Carlos López Contreras
Estas siglas significan Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias de Inversiones, fundamentalmente entre Estado receptor de capital y nacionales extranjeros. Es una institución del Banco Mundial y tiene su sede en Washington, D.C. Actualmente son 158 los estados partes en el Ciadi, incluyendo a Honduras.
Ha trascendido en los medios que varios inversionistas se proponen demandar por la vía del arbitraje a Honduras ante el Ciadi.
De producirse esas demandas, podrían producirse efectos adversos para nuestro país.
Honduras ha sido muy lenta e indecisa durante los últimos años para enfrentar controversias internacionales.
Desde el 2015 se sabía que Guatemala y Belice recurrirían a la Corte Internacional de Justicia para resolver sus diferencias y que Honduras debía estar preprarada para solicitar a la Corte su intervención en la controversia terrestre, insular y marítima entre Guatemala y Belice, en el Golfo de Honduras. Nuestra intervención habría estado al servicio de salvaguardar nuestros derechos en dicho golfo y los Cayos Zapotillos. El gobierno pasado no tomó acción y el actual tampoco, dando lugar a que Belice demandará a Honduras por sus derechos pretendidos sobre los citados cayos.
Honduras debió litigar en el juicio principal y no ser objeto de una demanda de Belice, separadamente. Ojalá que Belice se haya equivocado y que Honduras salga bien librada de esta nueva prueba, aunque hasta el momento no se ha informado nada al pueblo hondureños sobre la preparación nacional para enfrentar ese juicio cuya contramemoria debe presentarla Honduras el 4 de diciembe del 2023, vale decir en poco más de tres meses. La única información disponible se puede leer en el sitio electrónico de la Corte Internacional de Justicia, donde aparece la orden del 2 de febrero de 2023 mediante la cual se fijan los plazos para la presentación de los escritos y se identifican los agentes y coagentes de las partes.
Volviendo al caso de Ciadi, salvo que Honduras tenga buena causa y excelente postulación procesasl en todas las demandas que se supone que se van a presentar, el gobierno haría bien en buscar una solución negociada porque nunca se sabe cómo se va a pronunciar un tribunal arbitral. En el caso de Ciadi, hay que tomar en cuenta que sus laudos son inapelables y no necesitan un exequatur para su cumplimiento y ejecución. Tienen el mismo valor que una sentencia definitiva del foro nacional.
Honduras cuenta con muy buenos juristas con experiencia en la negociación que, si lograran un acuerdo satisfactorio, nos daría la tranquilidad de no estar esperando uno o varios laudos de contenido incierto y de ejecución inmediata.
Dios salve a Honduras