Agosto: mes de reflexión electoral

Eduardo Enrique Fuentes Cálix

Agosto, marcó una temporada de alta actividad política en la región a través de la realización de distintos procesos electorales, siendo todos complejos debido a los difíciles escenarios en los que se celebraron.

El primero se realizó el 13 de agosto en Argentina, donde se celebraron las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO); en este, los ciudadanos eligieron a los candidatos que se presentarán en las elecciones generales del 22 de octubre.

El libertario Javier Milei, fue el candidato a la presidencia de Argentina más votado, con más del 30% de los votos; un hecho sin precedentes en la región, ya que a pesar que el movimiento libertario en Latinoamérica, ha crecido y continúa creciendo; en ningún país un candidato de este corte había tenido el éxito electoral como el obtenido por el famoso economista; acontecimiento que lo sitúa en una posición privilegiada por ser el primer presidente libertario en la región.

En un caso atípico, pero común en la región, en Ecuador, el presidente Guillermo Lasso, disolvió el 18 de mayo, la asamblea legislativa alegando una “Grave crisis política” derivada del juicio político en su contra, y acusando al Parlamento de querer desestabilizar al gobierno, la democracia y el Estado; decisión que conllevó a adelantar las elecciones presidenciales y legislativas, mismas que se celebraron el 20 de agosto.

Proceso que estuvo marcado por la creciente violencia política, ya que diez días antes de las elecciones, fue asesinado el candidato presidencial Fernando Villavicencio cuando salía de un mitin político; suceso que se sumó al asesinato de otros candidatos políticos; eso hizo común, ver el cierre de la campaña con candidatos usando chaleco antibalas como si se estuviese en un país en guerra.

Las elecciones anticipadas de Ecuador, estuvieron marcadas por el temor y un despliegue de más de 100,000 policías y militares en 4,390 recintos; en esta caótica situación los resultados electorales abrieron la puerta para una segunda vuelta electoral que se celebrará el próximo 15 de octubre y en las que participarán: la izquierdista Luisa González, respaldada por el expresidente Rafael Correa, contra el millonario Daniel Noboa, que aparenta ser el candidato con mayor posibilidad de unir al resto del electorado para alzarse con una victoria en el balotaje.

El mismo 20 de agosto, en Guatemala se celebró la segunda vuelta electoral, en medio de circunstancias igualmente complejas, compitieron: Sandra Torres y Bernardo Arévalo. Un proceso que demostró los efectos negativos de la judicialización política, que en muchos casos pretende ir sobre el valor más importante de los pueblos: la voluntad popular manifestada en las urnas.

En Guatemala, tras el resultado de la primera vuelta, la Fiscalía estuvo a punto de dejar fuera al Movimiento Semilla -el partido de Arévalo- por presuntas irregularidades en su formación; argumentó que ha servido, para mantener viva la persecución de los funcionarios del organismo electoral y miles de guatemaltecos protestando en las calles. La polémica continuó cuando la Corte de Constitucionalidad, (CC) ordenó no oficializar los resultados de la primera vuelta hasta realizar un nuevo cotejo de las actas.

La medida, puesta en marcha tras el reclamo de nueve partidos, entre los que se encontraban la UNE de Sandra Torres y el oficialista VAMOS, provocó fuertes críticas de organismos internacionales, pero el recuento no arrojó cambios sobre los resultados.

Fue entonces cuando el jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad anunció la suspensión de Movimiento Semilla por un presunto uso de firmas fraudulentas para su formación como partido.

La CC frenó la orden judicial basándose en que ningún partido político puede ser cancelado en el transcurso de un proceso electoral, lo que dio de nuevo luz verde a la participación de semilla en segunda vuelta.

No quedó ninguna duda de que, contra la voluntad popular manifestada en las urnas, no hay poder humano ni institucional que pueda ir en contra, ya que el Movimiento Semilla de la mano de Bernardo Arévalo, que estuvo a punto de ser cancelado, obtuvo el 58% de los votos válidos contra el 37% de su competidora.

Más allá de las preferencias ideológicas que todos tenemos derecho a defender, el mes de agosto del año 2023 quedará marcado como una temporada de profunda reflexión democrática; en la cual todos los que aún creemos en la democracia, debemos acatar lecciones cómo ser: que, ante el hartazgo de modelos tradicionales, los pueblos buscan siempre, nuevas alternativas ideológicas y políticas, tal como ha venido sucediendo y sucederá en Argentina. Igualmente es más que prudente tener siempre presente el hecho irrefutable que, todo proceso electoral debe ser una fiesta cívica, democrática y bajo ninguna circunstancia, puede ser el escenario de hechos funestos, como los acontecidos en Ecuador y sobre todo debemos comprender que, ante el estampido de las urnas, no hay nada que se sobreponga, tal como lo demostró Guatemala.

Máster en Gobierno & Administración Pública y Catedrático Universitario

Twitter: @eefuenteshn