Carlos Medrano
Honduras se ha convertido en el gran exportador de seres humanos hacia los Estados Unidos y España, un gran negocio para un país que no invirtió mucho dinero en salud, educación, seguridad y crear oportunidades para sus ciudadanos y como retribución los migrantes han mantenido nuestra economía en las últimas décadas con las remesas.
Datos de organizaciones que estudian el fenómeno migratorio establecen que el año pasado Honduras tenía 985,077 emigrantes, o sea el 9,91 por ciento de su población que se ha marchado del país buscando nuevos derroteros pues en nuestro territorio no existen oportunidades.
La mayoría de hondureños que han emigrado han sido mujeres (584 mil) o sea el 59% del total, que en una gran suma caminaron hacia los Estados Unidos como país de destino (78.48%), pero ahora uno de los países a la que los hondureños buscan trabajo es España (10.09%) y un 3.9% emigra ha México ante la imposibilidad de entrar a la USA.
Todos los días, todas las semanas y meses son cientos de hondureños que huyen de su nación, unos por la inseguridad protagonizada por las maras y las pandillas en su barrio, pero la principal es por no encontrar trabajo para mantener a sus familias, en su mayoría viviendo en condiciones paupérrimas.
Los gobiernos de Estados Unidos y México deportan casi 2,000 hondureños todas las semanas, cantidad considerable pero que no da una cifra real de los hondureños que emigran, pues muchos compatriotas logran entrar a EEUU por puntos ciegos y con coyotes, otros se quedan en el camino al ver una oportunidad de trabajar, otros tantos son víctimas de la delincuencia mexicana, otros mueren en el intento, en fin, muchas variables en este difícil camino.
Los sacrificados hondureños que entran al territorio estadounidense y logran insertarse en el mercado laboral de este poderoso país, solo en el 2022 enviaron a Honduras la no despreciable suma de 8,600 millones de dólares, dinero que mueve la economía nacional, principalmente en comida y comercio.
Pese a las dificultades presentadas y a la desaceleración económica en los Estados Unidos, nuestros héroes han incrementado el número de remesas que se le dan vida a este país, ya que reportes del BCH indican que de enero a marzo del 2023 ascendieron a 2,119 millones de dólares o sea 9,2% más remesas en relación con el año anterior.
Esta masa de dinero que entra a la economía representa el 25.5% del Producto Interno Bruto, PIB, de Honduras, de modo que, esos dólares tienen una importancia estratégica e importantísima para nuestro país, además si no entrase ese dinero a la economía nacional, los indicadores de pobreza serían aún peores de los que ya tenemos.
Millares de hondureños viven y dependen de las remesas que cuestan sangre, sudor y lágrimas para hondureños que tuvieron que salir de este país por la pobreza, por la falta de oportunidades, por políticas públicas erráticas y equivocadas que solo han generado miseria y dolor en un pueblo tan lindo como Honduras.
Ojalá y todos los sectores que habitan en esta nación, gobierno, empresarios, trabajadores, organismos internacionales, ONG, países aliados, logremos sentarnos y diseñemos un plan para crear más empleos y retener a gente valiosa que se nos están marchando y evitar que muchos mueran en busca del “sueño americano”.
Periodista