Noé Pineda Portillo
La expresión cuarta edad hace referencia a la última edad de la vida de las personas que alcanzan una etapa de vejez avanzada. Habitualmente se considera su comienzo a partir de los 80 años de edad, que, según la geriatra, Pilar Mesa Lempre representan “el umbral del cambio”. La gran mayoría de estas personas sufren enfermedades altamente crónicas. Como el Mal de Alzheimer, psiquiátricas: como demencia senil o enfermedades motoras: como artrosis, la cual en muchos casos, las hace dependientes tanto de su familia y de su entorno afectivo como la atención servicios sanitarios. Así, en España, casi la mitad de las personas mayores de 80 años, padecen algún grado de discapacidad.
En las sociedades desarrolladas la esperanza de vida está en aumento continuo. Por eso, el aumento de personas mayores de 80 años es cada vez mayor. Y por eso en 2003 en España es cada vez de 1,756,844 habitantes-. En 2005 eran 1,903,756 habitantes superakamesta. A la vez también se encuentra, la edad media de estas personas, así como son hogares habitados por octogenarias, normalmente mujeres, por su mayor longevidad. En Honduras, hasta finales del siglo pasado se dio a conocer las garantías de favorecer los beneficios de la tercera edad y es hasta hoy que tenemos lo que se llama los beneficios de la “Cuarta Edad” a partir de los 80 años.
• La reforma a la Ley de la Tercera Edad que hace el Congreso Nacional del presente año de 2023, y busca ampliar los beneficios ya otorgado en la ley anterior. La, iniciativa fue presentada por el congresista Víctor Hugo Romero Chinchilla y dictada favorable por la Comisión Familia, Niñez, Juventud y Adulto Mayor, presidida por la diputada Luz Angélica Smith. Además, se reforma el artículo 30 y se adiciona una lista de descuentos determinados y tratos preferenciales en cuanto al acceso a sus derechos, como ser el cuidado persona, la disponibilidad familiar, el ambiente comunitario sano o el acceso a recursos económicos para una vejez digna. He aquí, los beneficios que se otorgan a lo “Cuarta Edad”. 30 % en facturas por servicios de salud pública o privada, por servicios de notariado, servicios técnicos y profesionales.
• 30 % en pasajes, restaurantes, consultas especializadas, salas fúnebres y hoteles.
• 40 % por la compra de medicamentos, por cada intervención quirúrgicas por servicios de odontología, optometría y oftalmología, por la compra de aros y lentes, por servicios de cardiología y laboratorio, por el uso de y de toda clase de pruebas y exámenes de medicina computarizada. Servicio cardiológico.
• 60% por entrada general a cines, teatros, museos, espectáculos deportivos, conciertos y cualquier espectáculo público o privado.