar votantes jóvenes. Ambos han demostrado ser capaces de atraer el apoyo de esta demografía crucial, que representa el futuro de sus naciones y anhela líderes que comprendan y aborden sus preocupaciones.

Sin embargo, debemos reconocer las particularidades del contexto hondureño. Las elecciones en Honduras han sido marcadas por una dinámica política compleja y, la construcción de una coalición ganadora es un desafío considerable. Además del reto estadístico que tiene Nasralla basado en “un estudio sobre 110 vicepresidentes que ejercieron el cargo en 17 países del continente americano, en donde, el acceso a la vicepresidencia, más que un paso hacia la presidencia, ha representado, en la mayor parte de los casos, el punto más alto de la trayectoria política de quienes han ocupado ese cargo”.

No obstante, para que Salvador Nasralla pueda emular el triunfo de Lacalle Pou, debe abordar varios aspectos clave.

-La formación de una coalición sólida es el punto de partida. Al igual que en Uruguay, Nasralla debería buscar la unión de fuerzas políticas diversas, pero con una visión compartida para Honduras.

-La comunicación efectiva es un elemento crucial para ganar el apoyo del electorado hondureño. Nasralla debe presentar propuestas claras y realistas que resuenen con la realidad de Honduras. Estas propuestas deben ser detalladas y ofrecer soluciones concretas a los desafíos del país.

-El liderazgo carismático y la capacidad de conectar con los votantes son factores que pueden impulsar a Nasralla en la búsqueda de un triunfo electoral. Su habilidad para comunicar de manera efectiva, tanto en encuentros en persona como a través de los medios de comunicación y las redes sociales, puede ser determinante para construir una base sólida de apoyo.

-La unidad de la coalición es un pilar fundamental para el éxito. Nasralla debe ser un líder que busque el consenso y esté dispuesto a escuchar a todos los miembros de la coalición. La colaboración y la coordinación efectiva son esenciales para enfrentar los desafíos políticos y presentar una alternativa fuerte y coherente para los votantes.

En conclusión, mientras que Honduras enfrenta circunstancias políticas únicas, hay lecciones valiosas que Salvador Nasralla puede aprender del triunfo de Lacalle Pou en Uruguay. La formación de una coalición sólida, la presentación de propuestas concretas y realistas, la comunicación efectiva y un liderazgo carismático son elementos esenciales para emular un triunfo similar en Honduras. Si Nasralla puede reunir estos elementos y superar los desafíos que enfrenta, podría trazar un camino hacia la transformación política en Honduras, siguiendo el ejemplo exitoso trazado por Lacalle Pou en Uruguay. Si no, inteligentemente debería de apoyar a otro líder capaz de lograrlo.

[email protected] Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato. Director del Consejo Académico de Fundación Eléutera. Posdoctorado IIESS-CONICET.